El senador colorado Pedro Bordaberry presentó dos proyectos de ley con el objetivo de aplazar el inicio del ciclo electoral y, a su vez, acortar su duración. Según las iniciativas, el proceso comenzaría con las elecciones internas el último domingo de agosto y culminaría en marzo con los comicios departamentales y municipales.
Este domingo electoral, uno de los comentarios más repetidos entre los actores políticos, incluido el presidente de la República, Yamandú Orsi, fue la percepción de cierto cansancio entre los electores en la recta final del proceso electoral, que comenzó en junio con las elecciones internas de cada partido. De hecho, Orsi se mostró afín a volver a unir las elecciones nacionales con las departamentales, manteniendo la posibilidad de que las personas puedan votar lemas distintos, y que se vote todo en octubre.
En línea con el objetivo de “acortar el extenso período electoral” y entendiendo que genera “una fatiga democrática, desincentiva la participación y compromete la gestión institucional y administrativa del Estado”, uno de los proyectos presentados este lunes por el senador Bordaberry propone que las internas, destinadas a la elección de candidatos a la presidencia y a órganos deliberativos nacionales, “se realicen el último domingo del mes de agosto del año electoral”.
Esta iniciativa se complementa con otra que “tiene por objeto reordenar y acortar el calendario electoral nacional, sin alterar los principios fundamentales de la democracia representativa ni la separación entre los procesos electorales nacionales y departamentales”, sostiene la exposición de motivos. La iniciativa consta de tres artículos y comprende modificaciones a los artículos 77, 104 y 158 de la Constitución de la República.
Bordaberry propone que se modifique el numeral 9 del artículo 77 sobre las elecciones departamentales y municipales, que pasarían a celebrarse “el segundo domingo del mes de marzo del año siguiente al de las elecciones nacionales, salvo que coincida con la Semana de Turismo, en cuyo caso se realizará el domingo siguiente”. Asimismo, las listas de candidatos para los cargos departamentales “deberán figurar en una hoja de votación individualizada con el lema de un partido político”, añade la iniciativa.
En cuanto al artículo 104, se propone que la Asamblea General comience sus sesiones el 1º de febrero de cada año, en lugar del 1º de marzo, y sesione hasta el 20 de diciembre, “o sólo hasta el 15 de setiembre, en el caso de que haya elecciones, debiendo entonces la nueva Asamblea empezar sus sesiones el 1° de febrero siguiente”.
La toma de posesión del presidente y del vicepresidente, definida en el artículo 158, que actualmente tiene lugar el 1º de marzo, también se adelantaría al 10 de febrero siguiente a las elecciones.
El proyecto establece que las disposiciones contenidas en los artículos 104 y 158 comiencen a regir de forma inmediata una vez aprobada la reforma; en tanto, la modificación del artículo 77 regiría para las próximas elecciones departamentales de 2030.
Para Bordaberry, el largo ciclo electoral provoca “la paralización de decisiones de gobierno y actividad parlamentaria por un tiempo excesivo”, así como “la saturación de la ciudadanía, con múltiples instancias de votación y campaña que afectan el clima social y político”. Además, la extensión del proceso de transición presidencial “demora la instalación del nuevo gobierno”.