La moción propuesta por el Frente Amplio (FA) para plantear como “asunto político” la polémica suscitada por la entrega del pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset naufragó luego de que la coalición se negara a dar sus votos.

La senadora Silvia Nane fue la encargada de cursar la solicitud, en la sesión del Senado de este martes, y en su argumentación fue varias veces interrumpida por integrantes del oficialismo. Señaló que el caso expuesto recientemente a partir de las declaraciones de la exsubsecretaria de la cancillería Carolina Ache ante la Fiscalía muestran que la situación “está fuera de la armonía institucional que nuestra democracia merece, y podría decirlo en buen criollo y decir que estamos en un escándalo, no estamos en el día después”.

“Estamos en un escándalo, a la luz de los hechos y con la renuncia de cuatro jerarcas del gobierno, con aspectos reñidos que definen las relaciones democráticas”, manifestó, y agregó que en el marco de lo que consideran “una crisis política”, entienden que el Parlamento “tiene que dar señales claras, manifestar que es inadmisible que jerarcas del gobierno oculten información y entendemos que esto tiene que ser cuestionado por todos los partidos de gobierno, no sólo por el FA”.

La coalición solicitó dos cuartos intermedios y al retomar la sesión anunció que no apoyaría la moción propuesta por el FA, que necesitaba los votos de la mayoría simple de la cámara o de dos tercios de los presentes para prosperar. La senadora nacionalista Carmen Asiaín argumentó que “la crisis política quedó debidamente resuelta con la intervención y las decisiones del presidente de la Republica, comunicadas oportunamente en conferencia de prensa, y son suficientes para dar vuelta la página y seguir adelante”.

Asimismo, señaló que “las cuestiones que quedan por dilucidar están todas en el ámbito de la Justicia y es allí donde se conocerá el valor de los testimonios que se han dado”. Por último, apuntó que aprobar la moción sería avanzar en “una interpelación a los jerarcas ya renunciados”, lo que “sólo generaría la erosión de las relaciones políticas en este cuerpo y pondría en innecesario e inoportuno cuestionamiento las bases institucionales”.

Desde la oposición lamentaron la decisión del oficialismo y manifestaron que quedan muchas incógnitas en torno a las responsabilidades políticas. El senador del Óscar Andrade manifestó que la oposición no quiere que el Parlamento se pronuncie a la interna porque los “31 senadores fuimos engañados en la interpelación, no solamente los frenteamplistas”.

Señaló que hay mucho que no está aclarado y manifestó, a modo de ejemplo, que todavía no se tiene la “certeza de quién dio la orden de destruir información pública”, pero sí se sabe que “se destruyó información pública que estaba en un expediente, contrario a lo que dijo el presidente”, quien debe estar “pésimamente asesorado antes de emitir esa declaración”.

El senador Mario Bergara también lamentó que no se diera el ámbito para discutir algo que “afectó y afecta el Parlamento, porque el Poder Ejecutivo es parte del funcionamiento de un sistema democrático, que se basa en el relacionamiento armónico de los tres poderes y no puede pensarse que está por encima y que vengan ministros acá a ocultar información y a mentir descaradamente”.

Además, apuntó que el Ejecutivo no puede pensar que está por encima del Poder Judicial y elegir qué documentos le “otorga” y cuáles “destruye”. “Cómo no va a ser tema de discusión en la casa de la democracia el relacionamiento armónico entre poderes del Estado, que claramente está herido por estas cosas que estamos mencionando”, argumentó.

“No se asumen las responsabilidades políticas, lejos estamos de sentir que se ha dado vuelta la página. ¿Por qué, si todo el mundo actúa bien, se aceptan las renuncias de dos cúpulas ministeriales? ¿Por qué se hizo todo esto desde antes de la interpelación para ocultar lo que hoy queda claro, que se sabía perfectamente quién era Marset? Si el famoso decreto obligaba, ¿cuál era el problema de reconocer que se le había dado un pasaporte a un narcotraficante?”, preguntó Bergara.

También hizo hincapié en que “quedan dudas” sobre el rol del presidente y el conocimiento de todas las acciones que se tomaron en torno al ocultamiento de la información sobre la entrega del pasaporte a Marset.