Alberto Iglesias, el último presidente que tuvo la exmutualista Casa de Galicia, tuvo diferentes grados de exposición en el proceso de cierre de la institución y los capítulos siguientes. En la previa del cierre del exprestador, desde diversos frentes reclamaron que Iglesias se pronunciara, y en enero de 2022, unos cuatro meses antes del cierre definitivo, Iglesias reapareció, aclaró que en el desarrollo de la intervención y el posterior cierre estaba atravesando un quebranto de salud y prometió responder tanto las consultas como las difamaciones.

A partir de ese momento, Iglesias difundió un relato que sostiene hasta ahora y que reafirma una y otra vez: que a Casa de Galicia la cerró el gobierno actual, en un plan orquestado por decenas de jerarcas. El Poder Ejecutivo no se quedó de brazos cruzados ante sus acusaciones y, de hecho, el Ministerio de Salud Pública (MSP) presentó ante la Justicia 12 denuncias contra él, en las que lo acusó de emitir cheques sin fondo, de apropiación indebida y de estafa, entre otras cosas. Luego de varios meses de investigación, este lunes el fiscal especializado en Delitos Económicos, Gilberto Rodríguez, archivó las 12 denuncias de la cartera contra el expresidente, pero adelantó que pedirá su imputación por dos órdenes de pago firmadas por él días antes del último concurso de acreedores al que se presentó la exmutualista, que beneficiaban a una de las empresas que participarían en el concurso.

Este martes, un día después de la última instancia judicial, Iglesias recibió a la diaria y, entre otras cosas, adelantó que ahora que el proceso que surgió de las acusaciones del MSP concluyó comenzará a mostrar papeles, chats y fotos que sustentan la participación de integrantes del gobierno en el proceso de cierre de la exmutualista. A esto agregó que los protagonistas de la instancia electoral que se acerca y quien sea elegido como el próximo presidente de la República tendrán la responsabilidad de devolverle a la comunidad gallega el patrimonio que le “robaron”.

¿Cómo define la jornada de la resolución del fiscal?

Como una jornada muy esperada. No fue sencillo estar desde el 29 de noviembre de 2021 hasta ayer esperando que [se fallara sobre] aquellas denuncias del MPS que se originaron una mañana en la que me estaban operando del corazón, las cuales introdujeron falsedades. Ayer el fiscal me confirmó, tras mucho tiempo de investigación, que no encontró razones para imputarme por ninguna de las 12 denuncias. Recibí con paz ese resultado, sabía que el día iba a llegar. Me permitió darles un alivio a mis hijos y a los amigos, que sabían que era una barbaridad lo que me estaban haciendo. A su vez, recibimos las razones por las cuales la Justicia entiende que un punto que no estuvo en esas denuncias, que surgió de la investigación, requiere de otra investigación.

Por el concurso de acreedores.

Sí. Le dije [al fiscal] que, a mi entender, primero, hay que recibir a mis testigos sobre ese punto que hasta ahora no se había hablado. Él quería dar por terminado esto con esa imputación, pero sin negarse a recibir a los testigos. Además, me dijo algo muy importante: si los testigos están, como yo le digo, no habrá problema de escuchar y que el juez retroceda ante la decisión. Me dio la tranquilidad de saber que estamos ante personas bien intencionadas. Haremos lo que la Justicia diga. Durante 27 meses no aceleramos nada, no presionamos a través de la prensa y cada vez que hicimos algún comentario defendimos la transparencia del Poder Judicial.

Lo que supuestamente pasó fue que en ese concurso se benefició a una sola empresa.

Cuando como Junta Directiva tomamos la decisión de hacer el concurso, seleccionamos a dos abogados, un contador, además del gerente general y yo, en representación de la junta. Repartimos las tareas. La documentación que yo recibía era enviada por el gerente general. Cuando la recibía, no podía pensar otra cosa que en firmar, porque confiaba en que era lo que correspondía. Del tema concursal yo no sabía nada hasta ese momento, porque siempre estuve lejos de ese tipo de procesos judiciales. De lo firmado resultó que en apariencia la ley [14.095] dice, según me explicaron ayer en Fiscalía, que las firmas quedan bajo sospecha y que no se le puede pagar o beneficiar a un acreedor en perjuicio de los demás, y está bien. Yo firmé de buena fe, pero los auditores que puso el juez de concurso le sugirieron al juez dar de baja lo firmado, y así fue. Por lo tanto, si bien se firmó, nadie cobró un peso por nada de lo firmado. Me parece muy raro, me gustaría que luego el juez me pudiera explicar cómo se penaliza algo que no se concretó. Tengo la firme expectativa de que esto también se archive y dar por terminada esta dolorosa situación. Detrás de todo hay decisiones políticas al más alto nivel que me duelen, igual que el daño que se le hizo a mi familia y a mis seres queridos. A muchas de las personas que han tomado decisiones las conozco y yo no tenía, ni por asomo, la idea de que podían prestarse a crear situaciones irregulares para hacer un daño a una institución, cualquiera sea la motivación.

Varias o gran parte de las instituciones que integran el sector privado tienen diferentes dificultades económicas y de gestión, pero en el último tiempo sólo Casa de Galicia llegó al cierre. ¿Por qué?

Porque tomaron la decisión de que tenía que llegar. Yo estaba al día con el 100% de las obligaciones, no hubo errores, no había razón. El gobierno fue subiendo la apuesta, en todos los niveles. Nosotros vamos a hacer conocer todo. Hay cosas que deberían ser denunciadas en la Justicia. Cuando termine mi defensa definitiva, veremos a los abogados adecuados para atacar; dentro de todo lo que hay, me dirán por dónde ir.

El rol del gobierno

Hace unos días –al margen de que hace bastante tiempo le atribuyó responsabilidades a Daniel Salinas y a otras autoridades de la salud– usted apuntó a Álvaro Delgado. Puntualmente dijo que él le pidió gestiones a cambio de colaborar en “salvar” Casa de Galicia y dice tener pruebas. ¿Por qué lo cuenta recién ahora?

Porque mis asesores me pidieron que hasta que la Fiscalía no cerrara las denuncias del MSP en mi contra no abriera nuevos espacios que se pudieran integrar a la causa. Cumplida esa etapa, me siento liberado a mostrar toda la documentación que tengo. Siempre supe que es bueno estar respaldado y guardar papeles, ahora guardo chats y fotos, toda esa documentación va a dejar clara la responsabilidad de cada uno de los actores. Por más que se quieran poner de acuerdo en qué decir o en qué no decir o cómo cubrirse, todos los que intervinieron dejaron la huella digital. Lo que pasó no es producto de la casualidad, hay un sinnúmero de situaciones.

¿Hay otros integrantes del gobierno que están involucrados y aún no mencionó?

Tengo mucha gente vinculada alrededor de cada sector que ha participado de una u otra manera, desde la secretaria de [Álvaro] Delgado. A través de los chats puedo demostrar las diversas reuniones que se produjeron y los contenidos de los encuentros. Hay mucha gente y todo va en la misma dirección: demostrar la responsabilidad al más alto nivel del gobierno con los principales actores del oficialismo.

Se refirió al exministro Salinas muchas veces, pero, en concreto, ¿qué responsabilidades o hechos le adjudica?

El 26 de octubre [de 2021] fuimos a la Comisión de Salud del Senado, en ese momento presidida por Daniel Olesker. En la reunión dimos explicaciones sobre lo que sucedía y tuve unas palabras fuertes con el senador [Guido] Manini Ríos porque quería mantener a Salinas a pesar de las cosas que hacía contra Casa de Galicia. El senador ese día lo que no dijo dentro lo expresó a los medios fuera. Salió y dijo que Casa de Galicia se tenía que intervenir inmediatamente. Eso es curioso porque como senador no tiene potestad de dar esa orden, pero lo más curioso es que el presidente de la República y Salinas la acataron esa misma tarde. No había juicios ni cheques rebotados, los salarios estaban al día. Entonces el presidente de la República tiene que explicar por qué acató la orden y Manini Ríos por qué la dio. Dentro de Cabildo Abierto algunos, los honestos, le reclamaron transparencia. Y Salinas no es un inocente.

“Mujica me pidió disculpas”

¿Qué opina del rol del Frente Amplio, como oposición, durante el proceso?

[José] Mujica fue el único político de este país que cuando surgió el tema del crédito al Círculo Católico [para adquirir el sanatorio principal] se le ocurrió llamarme y preguntarme si sabía algo. Le dije que sabía todo, al día siguiente fui a la casa. En persona le pregunté por qué el Frente Amplió votó la Ley 20.022 [para la repartición de los socios], y me dijo que Olesker le dio detalles de por qué había que votarla y que confío en él porque es el que sabe sobre salud. Mujica me pidió disculpas. Por eso los legisladores hicieron que terminara en una interpelación que si la mirás, había un culpable llamado Alberto Iglesias. Le dije que me ayudara a recuperar la institución.

Como pachequista, ¿esperabas más pronunciación o apoyo del Partido Colorado?

No. Estamos acostumbrados a estar sin apoyo. Siempre le tuvieron miedo a Pacheco [Areco] por la cantidad de votos que tuvo, por las dudas se le pegaba. Pero él, que era un hombre de Estado, siempre decía: “Si con mi silencio contribuyo a que gane el partido, como es el mejor partido del Uruguay, mantendré silencio”. Yo me construí así: sabemos manejar el dolor, la injusticia y los tiempos.

¿En el futuro los actores políticos tendrán situaciones a las que responder?

Este es un año electoral. Esto no es venganza, es justicia, vamos dirigidos a mostrarle a Galicia que le mintieron y los asustaron ante supuestas irregularidades mías. Cuando demostremos que no fue así, Galicia debería reclamar, junto a todos nosotros, que se nos devuelva el patrimonio que nos robaron. Después de que terminen las elecciones internas y haya un responsable por partido, vamos a obligar a que cada partido se pronuncie por Casa de Galicia. Los candidatos podrán decidir entre ser responsables directos, cómplices o tomar distancia y aceptar el compromiso de reparar lo que se le hizo a la colectividad gallega. Luego, será cuestión de que los que ganen cumplan con el compromiso de devolver a los gallegos lo que nos robaron.