“En cada persona adulta sigue viviendo la niña o el niño que alguna vez fue; desde ahí, desde ese lugar tan profundo, nace la capacidad de acompañar a las infancias de hoy”, dijo Romina, una de las integrantes del grupo de niños, niñas y adolescentes periodistas de la Plataforma de Infancias y Adolescencias (PIAS), que, junto a Zaira, Lautaro y Aldana, moderó este jueves las mesas de apertura del Congreso Nacional de Infancias y Adolescencias “Veo, veo, ¿qué vemos? Si nos vemos, nos entendemos y avanzamos”.

Este 20 de noviembre se celebró el Día Nacional de la Infancia y Adolescencia. En ese marco, se inauguró el congreso, que se extenderá hasta este viernes en la Intendencia de Montevideo. La iniciativa continúa la experiencia del Primer Congreso Nacional, realizado en 2024. Pero, a diferencia de ese primer encuentro, que estuvo “dirigido al mundo adulto”, la edición de este año contó con un comité organizativo integrado por niños y adolescentes de diversos colectivos y territorios para que el congreso fuera “especialmente pensado por ellos y para ellos”, explicó a la diaria Eliana Berrutti, psicóloga e integrante de PIAS.

“Este congreso nace del compromiso, la sensibilidad y la convicción profunda de que los niños, niñas y adolescentes no sólo somos el futuro, sino también el presente vivo, activo y valioso, que debe ser cuidado, respetado y acompañado”, afirmó Lautaro al inicio del evento.

A comienzos de este año se conformó un colectivo de adolescentes para “empezar a pensar de a poco qué querían, cómo les gustaría generar este congreso, qué cosas tenía que haber y con qué formatos”. A partir de eso se definieron los ejes temáticos, basados en “qué cosas les estaban preocupando, qué sentían como necesidades para poder discutir”, apuntó Berrutti.

Romina, de 16 años, integrante del curso de formación de promotores juveniles de Casavalle y del comité organizativo, destacó en diálogo con la diaria el trabajo detrás “de muchos grupos, muchas personas, que nos juntamos para que las preocupaciones que tenemos nosotros se hagan realidad y las comuniquemos”.

“Un adulto, en su momento, fue adolescente, pero cambia el sentir de los adolescentes; o sea, las necesidades de los adolescentes de la generación pasada no son las mismas que las de la generación de ahora”, sostuvo Romina, para quien, si un adolescente comunica una preocupación, puede “matchear en esa necesidad y nos juntamos para que esa necesidad salga”.

Foto del artículo 'Se inauguró el Congreso Nacional de Infancias y Adolescencias: “No sólo somos el futuro, sino también el presente vivo, activo y valioso”'

Foto: Alessandro Maradei

Los temas que transversalizan las actividades del congreso son cuatro: la salud con énfasis en salud mental, sexualidades (identidades, derechos, violencias, pornografía, sexualidades plenas y vínculos) territorios (cuidado del ambiente, redes sociales y entorno digital, espacios de participación) y protección (pobreza y desigualdad, educación, trabajo infantil y cuidados).

“Hay algunos puntos que, para nosotros, son de urgencia”, sostuvo Berrutti. La integrante de PIAS señaló que, en un país en el que la pobreza alcanza a más del 30% de los menores de seis años, uno de los “debes” más relevantes con los niños y adolescentes es disminuir la pobreza y la desigualdad. “No podemos seguir naturalizando; hay algo que tiene que poder suceder para modificar esos datos”, afirmó. En la misma línea, Fernando Olivera, también integrante de PIAS, dijo a la diaria que el problema “no admite la menor demora”.

Al mismo tiempo, señaló que la violencia “transversaliza de muchas maneras a las infancias y a las adolescencias”. La expresión más brutal de esto son los 15 menores de edad que, hasta octubre, habían sido asesinados, y los más de 40 que fueron heridos de bala, según el registro que lleva y difunde PIAS.

En abril, la plataforma solicitó al gobierno declarar una emergencia nacional por la situación de la infancia, así como reglamentar la Ley de Garantías para la Primera Infancia, Infancia y Adolescencia (20.376), aprobada en setiembre del año pasado. Ambos puntos siguen sin ser atendidos por el gobierno. “Necesitamos tener un plan nacional de infancia y adolescencia que tenga mucho foco en la educación, en la salud, en la vivienda y, sobre todo, pensar y repensar el tema de la violencia y cómo intervenimos en los entornos violentos”, sostuvo Olivera.

En PIAS entienden que es necesaria “mucha política pública articulada”, en la que “diferentes actores, desde diferentes ámbitos de la sociedad y del Estado, podamos aportar”, señaló Olivera. Para Berrutti, se debe “poder trascender la coordinación y trabajar en políticas integrales”.

La agenda del congreso incluye propuestas lúdicas y recreativas en la explanada de la IM, mesas temáticas y talleres, espacios para la primera infancia, presentaciones artísticas y la feria Veo Veo, de proyectos creados por niñas, niños y adolescentes de todo el país.

“La realidad de los niños, las niñas y los adolescentes en Uruguay es bien diversa”

En la mesa de apertura con autoridades del gobierno, que fue moderada por Lautaro y Aldana, participaron el ministro de Desarrollo Social, Gonzalo Civila; la subsecretaria del Ministerio del Interior, Gabriela Valverde; el subsecretario del Ministerio de Salud Pública, Leonel Briozzo; la directora de la Secretaría General en el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial, María Laura López; la presidenta del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), Claudia Romero; la directora de Salud de Niñez y Adolescencia de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), Estefanía Cabo; y el presidente de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Pablo Caggiani. Cada uno fue consultado sobre el trabajo de las diferentes entidades del Estado sobre la situación de las infancias y sus problemáticas.

“La realidad de los niños, las niñas y los adolescentes en Uruguay es bien diversa, lamentablemente conviven en nuestro país distintos mundos, porque tenemos un país muy desigual, muy fragmentado, muy partido, y tenemos que trabajar para transformar esa realidad”, respondió Civila a una de las preguntas de los moderadores.

La presidenta del INAU sostuvo que el instituto tiene el “enorme desafío de responder adecuadamente y de trabajar para que las respuestas a los problemas de los gurises se hagan con la premura que requieren”. Por su parte, López remarcó que uno de los derechos fundamentales de las infancias es el de la vivienda: “No sólo la vivienda, no sólo el techo, sino dotar esa estructura de condiciones de habitabilidad, de dignidad también”.

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Foto: Alessandro Maradei

Por su parte, Cabo, consultada sobre qué acciones concretas está impulsando ASSE en materia de salud mental, sostuvo que la intención es “extender un poco” los minutos de consulta para los jóvenes y “reforzar los espacios adolescentes, que han estado un poco en desuso”. Señaló que estos han tenido una mirada “muy biologicista”, algo que se busca cambiar para que las instalaciones de ASSE “sean lugares seguros, amigables, y que ahí se puedan hacer talleres de distintas cosas”.

Con respecto a cómo se puede mejorar el sistema de salud para garantizar el derecho de los niños, Briozzo reconoció que “hay muchas cosas para hacer para mejorar la atención de los niños, niñas y adolescentes, empezando por el principio”. “Tenemos muy poquitos bebés, 30.000 por año, y tendríamos que tener una calidad de atención y de salud para cada uno de ellos mucho mejor que la que tenemos”, afirmó, y acotó que “hay una gran injusticia en términos de la atención y de la capacidad de tener salud en el proceso reproductivo de la primera infancia”.

La pregunta dirigida al presidente de la ANEP fue: “¿Cómo se decide qué contenidos [educativos] son importantes hoy?”. Caggiani respondió que la educación “distribuye un conjunto de saberes y de valores que los preceden a ustedes”, por lo tanto, “hay un recorte de lo común, de la cultura a la cual llegan, que es definida por los que estaban antes”. Sin perjuicio de esto, señaló que “también es cierto que ustedes votan con los pies: cuando no les gusta, se van para otra cosa”, señaló. En ese sentido, destacó la importancia del diálogo con estudiantes “no sólo para lo que hay que reformar, sino para lo que pasa todos los días”.

Por último, la subsecretaria de Interior fue consultada sobre el trabajo de la cartera para revertir situaciones de violencia, como balaceras, que involucran a niños y adolescentes. Valverde sostuvo que las políticas tienen que ser diferentes para abordar las distintas formas de violencia que se expresan. “No todo sirve para todo”, sostuvo. La jerarca mencionó los programas del ministerio en entornos educativos y vinculados al deporte, así como el trabajo desde la dirección de Políticas de Género orientado a la violencia intrafamiliar.