El lunes, en paralelo a la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), liderada por presidentes, se realizó la llamada “Celac social”. En representación de Uruguay asistió la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse.

La intendenta agradeció la invitación y destacó la figura del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, para América Latina. Para Cosse, Lula da Silva es una “bocanada de esperanza, es una muestra de que es imparable la esperanza en América Latina”.

Luego contó una anécdota de sus primeros días como intendenta mientras recorría Montevideo en pos de implementar el plan ABC. Según la intendenta, se encontró con una pareja de jóvenes que vivían “en un hogar con condiciones precarias”, que le comentaron que “estaban bien”, pero que “el problema era de noche, cuando llegaban las ratas”. Cosse sostuvo que lleva consigo esos testimonios y advirtió que “no hay derecha, no hay nada que me vaya a detener ni a mí ni a ustedes en la búsqueda incesante de una solución para esas personas”.

Finalizó su anécdota manifestando que “en este mundo tan duro y cruel” la esperanza “surge una y otra vez, no la pueden parar ni tapar”, en referencia a la reciente asunción de Lula da Silva.

Lula en la explanada de la IM

Lula da Silva y Carolina Cosse se encontrarán hoy en la Intendencia de Montevideo (IM). Con motivo de la visita del presidente a Uruguay, la intendenta le otorgará el premio “Más verde”. El acto será en la explanada de la IM y se leerá una oratoria desde el balcón del primer piso a las 15.00. Este premio se entrega a las “personalidades relevantes que hacen una contribución sustantiva hacia el ambiente, poniendo en primer plano su cuidado”, según anunció la IM.

Cosse apuntó que algunos “colegas políticos dicen ‘ahora que estoy de este lado’” cuando son electos, y reparó que ella está “del mismo lado de siempre, podré tener una función u otra función, pero estoy de este lado”.

Sostuvo que “nunca un pueblo silencioso va a encontrar su felicidad” y resaltó la importancia de luchar por la democracia, que hoy implica “favorecer esa organización [de los pueblos], escucharnos entre todas y todos, siempre entender que el otro tiene una parte de la razón”.

También alentó a “buscar en todos los rincones de la desigualdad: entre mujeres y hombres, entre las niñas, entre los más viejos y entre los más pobres”, ya que “los pueblos que luchan por la igualdad mantienen viva la democracia”.