Por unanimidad, el Senado aprobó este martes el proyecto de ley que habilita la comercialización de productos de la faena artesanal predial de cerdos, ovinos, aves y conejos, que ya contaba con media sanción de la cámara baja. El proyecto había sido presentado por el diputado colorado Juan Carlos Moreno, y apunta a que el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), a través de la Dirección de la Granja, sea quien habilite a los productores registrados para la venta de sus animales.

Si bien se aprobó por unanimidad, el debate no estuvo exento de polémica, dado que las gremiales cárnicas se manifestaron en contra del proyecto, y eso lo hizo saber el senador frenteamplista Alejandro Sánchez.

En sesión, el senador de la oposición expresó “preocupación” por legislar “sin recibir a nadie de los involucrados”. “La Asociación de Carniceros [Adicu] está alertada por esta ley, porque este proyecto podrá comercializar la carne”, y apuntó por los controles sanitarios. “Si carnea 40, 50 animales y sale a vender, ¿dónde están la salubridad, la trazabilidad, el combate al abigeato? Estas asociaciones pidieron ser recibidas por la comisión. Espero que la reglamentación nos dé tranquilidad a todos”, expresó.

La Comisión de Ganadería, Agricultura y Pesca de la cámara alta tenía previsto recibir a las delegaciones de la Unión de Vendedores de Carne (UVC) y de Adicu, el jueves a las 13.00, pero tras la aprobación del proyecto desde el recinto parlamentario informaron a las gremiales que dejan “sin efecto” la reunión, informaron a la diaria.

“Este proyecto tan abierto puede traer muchos problemas. Habrá que esperar que la reglamentación sea clara. Podemos generar una debilidad importante en lo sanitario, en pequeños comercios del interior”, advirtió Sánchez, mientras que el senador frenteamplista Eduardo Brenta indicó que las autoridades del MGAP “deberán tener los recaudos por cuestiones sanitarias”.

Mientras tanto, el senador cabildante Guillermo Domenech sostuvo que “esto es como la jineteada: se viene haciendo desde tiempo atrás sin mayores riesgos, sin que se funda ningún comerciante; está impuesto desde tiempo inmemorial. ¿Hay peligros? Sí. Tampoco vi morir a alguien por comer un cordero faenado predial”, reflexionó.

Por su parte, el senador blanco Sergio Botana dijo que es un tema en el que los legisladores actúan “de puro meteretes” y que “acá no hay línea política de nadie”: “Es como legislar [la] taba”, ejemplificó.

Moreno celebró la aprobación del proyecto de su autoría. En diálogo con la diaria, dijo que “es fundamental” poder avanzar en esta reglamentación para así poder darle solución “a este universo de productores que podrán autoconsumir o comercializar”.

“Hay gente que quiere un país tipo bananero”

Hebert Falero, presidente de la UVC, señaló a la diaria que el proyecto votado es “poco serio” y que la medida es “de retroceso”. “Hay gente que quiere un país de primera y hay gente que quiere un país tipo bananero, porque la verdad, retrocedemos. En la LUC [ley de urgente consideración] habían puesto que el INAC [Instituto Nacional de Carnes] se hiciera cargo de la habilitación de todas las carnicerías del interior”, y “resulta que ahora, por otro lado, sin consultar a nadie y sin pedir opiniones, votan una ley que permite faenar abajo del árbol y sin ninguna garantía de seguridad, porque no hay ningún control”, se quejó.

Falero remarcó que hay 17.000 productores que “no van a faenar todos”, pero que estarían en condiciones de hacerlo. Apuntó que en las carnicerías deben cumplir estándares, y en este caso eso no se puede garantizar. “Resulta que ahora permitimos que faenen en cualquier lado, sin ningún control y que comercialicen”; “estamos todos locos, entonces que no nos exijan más a nosotros”, fustigó.

Por su parte, Moreno dijo a la diaria que lo que los vendedores de carne plantean “no es justo ni es la realidad de lo que de manera informal sucede en nuestro país desde hace muchísimos años”. Para el colorado, no es el espíritu de la ley “crear una figura para que haga una competencia desleal”. “Lejos de eso, [se está] pensando en esa escala de microproductores de animales de granja que necesitan de esta herramienta para poder seguir viviendo en el medio rural, donde, a escalas pequeñas, buscan desarrollarse y poder vivir dignamente”, sostuvo.

Por el contrario, Moreno dijo que el propósito de la iniciativa es “hacer legal lo que hoy es ilegal, ayudando a quienes podrán hacerlo y también cuidando al consumidor final de este producto fresco y muchas veces orgánico y natural”, concluyó.