Las afirmaciones de la senadora nacionalista Graciela Bianchi -vicepresidenta en ejercicio por la salida del país de Beatriz Argimón- sobre el proceso electoral en España generaron repercusiones políticas dentro y fuera de las fronteras. Debido al tenor de sus acusaciones contra el PSOE, partido del jefe de gobierno español, Pedro Sánchez -que vinculó a “narcodictaduras” y el “terrorismo de la ETA”-, Argimón y el canciller, Francisco Bustillo, debieron pedir disculpas, y en el sistema político uruguayo llovieron las críticas y los pedidos de responsabilidad hacia el Partido Nacional.

En rueda de prensa, este jueves, el intendente de Canelones y precandidato a la presidencia, Yamandú Orsi, dijo que si bien “es un capítulo que ya se está cerrando”, lo que generó Bianchi con sus declaraciones “fueron horas de vergüenza como país”, sobre todo por la investidura que está representando hasta que vuelva Argimón, precisamente de España, lo que sucederá el domingo.

“Hay que entender dónde uno está parado y cuál es la responsabilidad que la ciudadanía nos asignó; cuáles son las cosas que debemos hacer y las que nunca podemos hacer. Yo creo que no se puede tomar con liviandad la responsabilidad que uno tiene, y la actividad política es bastante más cuando uno la toma en serio que emitir permanentemente el mensaje”, reflexionó Orsi.

El intendente canario consideró que “no se puede jugar a la política”, porque “es un honor participar en ella y es un honor que la ciudadanía nos ponga donde nos pone, por lo tanto hay que honrar a la ciudadanía, y eso exige seriedad”.

Sobre la reacción que tuvieron las autoridades del gobierno tras conocerse el malestar que generó el tuit de Bianchi en el gobierno español, Orsi afirmó que “esos actores concretamente [Bustillo y Argimón] actuaron como tienen que actuar”, pero resaltó que en este caso “estamos ante algo que no es sólo una persona, sino que es un estilo que se lo deja pasar y va más allá del disparate doméstico”.

“Por lo tanto, bienvenidas sean las señales de responsabilidad, como las que vimos del canciller y de la vicepresidenta, pero creo que deberíamos todos los partidos siempre revisar el grado de seriedad que nuestras figuras o nuestros integrantes le están poniendo a la tarea que se les encomienda”, planteó.

Consultado en cuanto a si considera que se ha perdido la decencia en la política, el dirigente frenteamplista consideró que “se han perdido algunas cosas; algunos códigos”, y “con los códigos me di cuenta de que también se fue el grado de seriedad”, aseguró. En ese sentido, expresó que “nuestras palabras cuando estamos en algunos lugares tienen repercusiones concretas sobre lo que le pasa a nuestra gente. Y que tengamos que gastar energía o poner, nada menos, que al canciller, a la vicepresidenta de la República a enmendar cuestiones por algunos deslices, entre comillas, habla de que tenemos un problema que va más allá de la persona”, opinó, en referencia a Bianchi.

Por lo anterior, Orsi consideró que los dirigentes políticos deberían bajar línea y evitar este tipo de actitudes: “Por lo menos no dejar pasar, porque cuando alguien deja, deja y deja y miramos para otro lado y decimos ‘bueno, fue ella’, es porque también, en alguna medida, estamos entendiendo que podemos acarrear agua para nuestro molino”.