Este lunes en la mañana, el Vaticano anunció la muerte del papa Francisco, el arzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio, a los 88 años. “Queridos hermanos y hermanas, con profundo pesar debo anunciar el fallecimiento de nuestro santo padre Francisco”, declaró el cardenal Kevin Farrell en un comunicado. “A las 7.35, el obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre. Dedicó toda su vida al servicio del Señor y de su Iglesia”.

En el comunicado, Farrel destacó: “Nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente a favor de los más pobres y marginados”.

Su muerte se da al otro día de su aparición pública, cuando se dirigió a una gran multitud de fieles en el Vaticano durante la celebración de la Pascua el domingo. Francisco estuvo 38 días hospitalizado por neumonía doble.

La noticia generó repercusiones en distintas partes del mundo. Por ejemplo, en su Argentina natal, el presidente Javier Milei decretó siete días de duelo.

El Vaticano anunció que el velatorio del papa será en la capilla de su residencia en Santa Marta, a las 20.00 hora local. “Esta noche, lunes 21 de abril, a las 20.00 horas (1800 GMT), Su Eminencia el Reverendísimo Cardenal Kevin Joseph Farrell, Camarlengo de la Santa Iglesia Romana, presidirá el rito de certificación de la muerte y la colocación del cuerpo en el ataúd”, informó a través de un comunicado.

Por su parte, la iglesia católica en el país emitió un comunicado, firmado por los obispos del Uruguay, en el que expresó que “la partida del papa Francisco a la Casa del Padre conmueve en este día a toda la Iglesia. Los obispos del Uruguay oramos e invitamos a orar por su eterno descanso en las misas que se celebren a partir de hoy”. Anunció que celebrarán la misa de difuntos en honor al papa Francisco el miércoles a las 17.00 en la Catedral de Montevideo y llamó a que ese día se dediquen las misas en todas las parroquias del país a su despedida.

El primer papa argentino y latinoamericano

A Francisco, elegido papa el 13 de marzo de 2013 tras la renuncia de Benedicto XVI, se lo considera el “papa de los desfavorecidos”. Intentó cambiar los mecanismos de una iglesia centralizada en la curia romana, atajar sus abusos y modificar su lenguaje para hablar de misericordia y de los más vulnerables.

Fue el primer papa no europeo y el primer jesuita. Cuando asumió, se presentó y, tras saludar diciendo “Buenas tardes”, agregó: “Se ve que los cardenales han querido elegir al obispo de Roma en el fin del mundo”. En su primer discurso habló de la idea de una “iglesia pobre para los pobres” y, durante su pontificado, removió privilegios a los cardenales e intentó hacer más transparentes las finanzas.

Su gran cambio fue la nueva Constitución “Praedicate Evangelium” (Predicad el Evangelio), que modificó la administración del Vaticano con nuevos ministerios como el de Evangelización o el de Economía, el cual asumió todo el control de los fondos para evitar ilegalidades.

El gran problema que tuvo que asumir fueron los abusos sexuales por parte de sacerdotes. Tuvo claro que uno de sus objetivos era la lucha contra la pederastia en el seno de la Iglesia y la escucha a las víctimas.