El Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT publicó el martes una “carta abierta a los trabajadores y el pueblo” con consideraciones sobre el resultado del referéndum para derogar 135 artículos de la ley de urgente consideración (LUC).

Para la central de trabajadores, una de las principales organizaciones que impulsó la recolección de firmas para convocar al referéndum y luego la campaña por el Sí a la derogación parcial de la LUC, lo que ocurrió el domingo 27 de marzo “fue la expresión de todo un proceso de lucha del pueblo uruguayo contra uno de los aspectos clave de la política del gran capital y sus representantes políticos y contra el bien común y el patrimonio público”, y que fue “un eslabón táctico importante de la estrategia del movimiento obrero y popular”.

Si bien a partir de la ajustada victoria del No, “no hablamos de victoria, tampoco hablamos de derrota”, afirma la carta, argumentando que desde “un punto de vista cuantitativo los votos confirmatorios de la LUC son menos del 50% de los votos emitidos”, pero además “por todo el proceso de acción desarrollado y el saldo acumulado por los sectores populares”. “En la lucha social lo importante es si se avanza o se retrocede, y nosotros avanzamos en muchos aspectos”, agrega, y destaca entre esos avances “la promoción de la unidad sin exclusiones”, “la firmeza estratégica” y “la flexibilidad para que todo el sistema de organizaciones populares (sociales y políticas)” pudieran llegar “a un mínimo común denominador importante para la acción”.

La carta destaca también que, a pesar de la pandemia por la covid-19, “del crédito del Poder Ejecutivo y el nivel de desmoralización predominante en el punto de arranque del proceso”, se pudieron recolectar 800.000 firmas y “acumular la mitad de las voluntades de la población para cuestionar un aspecto central de las políticas públicas de los sectores reaccionarios”.

Además, señala que sin “casi nada” de recursos se enfrentaron “al cerno del poder político, económico y mediático, apuntalado por los recursos del gobierno nacional, al punto que la campaña del No puso a jugar al mismo presidente de la República [Luis Lacalle Pou] en esta batalla, alejándolo de la representación del conjunto de los uruguayos y uruguayas”.

El PIT-CNT destaca la importancia de la democracia para el avance “de la lucha de los sectores populares”, y en particular la importancia de “los mecanismos de democracia directa, que promueven la más amplia participación popular”, y señala lo fundamental que fue la militancia, el diálogo, la llegada a los territorios y “las mil y una formas de acción y creatividad que asumió la campaña”.

En particular, destaca “la importante participación juvenil”, de la que surgirá “el relevo”, y señala que “el nivel de unidad, la acción común, el sistema de vínculos y redes desde el pie que quedó tejido en esta batalla son un punto de partida fundamental para dar continuidad a la lucha”.

Mirando hacia el futuro, la carta expresa que no se debe “perder lo conquistado desde la perspectiva de la acumulación de fuerzas” y que se debe mantener “el nivel de acción y participación popular desarrollado” y el diálogo “con vastos sectores populares (desarrollado inclusive con aquellos que aún no comprenden el mensaje del movimiento obrero)”.

Finalmente, el PIT-CNT sostiene que va hacia “un gran” 1º de mayo “masivo”, hacia “una rendición de cuentas en la cual las reivindicaciones del movimiento popular estén presentes”, hacia la defensa “del trabajo, el salario y las jubilaciones, contra la carestía y por el derecho del pueblo a una seguridad social de calidad y de los consejos de salarios, atacados por la queja de las patronales con la mirada cómplice del Poder Ejecutivo”, y hacia un “gran” Congreso del Pueblo en el que se elaboren “las claves de un programa de desarrollo con democracia e igualdad, que implique la ruta para avanzar hacia la emancipación nacional y social de nuestro pueblo, desplazando definitivamente del poder a las clases dominantes”.