Al igual que en 1996, cuando se creó el régimen previsional mixto y surgieron las AFAP, el abogado Rodolfo Saldain es una de las figuras claves de la reforma del sistema de seguridad social que impulsa el gobierno. No por casualidad fue quien acompañó este viernes al presidente, Luis Lacalle Pou, en su visita a la sede del Frente Amplio para entregar el anteproyecto de reforma de la seguridad social, que entre otras disposiciones, establece la convergencia gradual de los distintos subsistemas que hoy existen hacia un único régimen y prevé una suba de la edad jubilatoria a 65 años, con excepciones.

En un breve diálogo con la diaria, Saldain se refirió a algunos aspectos del anteproyecto y a críticas que han surgido a las orientaciones del gobierno. Por ejemplo, la que realizó este jueves en su cuenta de Twitter Adolfo Bertoni, integrante de la comisión especializada en seguridad social de la Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social (ATSS). Bertoni aseguró que hoy se cobra 67,5% del promedio de los 20 mejores años de trabajo, mientras que con el nuevo régimen se cobrará 52,5% del promedio de los 25 mejores años. “Eso se llama trabajar más, pagar más y cobrar menos”, escribió Bertoni.

Tuvo un intercambio con Bertoni en Twitter, ¿qué opina de lo que afirma?

Adolfo sacó las cuentas mal y sin conocer la ley. El ingreso mínimo garantizado es central, es lo que en la ley llamamos “suplemento solidario”. Es un diseño que va en la línea de lo que se conoce como impuesto negativo a la renta. La Comisión Marcel sobre reforma previsional de Chile propuso un esquema de ese tipo, y este suplemento solidario [que se propone en el anteproyecto del gobierno uruguayo] tiene mucha vinculación con esa propuesta. [Mario] Marcel es hoy el ministro de Hacienda de [el presidente chileno, Gabriel] Boric, ese es un dato importante. Es una lógica muy diferente y de impacto social más grande que la de la jubilación mínima que hoy tenemos. En líneas generales, 50% de las altas futuras en el régimen nuevo van a cobrar más que hoy, con el cambio de edad. Ese 50% corresponde mayormente a los cinco deciles de más bajos ingresos. A la nueva edad de retiro, las personas van a cobrar el mismo porcentaje de hoy, pero como está el ingreso básico [suplemento solidario], las personas de deciles de menores ingresos van a cobrar más que hoy.

¿Por qué se mantiene el régimen de las AFAP? Los trabajadores organizados exigen su eliminación porque entienden que es un régimen que ha fracasado.

Todos los países que vienen envejeciendo antes que nosotros tienen un aporte importante de las jubilaciones de las personas financiado mediante esquemas de ahorro, y no exclusivamente de transferencias entre generaciones. La ventaja de estos sistemas de ahorro es que no recaen en grupos de población cada vez más chicos. Un esquema de ahorro es absolutamente central. Los esquemas de ahorro tienen muchas formas de ser administrados. Uruguay eligió las AFAP, pero la forma como se administra el sistema es accesoria, lo importante es que sea un sistema de ahorro y que no repose en un sistema de transferencia de jóvenes a mayores. Algunos países, como Países Bajos, Suecia o Noruega, tienen una proporción de jubilación basada en ahorro previo mucho más grande. Es crucial la existencia de un componente de ahorro previo. Quienes critican la existencia de un sistema mixto no están viendo la totalidad de la situación, sino uno de los aspectos que tienen que ver con la administración.

¿Qué cambios establece el nuevo proyecto en el funcionamiento de las AFAP?

Hay un procedimiento de licitación por precios para asignar nuevos aportantes, [se dispone] la creación de otros instrumentos donde pueden invertir, [se establece] la posibilidad de que el Ejecutivo pueda centralizar las cuentas de ahorro administradas por el BPS. Hay cambios también en las opciones de acceso al ahorro.

¿Por qué no se contemplaron otros sectores en la excepción a la suba de la edad jubilatoria a 65 años, además de la construcción y el trabajo rural? Por ejemplo, el trabajo doméstico o algunos trabajos en la industria.

El término “industria” es absolutamente vago. El trabajo doméstico podría llegar a ser, pero no tiene en todos los casos las características que tiene el trabajo al aire libre. Luego hay otros trabajos que ya cuentan con servicios bonificados.

¿Se basaron en algún estudio para elegir la construcción y el trabajo rural?

Hay un estudio de la OIT [Organización Internacional del Trabajo], que habla de “trabajo penoso”, que comprende lo que para nosotros son servicios bonificados y otras categorías.

¿Por qué no se consideró a los trabajadores de la educación dentro de las excepciones?

No tiene sentido, porque ya están considerados en las bonificaciones. Desde 1984 no se revisan las bonificaciones. Sí se consideró [a los trabajadores de la educación], pero se entendió que no correspondía [incluirlos dentro de las excepciones].