La nueva presidenta del Banco de Previsión Social (BPS), Jimena Pardo, solicitó al directorio de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales Universitarios (CJPPU) que se le otorgue “una licencia extraordinaria sin goce de sueldo” hasta que termine su mandato en el organismo.
La economista Pardo es funcionaria de la CJPPU desde 1991, y actualmente ocupa dentro del organismo previsional el cargo de “asesor económico-actuarial 1”, según consta en la versión taquigráfica de la sesión en la que se trató la solicitud.
En el escrito presentado ante el directorio, Pardo sostiene que, a diferencia de cuando fue convocada para desempeñarse en la dirección de República AFAP –instancia en la que tuvo una reducción horaria y de remuneración–, la actual responsabilidad “es de tal magnitud que no es viable la solución instrumentada en el pasado”.
Asimismo, si bien señala que el reglamento de licencias de la CJPPU establece que las licencias extraordinarias no podrán otorgarse por más de un año, Pardo sostiene que “existen antecedentes donde en consideración a las características y evaluación del funcionario, las circunstancias que motivan la solicitud y la antigüedad, en la institución se han aprobado licencias sin goce de sueldo que exceden este plazo, en carácter excepcional”.
Por otra parte, Pardo adjuntó a la solicitud una consulta que hizo al profesor de la Facultad de Derecho Miguel Pezzutti, quien concluye que “no existe una norma que establezca, con carácter genérico, la incompatibilidad entre el cargo de presidente del directorio del BPS con la de empleado de la CJPPU” y afirma que “es especialmente claro que no se verifica un conflicto genérico si se suspende la actividad en esta última”.
Votación dividida
La solicitud de Pardo fue aprobada por cuatro votos a favor, dos votos en contra y una abstención, pero sólo se le concedió la licencia sin goce de sueldo por un año. Quienes votaron a favor fueron el actual presidente de la CJPPU, Daniel Alza, la vicepresidenta, Virginia Romero, y los dos directores designados por el Poder Ejecutivo, Luis González y Gerardo López.
López puntualizó que, tras una consulta al director de Seguridad Social, Leonardo Di Doménico, ambos delegados del Poder Ejecutivo fueron instruidos a votar afirmativamente “con el argumento de que se trata de la designación del señor presidente de la República a una ciudadana para hacerse cargo de una Institución estatal”. “Si esta fuera privada, el Poder Ejecutivo no tendría posibilidad de dar opinión, pero al tratarse –reitero– de un organismo paraestatal, con representantes de ese poder en su directorio, considera que dicha solicitud debería votarse afirmativamente”, agregó López.
Por su parte, Alza valoró la lealtad, el profesionalismo y el compromiso que Pardo “ha tenido con la Caja” y sostuvo que su designación como titular del BPS “es un alto honor para cualquier ciudadano”. Romero, en tanto, aplaudió el nombramiento de Pardo y dijo que “se hace estricta justicia en cuanto a su trayectoria profesional y a su trayectoria en la Caja”. “No dudo, además, de la integridad de todas las decisiones que tomará”, añadió Romero.
Distintas fueron las opiniones de los directores Blauco Rodríguez Andrada y Fernando Rodríguez Sanguinetti, quienes rechazaron la solicitud, y del director Odel Abisab, que se abstuvo al momento de la votación por no haber hecho “la consulta del caso”, pero transmitió su postura contraria en la siguiente sesión del directorio.
Rodríguez Andrada dijo que, “independientemente de la distinción que se le ha conferido”, la cual es “excelente” y “digna de ser aplaudida”, en el ejercicio de la función “habrá conflicto de intereses”. Mencionó, por ejemplo, “el tema del IASS [impuesto de asistencia a la seguridad social], que se está vertiendo a BPS y no a la Caja”.
Rodríguez Sanguinetti coincidió en cuanto al conflicto de intereses: “BPS es nuestro competidor. Al anterior Poder Ejecutivo [le] pedimos [que] incorporara nuevas profesiones; el tema pasó a BPS y este dijo que no porque aportan a ese organismo [...] Por supuesto que habrá conflicto de intereses; con el IASS, con los dependientes, que anhelamos se sumen a la Caja”, expresó.
Rodríguez Sanguinetti también cuestionó el respaldo del Poder Ejecutivo a la solicitud porque, por un lado, “para el Estado somos una empresa privada y por tal motivo debemos arreglarnos solos”, y por otro, “somos el Estado y tiene parte el Estado”. “No tengo ningún problema personal con la economista Pardo. Creo que el cargo que va a ocupar es absolutamente incompatible con su calidad de funcionaria de la Caja”, subrayó.