Este martes, el senador del Partido Nacional Jorge Gandini respondió a las declaraciones realizadas el lunes por el subsecretario de Turismo, Remo Monzeglio, respecto del cierre de la empresa Pluna. La aerolínea, que el Estado uruguayo gestionó junto a la empresa Leadgate en sus últimos años, fue liquidada durante el gobierno de José Mujica luego de que, según Gandini, Leadgate incumpliera el contrato que ambas mantenían. De acuerdo con Telenoche, Monzeglio declaró que el cierre de la aerolínea supuso “un error garrafal”.

Para Gandini, el subsecretario “se quedó corto”. Tal como explicó en rueda de prensa, la operación conjunta entre el Estado y Leadgate derivó en una serie de problemas que el primero aún tiene que enfrentar. En primer lugar, el senador blanco remarcó a la diaria que el Estado debió pagar un total de 33 millones de dólares al banco canadiense Scotiabank luego de presentarse como garantía para la compra de siete aviones Bombardier que Leadgate no abonó. Dicho monto fue subdividido en cuotas semestrales de 5 millones de dólares, que figuran en las últimas rendiciones de cuentas y finalizarán este año. Al respecto, Monzeglio categorizó a la entonces sociedad, donde el Estado poseía un 25% de las acciones, pero era garante al 100% de la compra de aviones, como “un verdadero disparate”, que “fue muy cuestionado y va a seguir siendo cuestionado a lo largo de la historia”. Así, explicó, “los uruguayos tenemos que estar pagando todavía un cierre intempestivo, que dejó tirado el prestigio del Uruguay como teniendo una línea de bandera”.

Por otra parte, Gandini agregó que el Estado debe afrontar una demanda iniciada por Leadgate en Estados Unidos, que aún no ha sido resuelta. Según el senador nacionalista, esta se debe a la decisión de liquidar Pluna, “que increíblemente se genera del mal manejo económico de la Sociedad Anónima a la que Uruguay transfirió la empresa”. Tanto Monzeglio como Gandini afirmaron no saber más acerca del juicio, aunque este último reconoció que de perderse, costaría “mucho dinero” al Estado.

la diaria consultó al subsecretario de Turismo acerca de los efectos del cierre de Pluna sobre el sector turístico. Monzeglio dijo que “es difícil” estimar tal cosa a diez años del cierre, dado que tampoco se hizo entonces. “Nunca se contabilizaba lo que generaban los turistas que entraban al país a través de Pluna”, explicó.

Sí fue posible obtener un estimado por parte de Fernando Riva, vicepresidente de la Asociación Uruguaya de Agencias de Viajes (Audavi). Riva informó a la diaria que Pluna transportó un total de 1.600.000 pasajeros en su último año operativo, algo que significó unos 200 millones de dólares, su “mejor año de movimiento de pasajeros y facturación”, muy por encima de los 60 millones que promediaba anualmente. El vicepresidente de Audavi lamentó así la pérdida de puestos de trabajo, conectividad aérea y potenciales turistas, una perspectiva similar a la manejada por Monzeglio.

Además, estimó que de obtener resultados similares a los que tuvo Pluna en su último año, una nueva aerolínea de bandera sería beneficiosa para el sector. Para él, “no se entiende, si bien tenemos pocos habitantes, cómo no hemos podido desarrollar una aerolínea de bandera”, dado que según datos que maneja, Uruguay es uno de los países con mayores índices de viajeros per cápita.

De todas formas no parecería haber intención por parte del Ministerio de Turismo: “Como dice el dicho, el que se quema con leche ve una vaca y llora”, ironizó Monzeglio. Si bien el subsecretario reconoció que de existir, Pluna podría tener un rol clave para el sector, “a nadie hoy se le podría ocurrir pensar que podemos tener una línea aérea del Estado nuevamente”.