Tras el receso parlamentario, las distintas bancadas del Senado cambiaron a sus coordinadores para llevar un relacionamiento interpartidario que se traduce en reuniones semanales para coordinar el trabajo legislativo en la cámara y en las distintas comisiones. Amanda Della Ventura, senadora por el Frente Amplio (FA), oriunda de Florida, fue quien tomó esa posta, junto con la nacionalista Graciela Bianchi -con quien ha tenido rispideces-, el colorado Germán Coutinho y el cabildante Raúl Lozano.

La senadora de la oposición analiza cómo puede llegar a ser este año parlamentario, en el que se conjugará la última Rendición de Cuentas con incremento del gasto y además estará el acercamiento de la campaña electoral, de la que el FA acusa al presidente Luis Lacalle Pou de ya haber comenzado.

Sobre su nuevo rol, el balance a tres años de iniciada la gestión de Lacalle Pou, el accionar de la fiscal Gabriela Fossati y la interna de la Vertiente Artiguista, charló con la diaria.

Asumiste la coordinación de la bancada del Senado del FA. ¿Qué año se espera a nivel legislativo?

Hay muchas expectativas. Por un lado, para apurar esos proyectos que nos interesan y para presentar más proyectos, en el entendido de que el año que viene realmente va a ser muy difícil incorporar temáticas trascendentes o importantes. Más que nada a lo que yo aspiraría este año es a seguir trabajando en la línea que se venía haciendo estos tres años, que es con unidad en la diversidad dentro de nuestra bancada, con mucho compañerismo y mostrando a un FA sólido en coordinación con la estructura de la fuerza política.

¿Cuáles son los principales temas, a tres años de gobierno, que le preocupan al FA y se pueden abordar en el Parlamento?

Una de las cosas que ha sido impactante fue el caso Astesiano; en ese sentido, está pendiente una evaluación de nuestra bancada para ver qué pasos legislativos pueden darse con respecto a este tema. Eso sería lo más rápido que estaríamos valorando. Por otro lado, hay diferentes proyectos que están presentados, que aspiramos a que se consideren. En lo particular presentamos un proyecto para la imprescriptibilidad de los delitos de abuso contra menores, contra niños, niñas y adolescentes. Lo que esperamos es que ahora que la Comisión de Derechos Humanos, Equidad y Género pasó a ser una comisión permanente quizá podamos tratarlo en esa comisión. Lo otro en lo que había acuerdo y que nos parece muy importante es el tema de los delitos ambientales, que en realidad estaba para aprobarse, pero después tuvimos, sobre el final, una observación de Germán Aller.

Quien asume la coordinación por el Partido Nacional es Graciela Bianchi, quien ha hecho varias críticas contra usted. ¿Teme por el relacionamiento interpartidario de este año, que seguramente tendrá rispideces, sabiendo que es la última Rendición de Cuentas, a lo que se suma la campaña electoral?

De mi parte, como siempre lo he hecho, voy a poner todo lo que esté a mi alcance para que el relacionamiento sea civilizado. En ese sentido apostamos a que se pueda mantener ese relacionamiento, como tiene que ser. Es por el bien de la democracia y es por el bien de quienes nos votaron, que esperan un desempeño no confrontativo en lo personal pero sí en lo ideológico, porque ahí no hay dudas: tenemos dos concepciones de país diferentes. Vamos a estar debatiendo y confrontando ideas. Aspiramos a que podamos llevar este año también en buen tránsito.

Se ha cuestionado varias veces las actitudes de Bianchi tanto desde el FA como desde filas nacionalistas. ¿El Parlamento debería rever algunas actitudes que han tenido algunos senadores?

El año pasado habíamos presentado una moción para que de alguna forma se llamara al orden a la legisladora, pero no contó con los votos de la coalición. Creo que sí, que hay momentos en que viene bien llamar la atención para que no se repitan y que todos asumamos que hay cosas que no están bien; ese sería el mejor paso que podríamos dar como legisladores. Hay cosas que no están bien, haga quien las haga.

Se cumplieron tres años de la gestión del presidente Luis Lacalle Pou. ¿En qué momento cree que estamos? No fueron meses fáciles para el gobierno por los casos Astesiano y Marset.

Estamos en un momento complicado en el sentido de que hay cosas que están cambiando en nuestro Uruguay y que deberíamos estar alertas. La fiscal [Gabriela Fossati] denunció al presidente del FA, a un periodista y a [otras tres] personas por expresarse. No se dijo nada agraviante en el sentido de insultos o algo que pudiera ser condenable o que tuviera la intención de ofender a la fiscal [por parte del FA].

Uruguay tiene una de las democracias mejor consideradas. Es un tema de corrupción [el de Astesiano]. Está bien, fue al juicio abreviado, fue poco tiempo el que se le asignó, pero se comprobaron cuatro delitos y eso demuestra que hubo corrupción en el cuarto piso de la Torre Ejecutiva.

Por lo tanto, hay que estar muy alerta, respondiendo de forma correcta ante esto que consideramos que son atropellos y que la ciudadanía a veces, por un lado, de pronto no se entera lo más adecuadamente posible. El desafío de la fuerza política es ver justamente esos caminos para que se frenen estas actitudes y acciones que perjudican. Que al presidente [del FA] de alguna manera se lo quiera acallar es impactante y sorprendente. Cualquier ciudadano, más allá del partido que vote, tiene que reconocer que hay límites que no se pueden pasar.

¿Estamos ante una judicialización de la política?

Creo que sí. De una judicialización de la política y de una politización de la Justicia, de alguna forma, también. Se menciona al lawfare, pero de pronto no podemos decir que eso esté pasando aquí, pero tenemos que tener cuidado. Todos defendemos la Justicia, es un poder independiente.

¿Qué balance hacen de la actuación de Fossati en esta megacausa?

Ha seguido pasos correctos en el sentido de que ha procurado investigar, llegar a esas conclusiones, a esos delitos, pero hay cosas que no compartimos. Por ejemplo, que en el seguimiento hecho a la exesposa del presidente [Lorena Ponce de León] no haya nada que objetar judicialmente porque a ella no le parece que la haya perjudicado o que haya sido grave. Nosotras, que estamos en el tema de lo que es la violencia de género, sabemos que muchas veces no se dan cuenta de que están padeciendo violencia de género hasta que nos pase algo realmente grave, o que las maten. Pero existe. No es tan importante lo que opina la mujer, sino el hecho en sí. Fue un seguimiento que se hizo con medios que el Estado le proporcionaba -en este caso a Astesiano, como custodio presidencial-, no es que se lo pagó a un detective. Usó cámaras y otros medios, entre ellos, llegadas al Ministerio del Interior. Es realmente grave.

Teniendo en cuenta que todo esto derivó en que el primer político indagado sea Gustavo Leal y además se denuncie a Pereira por difamación e injurias, ¿se puede pensar en que hay una persecución al FA por parte de la fiscal?

Si no hay persecución, es algo muy raro, porque en realidad qué casualidad, los únicos que pasan a ser indagados fuera de lo que tienen que estar indagados son caras visibles del FA. No puedo decir que la fiscal hace persecución, pero deja dudas de por qué ese accionar, por qué se llevan a cabo estas indagatorias sin dar motivos. El abogado [de Leal, Diego Camaño] ha pedido las motivaciones y no le han dicho más que “se piensa que”, “puede ser que haya participado en”, nada concreto. La Justicia debe ser lo más imparcial, equilibrada, como lo dice su símbolo.

¿Piensa que con el proceso abreviado se cierra la posibilidad de cualquier responsabilidad política?

No. Los elementos han sido públicos... A los chats, los audios, han tenido acceso la población y los dirigentes políticos. Esas responsabilidades políticas siguen estando, evidentemente no se puede decir que no hay responsabilidades al más alto nivel.

Una de las autocríticas que se hizo el FA fue el poco acercamiento al interior. Como legisladora oriunda de Florida, ¿cómo has visto el rol de “El FA te escucha”?

No sólo “El FA te escucha”, con la presidencia de Fernando Pereira se le ha dado una dinámica al FA a nivel de país. Lo puedo ver desde los testigos de Florida y sé que eso está pasando en todos los departamentos. “El FA te escucha” surge como una necesidad, luego de la autocrítica que se expresó en el último congreso del FA, tras un proceso que ojalá lo tuvieran todos los partidos. Ese texto, largo, denso, al que se llega porque los comités de base, las coordinadoras y las departamentales van elaborando esa autocrítica que en última instancia en “El FA te escucha” se sintetiza en por qué perdimos.

Eso de que el FA no escuchó, no dialogó lo suficiente o no informó, porque hizo muchas cosas que nos damos cuenta cuando se van perdiendo, retrocediendo en derechos, como ha hecho este gobierno en estos tres años. Lo que uno siente es que en cada ámbito hubo retrocesos, hubo cambios, pero no para bien. En ese ida y vuelta es importante que informemos bien. En el gobierno nos faltó escuchar e informar.

Creo que el cambio cultural que debíamos haber hecho era acompañando lo que hacíamos, que tenía un porqué, que tenía que favorecer a los que nunca se vieron favorecidos, a tratar de que se equilibre más, redistribuir mejor. Ese porqué lo deberíamos haber trabajado al mismo tiempo que la solidaridad con los que menos tienen, el no ver al semejante como alguien que en realidad merece que lo tratemos de acuerdo con sus circunstancias; si no nos ponemos con empatía a mirar a los demás, vamos por el otro camino.

Con las cartas vistas, ¿lo planteado por Graciela Villar en su momento de que era una elección “entre oligarquía y pueblo” resultó ser cierto?

Capaz que sí. En realidad, mirando en los hechos concretos acá se apuesta a los malla oro y a quienes tienen el poder económico en nuestro país y se deja de lado que se quita salario [a los trabajadores], y a las jubilaciones más bajas no se las beneficia. Realmente hay una política que al pueblo no se lo contempla, y sí a otros.

¿De corte empresarial?

Sí, industrial, entre otros. Los grandes.

Hay quienes creen que en la Vertiente Artiguista se debería apoyar a Yamandú Orsi. ¿Entiende que se lo debe promover?

Lo que estamos tratando, hacia la siguiente asamblea [del 11 de marzo], es de que los vertientistas de todo el país sepan que estamos en esto, que estamos decidiendo algo trascendente, porque es muy importante lo que resolvamos. Lo que salga de esa asamblea será la voluntad mayoritaria de nuestro sector. Sí te puedo decir que a nivel de nuestra directiva hay una tendencia de respaldos importante a la candidatura de Orsi. Pero, como te digo, lo queremos resolver en esa asamblea.