El presidente del Banco República (BROU), Álvaro García, compareció el miércoles ante la Comisión Especial de Frontera con Argentina de la Cámara de Diputados, con motivo de la eliminación, el pasado abril, del beneficio del 30% de descuento en determinadas compras realizadas con la tarjeta de crédito BROU Recompensa en departamentos del litoral del país.

La devolución estuvo vigente desde finales de 2022, cuando la brecha de precios entre las ciudades fronterizas de Salto y Concordia superaba el 100%. El beneficio, al igual que el que actualmente rige para los departamentos fronterizos con Brasil, alcanzaba a comercios adheridos de diversos rubros –supermercados, almacenes, carnicerías, farmacias– y aplicaba en determinados días de la semana. En 2025 comenzó a reducirse gradualmente, hasta que finalmente se eliminó en abril, con una diferencia de precios con Argentina del entorno del 20%, según el indicador de precios fronterizos (IPF) del Observatorio Económico de la Universidad Católica del Uruguay.

Durante el período en que se aplicó, significó para el BROU un costo de alrededor de 7 millones de dólares, según indicaron integrantes de la comisión a la diaria, con base en lo expuesto por las autoridades del banco. Además, casi 700 comercios se adhirieron al programa y se emitieron más de 15.000 tarjetas BROU Recompensa.

Los diputados por Paysandú, Fermín Farinha (Partido Nacional) y Walter Verri (Partido Colorado), y la representante frenteamplista por Río Negro Sylvia Ibarguren, coincidieron, en diálogo con la diaria, en que la delegación del banco estatal demostró sensibilidad y conocimiento sobre la realidad de la frontera litoral. Asimismo, manifestaron estar evaluando algunas medidas. No obstante, expresaron que, en el marco de su autonomía, el banco “tiene que actuar en consonancia con el Ministerio de Economía [y Finanzas (MEF)]”, indicó Verri.

Precisamente, algunas medidas de la cartera no han caído bien entre legisladores del litoral. El ministro de Economía, Gabriel Oddone, fue invitado a concurrir a la comisión la próxima semana para explicar por qué, en la reglamentación de la ley de medidas económicas para las zonas fronterizas, el Poder Ejecutivo incluyó únicamente a los pasos de frontera terrestre con Brasil y no a los departamentos del litoral.

Según el IPF, en setiembre la brecha de precios con Argentina fue de 35%, mientras que con Brasil, en octubre, alcanzó el 75%. La diputada Ibarguren señaló que la ley de frontera se trata de “un mecanismo que se activa cuando se dan determinadas condiciones”, como está ocurriendo en la frontera con Brasil, y así estuvo “planteado desde el primer momento”. “Cuando pase –y ojalá que no–, que la relación de precio de un lado y del otro con la frontera con Argentina tenga un determinado nivel, se activará para nuestra región”, sostuvo, y acotó que, eventualmente, la ley permitirá que la aplicación de medidas sea “mucho más rápida”.

Por su parte, Verri y Farinha entienden que el MEF no sólo debería dar el visto bueno al BROU para la implementación de medidas vinculadas a la tarjeta Recompensa, entre otras, sino que también debería ampliar el decreto de reglamentación a los departamentos del litoral.

“Ojalá el Ministerio de Economía entienda que tiene que dar las mismas medidas que dio para la frontera con Brasil hacia Argentina, que las diferencias no son tan pequeñas como pueden aparecer en los papeles, y que esto no es un tema de papeles, es un tema de voluntad política”, sostuvo Verri. Para Farinha, sería una forma “de incentivar y de instar a que la economía en nuestra zona mejore”.

“No desechan ninguna propuesta”

El diputado blanco señaló que las autoridades del banco “no desechan ninguna propuesta”. Incluso “quieren analizar la posibilidad de cofinanciar esos descuentos con los propios comerciantes”, sostuvo. Una encuesta de la Confederación Empresarial del Uruguay a empresas de Artigas, Salto, Paysandú y Río Negro, a la que accedió la diaria, arrojó que el 45% de los comerciantes está dispuesto a cofinanciar el descuento, en un rango del 1 al 10%. El 100% de los comerciantes reportaron un aumento en sus transacciones tras la implementación del beneficio de la tarjeta Recompensa: en el rubro de supermercados, del 10 al 20%; almacenes, un 80%; y carnicerías, un 70%.

Según indicó Farinha, García manifestó que se están “evaluando algunas opciones” para tratar “de generar alguna propuesta que vincule no solamente los beneficios, sino también los nuevos productos que el banco tiene”, como la aplicación BROU a Mano Comercios y otras facilidades para los negocios.

Farinha sostuvo que “la receptividad se tiene que traducir en hechos, se tiene que traducir en acciones concretas, y esas acciones concretas no pueden quedar disipadas en el tiempo”.

En la misma línea, Verri dijo que, si bien encontró buena disposición por parte de las autoridades, “después esa buena disposición se tiene que llevar a la práctica”. No obstante, se manifestó optimista “de que algo, por lo menos, va a haber”. Reconoció que “ninguna medida soluciona el problema porque las diferencias cambiarias han existido siempre”, pero pueden colaborar a “dinamizar parte de los recursos” en “la economía de las ciudades fronterizas”.

“Es el momento, sobre todo en un mes de diciembre, que es un mes de zafra, para avanzar en una implementación rápida de beneficios de este estilo”, dijo Farinha, quien consideró que, para un banco que obtiene ganancias de 600 millones de dólares al año, destinar alrededor de 2 millones de dólares anuales al beneficio “no le mueve la aguja”.

Para el diputado colorado, el BROU “no necesariamente tiene que trabajar para perder, pero hay veces que tiene que establecer políticas diferenciales asumiendo costos para poder corregir desigualdades”.

Por su parte, Ibarguren consideró que “más allá de que es el banco país y todo, es un banco que tiene que ser competitivo también”. La diputada oficialista apuntó a “ver, en el universo de las personas que son mayormente afectadas por una situación de frontera como la que había –que ahora no es tal–, si realmente el beneficio llega a quienes tiene que llegar”. Coincidió en que el beneficio fue positivo, sobre todo para el comercio, pero “no es una medida popular”, ya que, por ejemplo, “no todo el mundo tiene acceso a una tarjeta de crédito; normalmente las personas que pasan peor este tipo de situaciones de crisis no son las que tienen una tarjeta de crédito”.