El futuro ministro del Interior, Carlos Negro, dijo este martes que “la lucha contra el narcotráfico está perdida”, pero lo que se puede hacer es “tratar de controlar” su mercado, “que es tan lucrativo que hace que sea imposible su eliminación”.
“Creo que el control del narcotráfico puede llevar a una disminución de la criminalidad”, afirmó Negro, entrevistado por Informativo Sarandí, respecto de si la forma en la que se combate el narcotráfico está relacionada con el alza en el número de homicidios. El ministro designado explicó que con “controlar” se refiere a “intervenir” de forma “inteligente” en ese mercado, “para lograr que las bandas más violentas no puedan operar de forma violenta”. Es decir, “seleccionar los objetivos para mostrarles a los delincuentes más violentos que matar no es gratis”.
El exfiscal apuntó asimismo que “hay que implementar políticas de intervención en el territorio que se basen en evidencia”, y en ese sentido afirmó que “es una nueva mirada” que intentarán “impregnar” en el Ministerio del Interior (MI): “Trabajar en base a la evidencia, trabajar en base a números, en base a datos estadísticos fuertes que nos digan dónde está el fenómeno de la evidencia y cómo atacarla en determinados momentos”, dijo.
Con ese cometido, el futuro ministro sostuvo que la nueva gestión de la cartera apostará “a lo técnico, a lo académico, a lo profesional” y mencionó designaciones de “personalidades de la academia de mucho peso” en el equipo de asesores, como la doctora en Sociología Ana Vigna, el criminólogo Emiliano Rojido y Diego Sanjurjo, quien seguirá en su actual rol de coordinador de Estrategias de Seguridad Integral y Preventiva del MI en el nuevo gobierno.
Negro sostuvo que, si bien determinados homicidios son difíciles de prever, “los homicidios se dan en determinadas zonas, a determinadas horas, en determinadas épocas del año, con determinadas armas, entre determinadas víctimas y victimarios”, por lo que se puede trabajar sobre esa serie de factores con una “presencia estatal determinada” para evitarlos.
Por otra parte, el futuro jerarca afirmó que la nueva administración está “planteando reflotar con fuerza la idea de la policía comunitaria” como “un nuevo esquema de policía” que se combine con las fuerzas represivas. “Es una forma de intervenir en las zonas más calientes donde se van a producir los homicidios”, pero de manera “permanente” y “estable”, opinó sobre la figura de la policía comunitaria.
Sobre el actual programa de prevención de homicidios y la figura de los “interruptores de violencia”, encargados de interceder en el conflicto violento para evitar que se desarrolle, Negro afirmó que “está siendo evaluado” y que seguramente en el corto plazo va a haber “evidencia y evaluación de cómo funcionó, cómo está funcionando”. El próximo titular de Interior adelantó que “parece lógico que se encuentren problemas y que esto no arroje resultados que digan ‘bueno, ya cambiamos el eje’”, pero “es intención del ministerio continuar adelante con todo lo que sean políticas de intervención en el territorio de forma preventiva”.
Consultado acerca de por qué entiende necesario sacar de la órbita del MI el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) y trasladarlo al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos que va a crear el nuevo gobierno, Negro argumentó que esta cartera aplica un “método violento de intervención” al detener y reprimir a un individuo, por lo que “luego no puede encargarse de su custodia”, porque “esa persona ya tuvo un conflicto violento sólo por el hecho de la detención”.
El actual ministro Martinelli cuestionó a Negro por sus dichos
En su cuenta de X, el titular saliente del MI, Nicolás Martinelli, cuestionó a Negro por “entrar a la cancha diciendo que el partido está perdido”, en cuanto a su consideración sobre el combate al narcotráfico. “No es fácil, nunca lo fue, y te van a criticar desde todos lados, pero bajar la vara no es el camino”, añadió Martinelli, y continuó: “Es cierto que no hay que prometer lo imposible, pero la seguridad exige ambición y firmeza”.
“Si damos la lucha por perdida, el crimen sólo va a crecer. Controlar y reducir su impacto es posible, pero requiere convicción y trabajo constante. Cada medida, cada esfuerzo debe apuntar a que el delito retroceda cada vez más. No es una guerra perdida si damos la pelea todos los días”, afirmó el jerarca saliente.