El embajador argentino en Uruguay, Martín García Moritán, dejará de cumplir funciones en el país, según dispone el Decreto 29/2025 publicado en el Boletín Oficial argentino. El documento, firmado por el presidente Javier Milei y el canciller Gerardo Werthein, establece que se traslade a García Moritán desde la embajada uruguaya al Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.
Fuentes cercanas al canciller argentino dijeron a La Nación que el traslado es por cuestiones de edad y que es “lo mismo que cualquier persona que llega a su edad jubilatoria: llegó y se jubila, como va a pasar en todos los casos”.
La Ley del Servicio Exterior de la Nación del país vecino dispone que “dejarán de pertenecer al cuerpo permanente activo” los funcionarios que hayan alcanzado los 70 años de edad, que el diplomático de carrera cumplirá en marzo.
Según informa el mismo medio, este cambio se incluye en la “limpieza” de funcionarios ligados a la antecesora de Werthein, Diana Mondino, excanciller cesada por Milei en octubre de 2024 después de que un representante argentino ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) votara a favor de Cuba en una resolución contra el embargo de Estados Unidos a ese país.
Desde entonces, Werthein, con la aprobación del presidente y de Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, dispuso la salida de los secretarios Marcelo Cima y Ernesto Gáspari, y de los subsecretarios Mariano Vergara y Marcia Levaggi.
En el caso de García Moritán, había sido propuesto para ser embajador en Uruguay por Mondino, en reemplazo de Alberto Iribarne, quien había sido promovido en el cargo por el gobierno del expresidente Alberto Fernández, pero lo abandonó luego de la asunción de Milei, en diciembre de 2023.
El diplomático estará en su cargo hasta fines de febrero y, mientras no se designe un nuevo embajador, el cargo lo ocupará el ministro Luis Albero.
García Moritán ingresó al Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto en 1983, cuando inició su carrera diplomática, y llegó a ser jefe de gabinete del viceministro de Relaciones Exteriores.
En 1984 integró la Misión Especial en el Vaticano como parte de las negociaciones en torno al conflicto entre Argentina y Chile por las demarcaciones limítrofes en el canal de Beagle. Entre 1987 y 1992 cumplió funciones en Brasil, entre 1994 y 1997 lo hizo en Bolivia, y retornó a Brasil para desempeñarse como cónsul entre 1997 y 1999. En 2002 ejerció la representación de Argentina en la ONU, y tuvo un breve período como integrante de la delegación brasileña ante el Consejo de Seguridad.