Tal como auguraban en el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), este lunes se informó sobre un nuevo foco del virus de influenza aviar H5 en el departamento de San José. El virus fue detectado en 110 gallinas de traspatio, que, en cumplimiento del protocolo, fueron sacrificadas. Se trata del noveno foco registrado desde el inicio de la emergencia sanitaria, que empezó en febrero con los primeros casos en cisnes de cuello negro en la laguna Garzón. Hasta ahora, la enfermedad ha sido detectada sólo en aves silvestres o de traspatio, sin afectar directamente a la industria avícola.
Pero hay preocupación en el sector empresarial. De hecho, la Cámara Uruguaya de Procesadores Avícolas (Cupra) les planteó a las autoridades del MGAP la creación de una “entidad similar al Grupo Asesor Científico Honorario [GACH]” para efectivizar “el involucramiento del ámbito científico” en el tratamiento de la enfermedad. Mediante una carta, la gremial también planteó la participación de “la comunidad científica a través de la ANII [Agencia Nacional de Investigación e Innovación] para enriquecer el conocimiento y seguir la evolución de la epidemia global”.
Asimismo, Cupra reclamó “contar con un intercambio fluido” con los jerarcas del MGAP y solicitó “información actualizada en tiempo real sobre todo el proceso de vigilancia” de la enfermedad, así como “dedicar los mayores esfuerzos para resolver los problemas de informalidad y bioseguridad asociados en un amplio número de granjas de postura”.
Acerca de la anunciada campaña de vacunación de los pollos, que será gratuita y obligatoria para los productores avícolas, Cupra sostuvo que, en base a “la información disponible y la experiencia extranjera”, resulta “necesario acompañar esta decisión con otras medidas complementarias”. Por último, la gremial advirtió que el ingreso del virus al sector productivo pondría “en riesgo el proyecto de modernización del rubro” y “sus expectativas de exportación”.
En diálogo con la diaria, Juan Ignacio Buffa, subsecretario del MGAP, aseguró que “dentro del ministerio hay gente sumamente competente y especializada en la problemática de la avicultura”. Si bien puntualizó que el vínculo de la cartera con Cupra es “súper fluido”, señaló que la conformación de un GACH “es un instrumento muy importante cuando lo desconocido está entre manos”, por lo tanto, “debería quedar reservado para ciertas coyunturas donde amerite”, de lo contrario, “uno puede bastardear el instrumento”.
Buffa agregó que la decisión de adquirir vacunas contra la gripe aviar tiene el respaldo de “un conjunto de técnicos” del MGAP que estudiaron “el estado del arte, la situación epidemiológica de Uruguay y el sistema de producción de Uruguay”. No obstante, resaltó que “con o sin vacunación” hay que “seguir trabajando en las condiciones de bioseguridad para que la enfermedad no ingrese al circuito comercial”. “Eso es lo más importante que se puede hacer”, subrayó; y recordó que el virus no afecta el consumo de carne o huevos.