“Pasamos de un pliego de 89 folios”, con garantías, factores de ponderación y puntajes de evaluación, a recibir los requisitos del llamado “por teléfono o por una nota de menos de media carilla”, cuestionó la empresa estatal China Shipbuilding Trading Company (CSTC), en referencia a la adquisición por parte del gobierno uruguayo de dos buques Offshore Patrol Vessel (OPV), por 92 millones de dólares, para mejorar la capacidad de vigilancia de la Armada Nacional.

Aunque todavía no tiene el aval del Tribunal de Cuentas, la compra ya fue adjudicada al astillero español Cardama Shipyard, según informó días atrás el ministro de Defensa Nacional (MDN), Javier García. En su página web, la empresa española dice tener “una larga experiencia en la construcción y reparación de buques”. Está previsto que los dos patrulleros oceánicos atraquen en el puerto de Montevideo durante 2025.

A fines de 2021, el MDN hizo un primer llamado para comprar dos buques OPV para la Armada Nacional. Recibió ofertas de empresas de China, Países Bajos y Francia, y la opción mejor evaluada por las comisiones técnicas fue justamente la de CSTC, a un costo de 160 millones de dólares. Sin embargo, en enero de 2023 el MDN comunicó que este monto excedía el presupuesto del ministerio y anuló el llamado. En ese momento también trascendieron presiones desde Estados Unidos para que no se adquirieran buques chinos.

En una carta dirigida a la presidenta de la Comisión de Defensa Nacional, la senadora frenteamplista Sandra Lazo, a la que accedió la diaria, la empresa estatal china sostiene que los requisitos del segundo llamado, que ganó Cardama, “nunca estuvieron definidos”. “Pasamos de un pliego de 89 folios con requisitos, garantías, factores de ponderación, puntajes de evaluación, etcétera, a recibir los requisitos por teléfono o por una nota de menos de media carilla”.

Pese a esto, CSTC dice haber enviado dos ofertas, “siendo una de ellas el buque que obtuvo el mayor puntaje”, pero “con menos prestaciones, adecuando las mismas al presupuesto disponible”. Asimismo, señala que el agregado militar chino en Uruguay, el coronel Gao Feng, invitó a la Armada Nacional a visitar los astilleros de CSTC en China, pero el ofrecimiento “no fue aceptado”, a pesar de que a mediados de mayo el subsecretario del MDN, Rivera Elgue, estuvo en España recorriendo las instalaciones de Cardama.

“¿Por qué se eligió esta forma de procedimiento, en el cual no existió fecha ni hora precisa de entrega de ofertas? ¿Por qué se desistió de las formalidades y procedimientos acordes a una compra de este nivel?”, preguntó en la misiva CSTC, que se presenta como “el principal astillero estatal de la República Popular China”, con activos totales de 112.000 millones de dólares y 310.000 trabajadores.

Cuando anunció la compra, García afirmó que la resolución contó con el aval de “la comisión asesora que designó el MDN” y con “el asesoramiento de la Armada Nacional”. Manifestó que el gobierno eligió la oferta de Cardama por el plazo de entrega, el costo total y el cumplimiento de los requisitos técnicos.

Sandra Lazo: “No ha sido muy prolijo”

El lunes, García fue a la Comisión de Defensa Nacional para informar a sus integrantes sobre la adquisición de los buques OPV. En diálogo con la diaria, Lazo expresó que, al margen de “la intencionalidad del ministro de que [el proceso] sea transparente”, el proceso “no ha sido muy prolijo”.

La senadora de la oposición recordó una nota de El Observador que consignó un informe elaborado por el director general de Material Naval, Gustavo Musso, que definía como “imprescindible” que el astillero seleccionado tuviese experiencia. Cardama nunca construyó este tipo de buque OPV.

Lazo señaló que CSTC “no es la única” empresa que participó en el segundo llamado y ahora plantea críticas. De todos modos, en el caso puntual de la empresa estatal china, estimó que el reclamo no tendrá “una consecuencia” en el relacionamiento entre ambos países.

Si bien coincidió con García en que la adquisición de los patrulleros oceánicos “se trata de una cuestión de Estado”, Lazo afirmó que por el momento el Frente Amplio “ha sido simplemente un espectador de esto”.

En tanto, el senador del Partido Nacional Rodrigo Blás dijo en una rueda de prensa que “normalmente” las empresas que pierden un llamado público “se quejan”. “No conozco nada que compre el Estado donde el que pierde no se queje”, aseguró.

Sobre el contenido de la carta de CSTC, sostuvo que la empresa estatal china presentó “una segunda oferta informal” que, con el propósito de bajar el costo, “le quitaba elementos que son fundamentales para estas lanchas”. En cambio, Cardama ofertó “un precio que nos conviene” y “una lancha que se ajusta a lo pedido”. “Los caminos son correctos y después de 15 años de ausencia de patrullaje en nuestras costas, que es realmente el objetivo, vamos a tener, si Dios quiere, una respuesta para eso”, afirmó Blás.