Los preparativos para el acto de asunción de Yamandú Orsi como presidente de la República, el sábado 1° de marzo, están en marcha, y como parte de ese proceso el actual gobierno envió invitaciones a gobiernos y mandatarios extranjeros a participar. Usualmente, las autoridades del gobierno electo comunican las invitaciones que quieren cursar, y así se hizo en esta oportunidad, y es la actual cancillería la que concreta las invitaciones de Estado, previa firma del presidente en funciones.

Días atrás, según informó El País y confirmó la diaria, el actual gobierno informó a las autoridades electas que el presidente Luis Lacalle Pou no había firmado las invitaciones a los jefes de Estado de Venezuela, Nicaragua y Cuba, por las diferencias que ha expresado públicamente con dichas autoridades: Nicolás Maduro, Daniel Ortega y Miguel Díaz-Canel, respectivamente.

Este jueves, el secretario de Presidencia designado, Alejandro Sánchez, afirmó que el gobierno electo ha “invitado a todos los presidentes y a todos los países con los cuales tenemos relaciones diplomáticas”, al ser consultado sobre si el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, asistirá al evento.

En el futuro gobierno entienden que el actual presidente tiene la potestad de firmar o no las invitaciones, y reafirman el criterio utilizado de convocar a todos los países con los cuales el Estado uruguayo tiene relaciones diplomáticas. Además, señalaron que por el momento no se entablarán contactos informales con estos tres países por fuera de los carriles diplomáticos.

Uruguay y Venezuela no rompieron relaciones diplomáticas, pese a que en 2024 las posturas sobre los resultados de las elecciones en ese país derivaron en que Maduro exigiera el retiro de la embajadora uruguaya, Silvana Montes de Oca, en conjunto con otros embajadores de países de la región, y también que Venezuela cerrara su embajada en Uruguay. Según informaron fuentes de la cancillería, actualmente la embajada uruguaya en Caracas está funcionando únicamente con funcionarios venezolanos, que atienden las tareas consulares para una comunidad cercana a los 8.000 uruguayos.

Oficialismo defiende la postura de Lacalle Pou

La decisión de Lacalle Pou fue celebrada en filas de la coalición de gobierno. Javier García, exministro de Defensa y senador del Partido Nacional, afirmó en X que con el gobierno electo “defendemos modelos distintos. Relaciones diplomáticas es una cosa, invitarlos a nuestra fiesta democrática es otra. Aquí no. Bien, presidente”.

Por su parte, Pablo Mieres, exministro de Trabajo y líder del Partido Independiente, dijo estar “totalmente de acuerdo” con la decisión del presidente “de evitar al país que la presencia de dictadores corruptos que violan los DDHH empañe un acto institucional democrático tan importante. Lamentable que el gobierno electo no tenga esos reflejos”.

También el diputado colorado Felipe Schipani dijo que Lacalle Pou “hace muy bien” en “no firmar la invitación para que el 1° de marzo vengan a la asunción presidencial los dictadores de Cuba, Venezuela y Nicaragua. La democracia se defiende siempre, hasta el último día de gobierno, pese a quienes no distinguen entre gobernantes democráticos y totalitarios”.

Por su parte, la senadora nacionalista Graciela Bianchi agradeció a Lacalle Pou “por mantener el orgullo de ser uruguayo hasta el último minuto de gestión. Un líder con principios democráticos que nos representa a todos”, escribió en X.