Al titular del Ministerio de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, lo esperaban este miércoles unos 100 trabajadores de Ancap en las afueras del Palacio Legislativo, convocados a manifestarse por la Federación Ancap (Fancap), que hizo un paro de actividades durante toda la jornada en rechazo al proceso de asociación privada en el pórtland por parte de la empresa estatal. Adentro, el ministro fue recibido por los senadores de la Comisión de Industria, con quienes intercambió durante un par de horas sobre la iniciativa en curso.

“Hace 20 años que se pierde dinero”, afirmó Paganini en una rueda de prensa en referencia a la industria cementera. “Se probaron otras cosas, [pero] no funcionaron”, expresó; y aseguró que para bajar el déficit que tiene el sector “la solución viable es conseguir un socio [privado] que nos aporte acceso a mercados regionales para poder aumentar el volumen de producción”. “Creemos que es el único camino viable”, subrayó.

En setiembre del año pasado, el directorio de Ancap aprobó el inicio del proceso de asociación con una empresa privada. Actualmente la empresa estatal es propietaria de dos plantas de producción de pórtland, ubicadas en Minas y Paysandú, y tiene una tercera planta en Manga, centrada en aspectos logísticos. En principio, el plan del directorio era concretar una asociación de manera integral, es decir, con las tres plantas, pero luego se sumaron dos opciones de asociación parcial: una con la planta de Paysandú y otra con las plantas de Minas y Manga. Para cualquiera de las tres opciones se disponen contratos de comodato por 30 años y una participación minoritaria de Ancap dentro de la sociedad.

Según Paganini, “el mercado uruguayo no alcanza para desarrollar un negocio que haga viable” la división de pórtland de Ancap; por eso “necesitamos a alguien que nos dé acceso a los mercados regionales”. El ministro afirmó que en un mercado “concentrado” y “con grandes jugadores”, como el cementero, “no es fácil” que ingrese “un jugador recién llegado”, pero si este “tiene una estrategia de penetración fuerte y espalda para hacerlo, lo puede hacer” en conjunto con Ancap.

Actualmente Cementos del Plata, subsidiaria de Ancap, tiene un tercio del mercado uruguayo; el resto se lo dividen Cementos Artigas, de capitales españoles y brasileños, Cimsa, cuyos accionistas son los futbolistas Diego Lugano y Diego Godín, y Cielo Azul, de capitales brasileños.

El presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic, que acompañó a Paganini durante su comparecencia ante la comisión, señaló en una rueda de prensa que la apertura de ofertas de la licitación para la asociación privada se realizará el próximo 12 de setiembre. “El pliego está en la calle y se puede presentar cualquiera”, comentó, “en este momento no podemos aseverar cuántos interesados hay”.

La posición del sindicato

En conversación con la diaria en la explanada del Palacio Legislativo, el secretario general de Fancap, Manuel Colina, negó que el involucramiento de un privado sea la solución al problema. “Lo que propone este directorio es asociar a Ancap por un lapso que podría llegar a los 100 años y que Ancap se quede con el 10% de la producción de la piedra caliza”, recurso natural cuya “potencialidad” estimó en “miles de millones de dólares”. El esquema propuesto, sostuvo, conlleva que el restante 90% “se lo lleve un privado”.

Colina coincidió en que el sector del pórtland de Ancap “tiene problemas desde hace muchos años” y aclaró que desde Fancap “no defendemos malas gestiones”, ni “la gestión pésima de abandono total de la industria que se está llevando ahora” ni “las gestiones malas del pasado”. Respecto de las administraciones del Frente Amplio (FA), opinó que “se cometieron errores” porque “dejaron inversiones por la mitad” que podrían haber mejorado la tecnología y la capacidad de producción de la empresa pública.

“También es cierto que en el último quinquenio [del FA] hubo un plan de reconfiguración de la industria cementera para que no perdiera dinero y se llegó a 2019 con un empate técnico, o sea, se fueron reduciendo las pérdidas hasta que prácticamente dieron cero”, agregó.

Consultado sobre las alternativas que propone el sindicato, Colina dijo que “faltan escenarios para estudiar”. Por ejemplo, incorporar tecnología en las plantas o “estudiar una política de expansión de fronteras”, porque “a 500 kilómetros a la redonda de la planta de Paysandú no hay otras producciones de pórtland”. Pero “no es un escenario que se resuelva en cinco años, por lo tanto, no es un escenario que dé votos”, puntualizó.

Por último, acerca de la posible afectación de las fuentes laborales en caso de concretarse la asociación privada, Colina señaló que “este mismo directorio” de Ancap “les prometió a los trabajadores del supergás que los cambios en el mercado no iban a afectar los puestos de trabajo”. Sin embargo, el nuevo esquema entró en vigencia el 1º de marzo “y el 25 de marzo había 60 [trabajadores] despedidos”, apuntó.