En 2023, durante la crisis hídrica, la intendencia de Canelones y el entonces intendente, Yamandú Orsi, convocaron a un gabinete por el agua, con el objetivo de aportar “a la construcción de estrategias escalables que permitan atender la emergencia hídrica y al mismo tiempo abordar los desafíos a mediano y largo plazo en el departamento”.

Ese gabinete contó con la participación de técnicos provenientes de variadas esferas, como la Facultad de Ciencias y el Centro Universitario Regional Este (CURE), de la Universidad de la República, la Organización de las Naciones Unidas, la Organización Panamericana de la Salud y el Banco Mundial. De allí surgieron cinco ejes de trabajo, que se desglosan en un total de 12 acciones.

Los ejes fueron: “Transformar la crisis en oportunidades, planificar para el futuro; asegurar la toma de decisiones basada en evidencias; impulsar la mayor articulación interinstitucional y programas de control; involucrar a la ciudadanía en nuevos paradigmas de consumo sustentable del agua; y dimensionar el desafío de la gestión del agua no solamente en clave técnico científico, sino también y fundamentalmente social y por tanto político”.

El miércoles 13 de noviembre en el teatro Politeama de Canelones presentarán “acuerdos de trabajo fundamentales con cuatro equipos de la Universidad de la República y del Instituto Pasteur, con énfasis en Aguas Subterráneas, Cuencas de Laguna del Cisne y del río Santa Lucía”. En diálogo con la diaria, el director de Gestión Ambiental de Canelones, Leonardo Herou, mencionó que el encuentro tendrá tres puntos claves: reafirmar que “temas tan importantes como el agua se deben trabajar con quienes generan conocimiento” y el vínculo con la academia es clave, presentar resultados concretos de decisiones que el departamento tomó “en plena crisis” y “prepararnos para el futuro”, lo que implica “seguir trabajando con la academia, con los vecinos, con distintos actores y profundizando lo que ya veníamos haciendo”.

Acuerdos de trabajo con la academia

Son cinco acuerdos. Dos concentrados en las aguas subterráneas, dos en la cuenca del río Santa Lucía y la Laguna del Cisne, y el último dedicado al Sistema de Monitoreo Automatizado de calidad de agua.

“Mejorar el conocimiento sobre aguas subterráneas de Canelones” y realizar una “caracterización microbiana en aguas subterráneas” son los primeros dos acuerdos trabajados con la Facultad de Ciencias y la Unidad de Bioinformática del Instituto Pasteur de Montevideo, respectivamente.

Herou afirmó que “en plena crisis del agua un elemento claro era que faltaba información en todo el país sobre aguas subterráneas”; a partir de ahí, surgió un convenio entre la Intendencia de Canelones y Recursos Hídricos Subterráneos de la Facultad de Ciencias para comenzar a estudiar las aguas subterráneas del departamento. Según explica el comunicado, el “producto final será una base de datos hidrogeológica que podrá ser actualizada en la medida que se generen más datos” y una “carta hidrogeológica con su memoria explicativa, primera a nivel departamental”.

El proyecto con el Instituto Pasteur de Montevideo busca “caracterizar las comunidades microbianas de aguas subterráneas de pozos asociados a distintas regiones y actividades socioeconómicas del departamento que permitan obtener información para identificar indicadores para un monitoreo a largo plazo. A corto plazo busca brindar información sobre pozos comunitarios del departamento para determinar su uso adecuado y georreferenciar aquellos que permitan generar una estrategia de suministro de agua ante eventos extremos de sequía”.

En torno al río Santa Lucía, Herou sostuvo que “si queremos asegurar agua de calidad para el 60% de la población de Uruguay, hay que crear estrategias de protección de la cuenca del río Santa Lucía”. En este sentido, se trabaja con la Facultad de Ciencias en seis líneas de acción: el estado de los suelos, la extracción de arena, áreas prioritarias para la infiltración, sistema de alerta temprana de las inundaciones, plan de manejo participativo de El Rincón de Santa Lucía y la zona buffer de ancho variable. Herou explicó que la zona buffer es “la zona de protección, de amortiguación sobre el río y sus afluentes”.

Con el CURE se trabaja en la protección de la Laguna del Cisne, con base en tres ejes: la puesta en valor de la cuenca de la Laguna del Cisne como ecosistema clave para Canelones; formas de producir y habitar; y el abordaje interinstitucional y participativo. Como parte de la revalorización, Herou confirmó que solicitarán al Ministerio de Ambiente que “defina como clase 1 a la laguna, esto quiere decir que se priorizará el uso de abastecimiento de agua para agua potable para la población”. En esta línea, hacen algunos planteos a OSE: “Entendemos que OSE, además de tomar agua y potabilizar, tiene que ser un actor que sintonice sus actividades con los objetivos de protección de la Laguna del Cisne, por ejemplo, asegurando un correcto tratamiento de los lodos que se generan en la planta”.

También con el CURE, el último acuerdo apunta a potenciar el monitoreo automático que han desarrollado. Según el comunicado, este año trabajan en dos objetivos: “la actualización tecnológica de las boyas lacustres” y la “generación de mejoras en la visualización pública de los datos generados”.