La corriente sindical Articulación realizó este viernes un plenario nacional de delegados en el que se analizó la propuesta de impulsar un plebiscito contra la reforma de la seguridad social, una iniciativa que en el PIT-CNT impulsan, con matices, la Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social y la Unión Nacional de Trabajadores del Metal y Ramas Afines.

Tras la Mesa Representativa del 6 de julio, el dirigente metalúrgico comunista Marcelo Abdala dijo que “parecería haber buena perspectiva de que el PIT-CNT resuelva ir a un plebiscito” contra una de las reformas estructurales más importantes que se aprobó durante el gobierno de Luis Lacalle Pou.

En Articulación, sin embargo, la opinión sobre este asunto es meridianamente diferente, según quedó evidenciado tras la reunión que se llevó a cabo al mediodía en el local de la Acción Sindical Uruguaya. “Como Articulación reafirmamos colectivamente que no sería conveniente avanzar por este camino. Y lo sostenemos por varias razones, todas esencialmente tácticas”, resumió el sindicalista de la Asociación de Bancarios del Uruguay (AEBU), Fernando Gambera, consultado por la diaria.

Gambera integró la mesa que presentó el informe político ante unos 50 sindicalistas, junto a la secretaria general del PIT-CNT, Elbia Pereira (Federación Uruguaya de Magisterio), y el director del Instituto Cuesta Duarte, Milton Castellanos, históricamente vinculado a uno de los gremios en los que Articulación tiene mayor peso, la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicios.

El plenario de Articulación, informó Gambera, resolvió que “seguirá conversando” para “buscar salidas comunes, si es que fuera posible”, con las otras corrientes mayoritarias del PIT-CNT de cara a la Mesa Representativa que se convocó para el 10 de agosto, en la que se terminará de resolver el asunto.

La resolución de esta “diferencia táctica” entre Articulación y el frente sindical comunista es un tema clave para la central obrera, ya que ambas corrientes mayoritarias tienen desde hace 20 años un acuerdo político que ha permitido mantener los equilibrios internos. Este entendimiento quedó plasmado, tras sucesivos congresos, en las duplas de conducción que han estado al frente del PIT-CNT durante esa etapa: primero Fernando Pereira con Juan Castillo, luego Marcelo Abdala con Pereira y actualmente Abdala y Elbia Pereira.

“En este caso lo que tenemos es una diferencia táctica, no diferencias sobre el fondo del asunto. Estamos en contra de la reforma jubilatoria y estamos en contra de las AFAP, eso está fuera de discusión. Pero tenemos dudas de utilizar esta herramienta [el plebiscito] porque no creemos que tenga que estar allí el centro del esfuerzo y de la militancia en la agenda que tenemos para el año que viene”, detalló Gambera.

Articulación, según el sindicalista de AEBU, maneja al menos cuatro líneas argumentales para oponerse a la herramienta del plebiscito. La primera tiene que ver con las consecuencias de una posible derrota. “Si perdés, eso queda grabado en piedra, y va a ser más difícil lograr cambiar algún aspecto de la reforma jubilatoria, independientemente de quién gane la elección nacional”, argumentó.

Otro razonamiento tiene que ver con la administración de energías y recursos, un aspecto que está asociado al reciente referéndum contra la ley de urgente consideración (LUC). “Con la LUC el movimiento sindical hizo un gran despliegue, en varios planos, incluso en el económico. En definitiva, te gastaste un cartucho y hasta que no puedas tener otra vez nuevos cartuchos, no hay vuelta, te tenés que dosificar”, sintetizó.

El tercer argumento está vinculado propiamente a la herramienta del plebiscito, que en general no ha arrojado resultados favorables para los movimientos sociales que lo impulsan. “Es el único camino que podríamos transitar en este caso porque son temas tributarios y privativos del Poder Ejecutivo. Las firmas son pocas, pero después quedás inmerso en una campaña electoral y atado a la actitud y voluntad de los sectores políticos. Eso para mí no es un detalle”, opinó Gambera.

La cuarta línea de argumentación es más política, ante la posibilidad de que el presidente Lacalle Pou termine asumiendo un rol protagónico en una elección presidencial en la que no podrá ser reelecto. “El mayor capital político del gobierno es la alta aprobación del presidente, lo dicen todas las encuestas. Y si uno mira lo que hizo Lacalle Pou con la LUC, cuando claramente salió a defenderla, es altamente probable que en este caso haga lo mismo. Ahí lo que terminaríamos generando es que la figura del presidente se termine colando en una campaña electoral en la que no debería participar”, razonó Gambera.

El sindicalista bancario, que renunció al Partido Socialista en octubre de 2021, opinó además que los escenarios de polarización “siempre favorecen a la derecha, por tanto, favorecen al gobierno y a la continuidad del gobierno”. “Entonces consideramos que ese sería un argumento extra para no generar justamente un escenario de polarización”, señaló.