Este jueves se llevó a cabo en la Torre Ejecutiva la presentación de la IX Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas en estudiantes de educación media, elaborada por la Junta Nacional de Drogas (JND) por intermedio del Observatorio Uruguayo de Drogas.

Con una muestra de 5.096 estudiantes, repartidos en 104 centros educativos de enseñanza pública, privada y técnico profesional, se observó que el alcohol es -con distancia- la droga más elegida por los consultados: 69% dijo haber consumido alcohol en los últimos 12 meses, y casi la mitad, en el último mes.

Así, tres de cada diez estudiantes dijeron haber tenido un episodio de abuso de alcohol en los últimos 15 días, al tiempo que se constata por primera vez una prevalencia de las mujeres por sobre los varones.

Las bebidas energizantes, a su vez, ocupan el segundo lugar: 54,4% respondió que las consumió en los últimos 12 meses y registra un “aumento muy marcado” respecto de la medición de 2018, consigna el estudio; además, es la sustancia más utilizada por los menores de 15 años.

Quizá el dato sobresaliente es el de la marihuana, si se tienen en cuenta los cuestionamientos que ha habido desde Cabildo Abierto (CA) a la Ley 19.172, de regulación y control del cannabis, por entender que “no funciona”. De acuerdo a esta encuesta, uno de cada cuatro estudiantes ha probado cannabis en su vida y 19% lo ha hecho en los últimos 12 meses -lo que la ubica tercera-, y la percepción del riesgo de consumo “no presenta cambios en las últimas dos mediciones”. El Observatorio indica que en el período 2011-2016 hubo un aumento en el consumo, pero desde 2016 a 2021 se estabilizó sin mostrar diferencias.

Por otra parte, si bien los tranquilizantes se ubican abajo en la tabla de consumos en los últimos 12 meses (7%), 24% de los estudiantes dicen haberlos consumido alguna vez en su vida sin prescripción médica. En este caso también se observa una mayor proporción de mujeres que consumen por sobre los varones.

15% de los encuestados, además, dijo haber consumido tabaco en los últimos 12 meses, mientras que, en la vida, 3,3% consumió alucinógenos y 2,7% experimentó con drogas de síntesis -incluido el éxtasis-. Por último, sólo 0,7% probó pasta base, lo que confirma el “uso marginal de esta sustancia en educación media” y mantiene “la estabilidad registrada desde 2011”.