La reforma de la ley orgánica militar fue un tema incluido dentro del Compromiso por el país —el acuerdo programático previo al balotaje entre los partidos socios de la coalición— y tras un trabajo que incluyó consultas a distintos actores, el Ministerio de Defensa Nacional elaboró un proyecto de ley que ya está a estudio del Parlamento. El lunes, el ministro Javier García y el subsecretario Rivera Elgue explicaron el contenido del texto en la Comisión de Defensa del Senado y escucharon dudas y consultas por parte de legisladores del oficialismo, así como planteos con un tono más crítico por parte del Frente Amplio (FA).

“Por encima de que tenemos un compromiso general, todos los partidos de la coalición tenemos nuestros matices” sobre este asunto, “de manera que seguramente el proyecto que hoy se presentó no va a ser el resultado final”, dijo el senador colorado Germán Coutinho. Igualmente, aclaró que la comparecencia “es un disparador para ir camino a una gran reforma, que va a generar cambios reales”.

García comenzó su presentación recordando que cuando en 2019 el FA impulsó una reforma de la ley orgánica militar, que se aprobó con los votos únicamente de la coalición de izquierda, él ya había anticipado que si el Partido Nacional accedía al gobierno buscaría promover cambios y que estos fueran por consenso. Según relató, eso buscó hacerse en la etapa previa a enviar la iniciativa al Parlamento; “hicimos el intento [de acordar] con el FA, lo que por razones varias no se pudo concretar”, entonces “correspondía remitir el proyecto”.

La cuestión del deporte y las condiciones de ingreso

García y Elgue —este último de Cabildo Abierto (CA)— repasaron los cometidos y el articulado del proyecto de ley: hay una “redefinición de las misiones” principales y subsidiarias de las Fuerzas Armadas; se modifica “la escala de grados” estableciendo “la aparición de algún grado intermedio nuevo a nivel de oficiales superiores”, y también hay “algunas condiciones nuevas para el ingreso a las Fuerzas Armadas”, entre otros cambios que resumió el ministro. En tanto, el subsecretario detalló que “con respecto a la jurisdicción de las Fuerzas Armadas” se incluyó “el ciberespacio”.

A su vez, García resaltó “el hecho de poner como misión principal a algunas tareas que eran subsidiarias, como la prevención del terrorismo y la piratería y la ciberdefensa”. Sobre estos aspectos, consignados en los artículos 20 y 21 del proyecto, Elgue señaló que “se eliminó apoyar al deporte y a la educación física como tarea subsidiaria”.

El punto generó reacciones por parte de los legisladores. “¿Quién quiere ir contra el deporte? Estamos hablando de un ministerio que siempre difundió el deporte y generó las infraestructuras necesarias para que se practicara”, preguntó Coutinho, aunque luego agregó: “Pero todo tiene un porqué y una distribución de tareas específica. Y es un debate que tenemos que dar en el Parlamento”. Por su parte, Lauro Meléndez, senador del FA, dijo que “el Ministerio de Defensa Nacional cuenta con la infraestructura y la logística adecuada” para apoyar al deporte y la educación física, por lo que “no tiene mucha lógica eliminar ese apartado”.

Por otro lado, Elgue informó que “en el artículo 54 se establecen las condiciones de ingreso a las Fuerzas Armadas”, pasando “a ser solamente la ciudadanía natural” la que permite ser militar y no la ciudadanía legal —a la que accede una persona no nacida en Uruguay—. En tanto, explicó que “para personal subalterno se requiere educación primaria y para ascender sí se requiere la educación media, el ciclo básico [hasta tercer año de liceo]”.

Meléndez consideró que “no es conveniente restringir o eliminar el hecho de que un ciudadano [natural] pueda ser integrante de las Fuerzas Armadas”, y que en cuanto a las limitantes “ya alcanza con las condiciones existentes de que sea hasta cierto grado, que no pueda tener el mando de la tropa”. Sostuvo que lo dispuesto en el proyecto de ley “puede entenderse como una forma de discriminación”, aunque aclaró que no lo cataloga así. Al respecto, García respondió que “las Fuerzas Armadas tienen como misión fundamental la defensa de la soberanía” y “la ciudadanía natural es la que se adecua mejor al cumplimiento de esta misión fundamental”.

Cambios en el plan de carrera

Asimismo, ambos jerarcas explicaron los cambios en “el plan de carrera”. Se plantea que “los ascensos serán solo por vacantes reales, que se generarán por fallecimiento, baja, retiro, ascenso o creación presupuestal del cargo y vacante”; habiendo para los ascensos “tres sistemas: concurso, antigüedad calificada y selección, [este último] solo para los oficiales generales”. Es decir que “hasta la jerarquía de coronel mayor van a ascender por sistema de concurso y antigüedad calificada”, resumió Elgue. Mientras que García dijo que mientras la ley actual plantea que los ascensos sean “preferentemente por concurso”, se enviará al Legislativo un agregado —esto no está incluido en el proyecto enviado— para “establecer que no pueda ser menos del 50 % de las vacantes las que sean provistas” por concurso.

Ligado al plan de carrera surgen los tiempos mínimos de permanencia en cada grado militar, y el senador de CA, Marcos Methol, incluyó un aspecto extra: “Se realiza una serie de modificaciones importantes al plan de carrera militar, pero están previstas con el sistema de retiros actual. Entonces, teniendo en cuenta que hoy existe un anteproyecto de reforma previsional, que incluye modificaciones importantes al sistema de retiros y pensiones militar, quisiera saber cómo podría afectar este plan de carrera si, finalmente, ese proyecto de reforma avanzara”. García aceptó que de haber una reforma previsional que incluya a los militares habrá modificaciones a considerar, porque la edad de retiro obligatorio en ciertos casos pasaría de 63 a 65 años, pero aclaró: la reforma de la seguridad social aún “no es ley y nosotros no podemos esperar”.