Por la mañana, en el Hotel del Prado, este miércoles se realizó el Foro Económico AHK, organizado por la Cámara de Comercio e Industria Uruguayo-Alemana. El evento contó con la participación del ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, quien mantuvo una conversación de 35 minutos con el periodista Daniel Castro. El ministro opinó sobre una amplia gama de temas: desde el “cambio de época” que, desde su perspectiva, está aconteciendo a nivel global, hasta la legislación “medieval” que ostentan los despachantes de aduana en Uruguay.
En primer lugar, Oddone puntualizó que en el contexto internacional el gobierno uruguayo debe moverse con “mucha precaución” y “mucha prudencia”. Uruguay, sostuvo, debe “seguir siendo un pequeño país abierto que adhiere a principios importantísimos”, como la autodeterminación y el multilateralismo; pero, al mismo tiempo, el país debe tener presente que, “si las cosas cambian”, existe la posibilidad de “volar bajo el radar”. “Yo soy partidario de que este es un momento adecuado para volar bajo el radar”, comentó.
Citando al excanciller uruguayo Enrique Iglesias, Oddone dijo que en este momento no se está viviendo “una época de cambio, sino un cambio de época”, el cual “está asentado en un gran descontento de las clases medias en los países industrializados, que de alguna manera se sienten no confortables con la globalización”.
“El presidente Donald Trump es explícito en cuestionar la gobernanza de los organismos multilaterales y las formas sobre las cuales se toman decisiones de política comercial, y todo eso configura un nuevo escenario, que es el que es y es el que Uruguay tiene que tomar muy en cuenta”, reiteró el ministro.
Con respecto al actual gobierno de Estados Unidos, Oddone describió la situación particular de Uruguay, como miembro del Mercosur, entre Brasil, “un país que hoy enfrenta una situación desafiante claramente con Estados Unidos por las imposiciones arancelarias”, y Argentina, “un país que está recibiendo una asistencia económica financiera histórica” de Estados Unidos. “Uruguay está en el medio de eso” y debe “moverse con cuidado”, insistió.
Sobre el secreto bancario: “Las reglas de juego son las que son, nos gusten o no”
A pesar de los múltiples retos que actualmente recaen sobre el multilateralismo, Oddone adelantó en la entrevista con Castro que, cuando el próximo lunes comparezca ante la comisión especial del Senado que tiene a estudio el presupuesto quinquenal, volverá a defender la modificación vinculada al secreto bancario, que fue incluida en el proyecto a partir de una recomendación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
En la versión original del presupuesto, el Poder Ejecutivo propuso en un artículo establecer que, ante la solicitud de una administración tributaria extranjera, y también a pedido de la Dirección General Impositiva (DGI), el Banco Central debía disponer el levantamiento del secreto bancario sin la necesidad de una autorización judicial. Esto último fue especialmente cuestionado por la oposición, y el gobierno aceptó incorporar en el levantamiento del secreto bancario la intervención judicial con un plazo determinado; sin embargo, el artículo fue rechazado por la oposición y no se aprobó en la Cámara de Diputados.
“Lo que yo les sigo advirtiendo a los uruguayos es que vivimos en una comunidad global, y es verdad que la soberanía dictamina lo que nosotros queremos hacer, pero esa tensión entre soberanía y vivir en una comunidad global es cada vez más evidente, y las reglas de juego son las que son, nos gusten o no”, afirmó Oddone.
El ministro asoció el cambio relacionado con el secreto bancario con la negociación del acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea. “Es posible que tengamos a fin de año un acuerdo con la Unión Europea, y Paraguay, Brasil y Argentina son [países] ampliamente cooperantes [en términos de la OCDE]. Sería algo un poco negativo que a Uruguay le pasara que a fin de año uno de los cuatro miembros del Mercosur no fuera ampliamente cooperante y tuviéramos un pretexto que alguien pudiera usar para que el acuerdo no prosperara debido a esto”, expresó.
Con todo, Oddone sostuvo que, dado que “es algo que la OCDE pide”, y como Uruguay pretende “seguir siendo miembro de la comunidad global”, este cambio normativo “tardará más o tardará menos, pero ocurrirá”. “Nosotros vamos a insistir”, aunque “entendemos que el Parlamento es totalmente soberano en interpretar lo que es necesario”, añadió.
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“Las relaciones laborales en Uruguay están más en manos de abogados que de ingenieros y economistas”
Por otra parte, Oddone habló sobre el conjunto de reformas que el gobierno se ha propuesto implementar para bajar los costos asociados al comercio exterior. Por ejemplo, la eliminación de la tasa de la Administración Nacional de los Servicios de Estiba (ANSE). “La tasa ANSE recauda ocho millones de dólares por año y supuestamente está destinada a financiar una actividad que hace 20 años no existe en Uruguay, que es la estiba”, apuntó.
En ese marco, el ministro cargó nuevamente contra la intervención preceptiva de los despachantes de aduana, algo que el gobierno planteó eliminar a través del proyecto presupuestal, pero que tampoco fue acompañado por la oposición. “¿Por qué digo que es medieval lo de los despachantes de aduana? Porque es una corporación que ha logrado establecer por ley la intervención preceptiva”, señaló.
Oddone puntualizó que la tarea que desarrollan los despachantes de aduana “es absolutamente positiva”, porque “contribuye absolutamente a la actividad económica”, pero “no tiene que ser obligatoria”. Esto, remarcó, “no ocurre en ningún lugar de la región”.
El ministro cuestionó el hecho de que “sea obligatorio que si uno tiene que hacer una operación de comercio exterior obligatoriamente aparezca un agente privado, que legítimamente hace su negocio, pero que debería lograrlo por la calidad del servicio que ofrece y no porque hay una ley que lo establece como obligación”. “Esa mirada, que es una mirada liberal, la votó en contra la oposición, que son supuestamente los representantes del liberalismo en Uruguay”, remató.
Consultado posteriormente sobre los desafíos de las relaciones laborales en Uruguay, Oddone descartó el mote de “medieval”. “Lo que sí tenemos son oportunidades de mejora. Creo que nosotros tenemos que poner la productividad en el centro de la atención de las relaciones laborales”, señaló.
Si bien también mencionó la necesidad de avanzar en los “descuelgues” de algunas empresas en los convenios colectivos que se establecen por rama de actividad, Oddone subrayó que “hay que poner en el centro de la agenda la productividad”, lo cual supone “poner la información de la empresa sobre la mesa”. “Y en Uruguay la información es como un fetiche; no podemos compartir información con nadie”, cuestionó. Y acotó: “Las relaciones laborales en Uruguay están más en manos de abogados que de ingenieros y economistas, y eso es un problema”.