“Yo no soy de la tesis esa que dice 'más vale pedir perdón que pedir permiso' y Uruguay ha sido muy respetuoso del derecho internacional”, dijo este martes el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, durante su intervención en el ciclo de debates “Cómo volver al desarrollo” que organiza el diario argentino Clarín.

Durante su aparición vía videollamada, en la que también los moderadores e integrantes realizaron algunas preguntas, el mandatario se refirió a algunas cuestiones generales de la democracia y el desarrollo en Uruguay y sobre el final trajo de vuelta el tema de la flexibilización del Mercosur, uno de los lineamientos más importantes del gobierno en materia internacional desde que asumió en 2020.

En ese sentido, Lacalle Pou recordó el encuentro que mantuvo el fin de semana en Asunción con su par paraguayo, Mario Abdo Benítez y aseguró que Abdo “no tuvo una actitud tan negativa a la apertura de Uruguay al mundo”, a pesar de no estar tan alineado con la postura uruguaya. “Yo lo entiendo” porque “él tiene más de 60% de su comercio exterior radicado dentro del Mercosur”, señaló el presidente, pero recordó que Uruguay tiene “más de 37%” con China, que Argentina representa 6%, mientras que “Brasil será 9 o 10% y además tenemos vocación de abrirnos al mundo”.

“Si nosotros podemos conseguir cuota en productos agropecuarios o extender nuestra exportación de software a Estados Unidos, que es muy grande, o si se nos abren nichos en Reino Unido, podemos bajar algún tipo de arancel, hay que abrirse al mundo”, insistió el mandatario, que calificó esto como “una vocación nacional”.

“El uruguayo consciente de su demografía, consciente de su PIB igualmente, cuando sale al mundo le va bien”, agregó, y sostuvo que su “deber” como presidente es “abrirse al mundo”. “Lo que le decimos a Argentina, lo que le decimos a Brasil es que entendemos que a veces tienen cierto proteccionismo, pero Uruguay tiene que romper con ese concepto”, acotó y lanzó una especie de máxima: “Si se quiere acompañar, se acompaña, si no, con gusto vamos solos”, aunque luego matizó esta aseveración y aseguró que no se busca “violentar al Mercosur”.

Para el docente e investigador del Programa de Estudios Internacionales de la Universidad de la República Damián Rodríguez, “en líneas generales podríamos pensar que está intentando instalar en agenda”, lo que será “el gran tema de la presidencia pro témpore de Uruguay en el Mercosur” durante el segundo semestre de 2022.

Sin embargo, según Rodríguez, el ejercicio de Uruguay de la presidencia pro témpore estará signado por las elecciones en Brasil en octubre. En cuanto a la política brasileña respecto al Mercosur, el analista entendió, en diálogo con la diaria, que desde el país norteño se “insiste en la agenda de la modernización mientras que Uruguay insiste con este concepto de la flexibilización”, pero que ambas ideas respecto a hacia dónde debería ir el bloque “no terminan de encontrarse” y no termina de ser “una especie de baile de eufemismos a propósito de qué es lo que quieren los Estados”.

Además, para Rodríguez “cuando Brasil habla de la modernización”, habla de la reducción del Arancel Externo Común (AEC), “algo en lo que Brasil ya ha avanzado y ha conseguido en la negociación con Argentina”. El investigador también recordó que -con cambios- las dos condiciones fundamentales para ingresar al bloque regional siempre han sido “primero que nada tener un Arancel Externo Común y por otro lado tener la política comercial común”.

Cuando un país como Uruguay quiere abrirse de un bloque como el Mercosur y trabajar en torno a su inserción internacional por vía propia se debe tener en cuenta “en qué momento del mundo estamos”. Hoy en día, por ejemplo, “en el marco de lo que es la guerra en Ucrania, al parecer va a haber una recuperación de los precios de las materias primas” y hay cierto “viento de cola” para los productos que puede poner Uruguay en el mercado internacional. No obstante, “lo cierto es que hasta ahora nuestro único instrumento es de una canasta exportadora que no se modifica, que es básicamente la venta de commodities”, añadió Rodríguez.

“Si nos vamos a poner como fundamentalistas de la flexibilización del Mercosur, tenemos que estar insertos de una forma distinta; yo creo que una cosa es ampliar cuantitativamente los mercados”. Es decir, que se pueden “abrir los mercados y colocar los mismos productos en una mayor cantidad de mercados, pero si uno no diversifica la canasta exportadora”, está atado a “precios que son bastante fluctuantes, sobre todo cuando no tenés la capacidad de disponer el precio”.

“A los tumbos”

Consultado por la diaria, el senador del Frente Amplio (FA) y expresidente del Parlasur Daniel Caggiani entendió que la política exterior del gobierno “en general ha ido a los tumbos” y se ha tratado de una política “que ha intentado proponer cosas, pero que no ha tenido ningún resultado”.

“Los que hoy integran el gobierno cuando eran oposición, algo que criticaban al FA, era que Uruguay salga al mundo y sea un importante promotor de acuerdos de libre comercio a los efectos de lograr preferencias arancelarias para la producción nacional”, y sobre eso, aseguró, “este gobierno no ha hecho absolutamente nada más que anuncios en foros internacionales”.

“En materia de política exterior y sobre todo lo que tiene que ver con los procesos de integración regional con el Mercosur, el gobierno en la figura del presidente y de su canciller no ha tenido los mejores logros, más bien todo lo contrario, ha terminado peleado con su principales socios de la región”, añadió, y recordó que Uruguay ya tuvo una presidencia pro témpore en este período de gobierno, con la primera marcada por el cambio en la cancillería, lo que provocó, según Caggiani, “una pérdida importante”.

De acuerdo al senador frenteamplista, “el gobierno se metió en un corral, porque primero hizo una propuesta junto con Brasil teóricamente para bajar el AEC y para permitir la flexibilización del bloque, Brasil se cortó solo y arregló con Argentina la posibilidad de bajar el AEC y nosotros quedamos solos con esta propuesta”. De cara al próximo semestre, para Caggiani “seguir por una estrategia de relacionamiento comercial y poner énfasis en los elementos que nos permiten unir y tener mejores posicionamientos para algunas cuestiones” sería lo más indicado, pero, sin embargo, “el gobierno parece poner siempre los problemas y eso no es bueno para el sector comercial”.

“La globalización es una bendición para una nación como la nuestra”

Durante su intervención, Lacalle Pou también se refirió al desarrollo del sector tecnológico en Uruguay, y aseguró que existe “una creciente preocupación para formar recursos humanos en ese sentido” y dijo creer “que las capacidades de los uruguayos son muy importantes, en momentos de tanta turbulencia y tantos cambios en este sector tan particular de la vida de los humanos”.

“Creo que el anclaje a las básicas del respeto a la ley y el respeto de los contratos hacen mucho a esa elección de en qué lugar situarse en el globo terráqueo, que hoy es un pañuelo”, agregó el presidente, y explicó que “hoy vivir en Uruguay para operaciones que están radicadas en otra parte del mundo es como estar a la vuelta de la esquina, y Uruguay creo que tiene que hacer las cosas para beneficiarse de la globalización” en base al “anclaje a las básicas del respeto a la ley y el respeto de los contratos” que “hacen mucho” a la elección de emprendimientos de Tecnologías de la Información y la Comunicación de radicarse en Uruguay. “Desde mi punto de vista la globalización es una bendición para una nación como la nuestra”, sentenció el presidente.