La diputada frenteamplista Ana Olivera fue intendenta de Montevideo entre 2010 y 2015 y fue directora departamental durante diez años, entre 1995 y 2005. Desde esa experiencia, valoró positivamente la reciente decisión de la Intendencia de Montevideo (IM) de rescindir el contrato con la empresa CAP y volver a gestionar la limpieza de los barrios del Municipio B.

Olivera destacó que en cada una de las administraciones departamentales a cargo del Frente Amplio (FA), desde 1990, se establecieron planes directores de limpieza con distintas prioridades en función de las situaciones nuevas que han ido surgiendo y los cambios de hábitos de la población.

“En este quinquenio ha mejorado sustantivamente, con relación al quinquenio en el que yo estuve, lo que nosotros llamamos ‘zona limpia’, que es tener un lugar a donde tú llamas cuando está toda la basura en el entorno del contenedor. Se ha sistematizado mucho más y la respuesta es inmediata”, valoró la exintendenta. También señaló que “mucha gente dudó cuando se instalaron los bolsones, y los bolsones dieron resultado”, por lo que remarcó que el plan trazado “se viene cumpliendo”.

Contó que durante su período se le renovó el contrato a CAP pero con “muchas dudas, porque teníamos muchas observaciones respecto del trabajo que se hacía”. “No estaba todo tan limpio como nosotros queríamos en el centro y había algunas cosas del contrato -el lavado de las veredas, entre otras cosas- en las cuales en aquel momento había incumplimiento y lo conversamos muy a fondo”, recordó. De todos modos, finalmente el contrato se renovó porque “pesó el tema de que [el Municipio B] era una zona testigo y todo el trabajo que se estaba haciendo con la clasificación de los residuos”.

Sobre la medida tomada esta semana por la intendenta, Carolina Cosse, destacó que “si la intendencia se siente con espalda para hacerlo en el marco de su plan, es una excelente medida”.

Respecto del vínculo de la intendencia con el sindicato municipal (Adeom), que ha pasado por algunos períodos conflictivos durante las administraciones del FA, recordó que el programa del FA desde siempre “se planteó que la gestión como tal tenía tres componente ineludibles: el equipo de gobierno, los vecinos de Montevideo y los funcionarios municipales”, y, por lo tanto, “la búsqueda del involucramiento de los trabajadores en los compromisos asumidos”.

Acotó que especialmente durante los momentos conflictivos, como durante la crisis de 2002 -cuando se dio la denuncia del convenio-, hubo un “depósito de la responsabilidad” de la conflictividad en los trabajadores municipales, “cuando hubo una cosa mutua en el proceso de negociación”. Lamentó que se haya ido “matrizando una cosa de que el funcionario público es un privilegiado” y llamó a “combatir ese pensamiento”.