En agosto, El Observador informó con base en fuentes vinculadas al censo, y recientemente confirmó la diaria, que el Censo 2023 tuvo un 10% de falta de cobertura. A su vez, la diaria informó recientemente sobre el rechazo del Instituto Nacional de Estadística a responder una solicitud de acceso a la información pública en la que se consultaba por los resultados de la Encuesta Nacional de Evaluación Censal (ENEC), una herramienta destinada a indagar sobre el nivel de cobertura del censo.
Este martes, luego de la presentación de los datos del Censo, la diaria le consultó al director del INE, Diego Aboal, sobre la cifra de población sin cobertura y respondió que hubo 6,4% de no respuesta, o sea “hogares que no han abierto la puerta”, y 4% de “omisión propiamente dicha”.
Aboal explicó que “por primera vez” va a haber una estimación “completa” de población a nivel de localidades, ya que se obtuvieron datos del 10% de la población no censada “a través de registros administrativos”. Por lo tanto, “esta cifra de 6,4% de no respuesta y 4% de omisión propiamente dicha refiere al operativo por cuestionario (internet y presencial)”, apuntó.
A su vez, consultado sobre ese 10% no cubierto y el porcentaje que corresponde a barrios periféricos, asentamientos y la ruralidad, el jerarca se limitó a decir que “hay cierta heterogeneidad” entre los no consultados.
Este miércoles, en una entrevista con Fácil desviarse, consultado sobre si entiende que hay un sesgo en las personas no censadas en cuanto a regiones y estratos sociales, Aboal respondió que sí y que, al tenerlos identificados, saben que “el estrato de 20 a 25 años varones es un tema” y que “esto ya ha estado identificado en censos pasados”.
En ese sentido, indicó que se sabía “dónde estaba localizada la omisión”, pero no tenían información sobre los individuos. Indicó que del 4% que se omitía “uno sabía más o menos el perfil de las personas” a través de una encuesta, pero no “con exactitud” quiénes eran, y se desconocía la edad y el sexo.
Ante la repregunta sobre si es gente de 20 a 25 años de determinado estrato social, el jerarca reiteró que “no hay una localización homogénea en el territorio”, por lo cual, saben que “algunos pertenecen a barrios de estratos socioeconómicos más bajos”. “Si bien uno no tiene la información sobre ingresos de estas personas -de hecho tampoco lo tenemos en las preguntas del censo-, de ese porcentaje no recogido en campo sabemos sexo, edad y dónde viven, porque tenemos dirección de residencia”, remarcó.
Por otra parte, ante la consulta sobre la cantidad de gente que vive en asentamientos y qué datos hay con relación a eso, Aboal señaló que por ahora están los microdatos, y también en el INE están trabajando con la Dirección Nacional de Integración Social y Urbana del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial “para tener una cifra de cuántas son las personas que viven en asentamientos”.
Debido a que los microdatos ya están disponibles, Aboal dijo que lo que resta hacer es “delimitar las zonas que se definen como asentamiento” -con “criterios para definirlos”-, y que una vez que se delimitan estas áreas, “se cuenta la población que cae allí adentro, y ese es el número de personas que viven en asentamientos”.
Consultado sobre si se esperó a que pasaran las elecciones para publicar los datos del censo, el director destacó que si se observa el trabajo de los funcionarios “en los últimos diez días, trabajando 14 horas, nos vamos a dar cuenta de que llegamos a esta fecha”, y por tanto “se llegó porque se llegó a nivel de trabajo”. “Esto implica trabajos de validación”, precisó, y aclaró que ahora tienen “bastante más información para validar los datos”.