La sala Acuña de Figueroa del Palacio Legislativo fue la sede del conversatorio “A 49 años del golpe de Estado, los desafíos de la democracia uruguaya”, una mesa de diálogo entre senadores de los distintos partidos políticos. En sus oratorias, los legisladores repudiaron -aunque con matices en sus argumentos- el quiebre democrático, hablando sobre variados asuntos: desde el “respeto” a las consultas populares y “el contexto del país” previo al golpe militar, hasta la “deuda” con los desaparecidos y el papel de la CIA en la región, o los resultados de la Comisión para la Paz.

El primero de los expositores fue el senador del Partido Nacional, Jorge Gandini, que destacó que una mesa de diálogo como esta no se encuentra en otros países, por lo que Uruguay es un caso excepcional. Recordó el proceso que llevó al golpe de Estado y afirmó que “tenemos que ver toda la película y no sólo la foto del 27 de junio [de 1973]”. Además, apuntó que “en la resistencia de aquellos años no había comunistas, ni blancos, ni colorados, ni de la iglesia católica; había unos de un lado y del otro. Todos resistimos a la dictadura de alguna forma”.

Gandini sostuvo que la democracia es el mejor sistema que existe para “darles satisfacción a los intereses de las mayorías nacionales” y que el primer desafío es valorar sus instituciones, porque “una de las razones por las que se perdió [la democracia] fue por su deterioro y su desvalorización”. “Cuando perdimos la democracia valoramos lo importante que era”, señaló.

El senador de Cabildo Abierto Raúl Lozano definió el proceso anterior al golpe de Estado de 1973 como un tiempo de “hechos lamentables” que sucedieron en Uruguay y que partieron del mundo bipolar que surgió de la Segunda Guerra Mundial. Según su visión, así llegaron al país “los movimientos revolucionarios de la época, que hablaban de la democracia burguesa, del cambio de las estructuras, y con distintas acciones guerrilleras socavaron las tradiciones democráticas de nuestro país”. Lozano indicó que eso no es justificación, pero “hay que poner el contexto en el que estaba nuestro país y cuál era la historia”.

“En la democracia directa todos los ciudadanos hacen ver qué es lo que quieren. En el [plebiscito del] 80 el pueblo expresó su voluntad y la dictadura lo respetó. Han pasado otras veces en este país en que tristemente no se ha respetado la voluntad del pueblo, que también se ha expresado en forma de democracia directa, y todos sabemos de qué estoy hablando”, dijo el senador, en referencia a los plebiscitos sobre la Ley de Caducidad. Siguió por la misma línea y aseguró que con esa cuestión “nos hacemos los distraídos”, y se preguntó: “¿Eso es cuidar la democracia, no respetar lo que dice el pueblo? ¿No aprendimos?”.

“Hubo una decisión de dar golpes de Estado”

La senadora del Frente Amplio Liliam Kechichian también analizó el contexto de la época, pero desde una óptica distinta. Hizo referencia a “figuras políticas” que ya en 1972 decían que había que darle “un descanso a la democracia”, se refirió al papel de la CIA en los golpes de Estado en América Latina y a la “confesión” de un ministro uruguayo en 1971, que dijo que “si ganaba el Frente Amplio estaban dispuestos a dar un golpe de estado”. “Por suerte, algunas de estas cosas las podemos confirmar porque los archivos desclasificados de Estados Unidos dicen que hubo una decisión de dar golpes de Estado en toda América Latina, fue un proyecto económico que fue más allá de lo que la gente votara o no votara”, aseguró.

Kechichian apuntó que debe decirse muy fuerte “Nunca más terrorismo de Estado” y que en aquellos tiempos había una democracia tan desvalorizada, que “el primero en ir contra ella fue el presidente Juan María Bordaberry”. Por último, hizo referencia a los desaparecidos en dictadura y sostuvo que “aún hay gente que está buscando a sus hermanos, sus hijos y esposos, y esa es una deuda que en algún momento tendremos que cumplir”.

Raúl Batlle, senador del Partido Colorado, repudió los hechos que ocurrieron años antes de la dictadura e hizo referencia a su experiencia personal: “Cuando pienso en la dictadura y en los momentos previos y durante, cierro los ojos y hay momentos complicados en la familia. Mi padre [el expresidente Jorge Batlle] fue de los primeros presos políticos; es duro”. Afirmó que se logró salir de la dictadura “en paz y en conjunto” y que se llegó a una “democracia mucho más fuerte”.

Destacó el papel de la Comisión para la Paz, durante el gobierno de Jorge Batlle [2000-2005], en la que “se pudo revelar muchísima información”: “Llegamos tratando de encontrar la verdad para los uruguayos porque la querían tener y se la merecen tener. Nos interesa como sociedad encontrar esas personas y saber cuál fue su destino”, expresó.

El encargado de cerrar la oratoria fue el presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, que afirmó que durante la dictadura “desde el aparato del Estado se organizó una terrible transferencia de los recursos de los trabajadores al gran capital”. Señaló que en la lucha contra la dictadura estuvieron “casi sin ninguna exclusión” todos los sectores populares y por eso fue posible el retorno de la democracia.