Juan Castillo fue por segundo congreso consecutivo el candidato más votado para integrar el Comité Central del Partido Comunista del Uruguay (PCU), lo que lo deja bien ubicado para ser reelecto como secretario general del sector frenteamplista, aunque esa definición se tomará dentro de algunos días. En la instancia, que se llevó a cabo en el club Cordón entre el viernes y el domingo, la secretaria de Finanzas del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca), Laura Alberti, y el senador Óscar Andrade fueron la segunda y el tercero más votados.

El nuevo Comité Central no tendrá, como hasta ahora, 75 integrantes, sino que se definió que tenga 60, y estos se eligieron entre un total de 130 candidatos, algunos propuestos por la directiva saliente y otros por las distintas agrupaciones. Lo que resta es que estos nuevos miembros, muchos de ellos reelectos, definan el fin de semana que viene quiénes serán los encargados de las distintas secretarías que tiene el partido, entre ellas la Secretaría General. Para esta elección, varios dirigentes del PCU indicaron a la diaria que el mejor posicionado es Castillo, porque su gestión es valorada por gran parte del sector y cuenta con respaldo político, pero hay otros dos nombres que suenan para el cargo: Andrade y Guillermo Rehermann, actual secretario de Organización.

Luego de que se votara la conformación del Comité Central el domingo -lo que ocurrió después de haber estudiado y aprobado las tesis para el nuevo período-, las puertas del club Cordón se abrieron también para la prensa y comenzó a cantarse La Internacional, concluyendo así los comunistas su congreso de tres días, entre aplausos y arengas.

En la declaración pública emitida luego por el PCU, se indicó que el Frente Amplio (FA) viene de “una derrota electoral” en 2019 que “constituyó un retroceso para todo el movimiento popular”, porque “asumió el gobierno la fracción más conservadora del bloque de poder, hegemonizada políticamente por el Herrerismo, con una presencia importante del agronegocio y el capital financiero, un peso inédito de la ultraderecha y con componentes de rasgos fascistas”.

Sobre la coalición de gobierno se expresó que tiene una “política de restauración” que “ha golpeado a las grandes mayorías”, y que “hoy Uruguay es menos libre y más desigual, por ello menos democrático”. “Hoy están claros, cada vez más, los dos proyectos de país”, indicó el PCU, y agregó que “es un enorme desafío proyectar el nivel de unidad y movilización alcanzado en la campaña de firmas y en el referéndum”, para lo que hace falta una “acumulación de fuerzas del pueblo”. 

“Tenemos que organizar y apoyar las luchas por las reivindicaciones inmediatas, pero, a la vez, levantar una perspectiva común que las proyecte y las potencie; eso implica construir nuevos niveles de unidad y demanda una expresión programática. Hablamos de todos los componentes del bloque histórico, político y social de los cambios, las organizaciones de las y los trabajadores, estudiantes, jubilados y pensionistas, cooperativistas, movimientos feministas, ambientalistas y de la cultura”, añadió el sector del FA.

En lo que respecta específicamente al PCU, se indicó en la declaración que atraviesa “un importante crecimiento del respaldo electoral” y se propone “ensanchar” sus alianzas, pero eso “no hace más que aumentar” la “responsabilidad”. “Por eso no eludimos ningún tema, ningún debate crítico y autocrítico y tomamos las decisiones que mayoritariamente entendimos justas”, expresó el PCU.

Precisamente, de cara a 2024 el partido se encuentra ante la disyuntiva de impulsar nuevamente la precandidatura de Andrade para disputar la elección interna, como en 2019, o apoyar a otro presidenciable. Una posibilidad que se maneja en la interna del sector es que Andrade sea candidato a la Intendencia de Canelones, donde Yamandú Orsi -dirigente del Movimiento de Participación Popular que ya ganó dos veces la elección en ese departamento- no puede volver a presentarse y, en cambio, se proyecta como candidato a la Presidencia de la República. 

Castillo declaró a la diaria que todavía no se ha conversado orgánicamente sobre el asunto electoral de cara a 2024, pero expresó: “No le podemos esquivar el bulto durante mucho tiempo más”. En su consideración, “a esta altura del año” próximamente el PCU debe “empezar a delinear por dónde va a pasar” su “proyección política”, es decir, “el nivel” de sus “cuadros” y “en qué lugar van a estar en la próxima disputa” electoral. “Por suerte hoy estamos teniendo cuadros de un nivel que pueden ser tenidos en cuenta hasta para una elección interna del FA, después veremos si hasta para disputar la presidencia o no, o las intendencias”, reconoció el secretario general.

Consultado acerca de Andrade y sus posibilidades electorales, Castillo respondió: “Nos van colocando desde afuera del partido distintos niveles de candidatura y distintas oportunidades. No nos enojamos, son posibilidades que hay. Es un hecho que si no hubiésemos crecido tanto políticamente, nuestra opinión no contaría tanto”.

También pensando en las elecciones pero ya no en nombres, Castillo consideró que “el camino todavía parece muy largo pero hay que empezar a llenarlo de contenido” y aseguró que eso implica “defender a los sectores más humildes, porque están recibiendo el impacto de una política de derecha”. En este sentido se refirió al “problema” de la “sociedad capitalista” y reafirmó que “la lucha de clases existe, mal que les pese a algunos”. “Hay un capitalismo que está condenando al hambre y a la miseria en nuestro país y a la guerra en el mundo. Nosotros creemos que hay alternativa, es el socialismo, y para los comunistas uruguayos ese proceso de socialismo se llama democracia avanzada”, concluyó.