En Lavalleja, un departamento que fue un bastión casi inexpugnable del Partido Nacional (PN) por décadas, el Frente Amplio (FA) confirmó el sábado el triunfo por 95 votos tras el conteo de los votos observados. El médico cirujano Daniel Ximénez, una figura independiente y con una muy elogiada gestión como director del Hospital de Minas, realizó una campaña en la que logró el respaldo de dirigentes y militantes dentro y fuera del FA, y se convirtió en el primer intendente frenteamplista en la historia del departamento. Sobre este logro histórico y sobre sus planes de gobierno, Ximénez conversó con la diaria.

¿Los problemas internos que tuvo el PN pueden haber sido un factor que influyó en la victoria del FA?

Ese fue el escenario que nos posicionó y que generó el piso. Los líos dentro del PN cambiaron el escenario político de Lavalleja. Otra cosa fueron los votos del Partido Colorado en octubre, porque nosotros miramos la diferencia entre el FA y el PN, pero no miramos la gran votación que hizo el Partido Colorado, que es la explicación de los números electorales casi en tercios de octubre del año pasado. Esas dos cosas generaron el escenario. El hecho de que la población de Lavalleja extrapolara esa diferencia de 700 votos a una elección departamental “peleable” o “ganable”. Los que estamos en política sabemos que no tiene nada que ver la elección nacional y la departamental. En el imaginario de la gente, sí.

Lo más llamativo de octubre fue que el PN haya votado tan mal; fue su peor votación desde el retorno de la democracia.

Ahí empieza el enojo de los votantes del PN.

Para la gente que no es de Lavalleja puede sonar un poco extraño “enojo por un acuerdo”, pero la exintendenta Adriana Peña y el intendente de este período, Mario García, se habían enfrentado durante años, ¿no?

Se habían enfrentado. Fue un acuerdo que involucró a familiares directos y que dejó afuera a dirigentes del PN que son el recambio natural del PN, que querían estar en la contienda departamental y a los que dejaron deliberadamente afuera.

En la televisión se pudo ver, en los festejos en Minas, entrevistas de los periodistas a gente que pedía hasta por trabajo. Las expectativas son muy altas. Mucha gente tiene reclamos que tienen que ver con el gobierno nacional, como trabajo y salario...

Sí, pero yo creo que el gobierno departamental se tiene que involucrar y tiene que ser la palanca para que las fuentes de trabajo lleguen a Lavalleja. Aunque no sea el ABC clásico, yo creo que el gobierno departamental tiene que ser la palanca para el desarrollo. Nosotros somos los interesados; nadie va a generar desarrollo y prosperidad en el departamento si no somos nosotros, que soñamos qué es lo que queremos hacer, nos metemos dentro de ese sueño. Tenemos que caminar y trabajar mucho para lograrlo y tiene que involucrarse el gobierno departamental.

Un parque industrial contiguo al predio de Ancap es uno de tus buques insignia, según el programa que presentaste.

Nosotros teníamos dos proyectos y Ramón Méndez (director nacional de Energía entre 2008 y 2015) los unió en uno. La idea que yo tenía es, como en muchos departamentos, armar un parque industrial en un predio que estuviera bien ubicado, donde vos ponías el predio, la logística, las cosas básicas para el funcionamiento de una empresa y después aplicar la ley de exoneraciones que está prevista desde hace ocho años en el Uruguay y que utilizaron o están utilizando muchos parques industriales que se formaron en muchos departamentos. Ese era un proyecto. El otro era hacer una asociación con Ancap, a través de la generación de fuentes de energía. Habíamos pensado en clasificar de forma diferente los residuos, utilizar el ferrocarril para la llegada de residuos de otros departamentos y que sean combustibles que se puedan procesar en la planta de Ancap, que tiene un horno que es compatible, algo que ya hace la fábrica de cementos Artigas desde hace tiempo. Pero el tema es la continuidad. El combustible genera impacto en la calidad del pórtland, entonces tiene que adecuarse para minimizar esos impactos; tiene que adecuarse el tipo de energía a la continuidad. No podés estar quemando residuos un día y después volver al coke; tiene que ser algo que sea estable porque, si no, es muy complejo de manejar desde la empresa. Entonces, lo que él [Ramón Méndez] decía es que si vos generás energía a través de un parque eólico u otra fuente de energía, la energía hay que transmitirla sí o sí a través de UTE, y eso condiciona mucho los números del proyecto. Entonces hay que hacerlo en el predio contiguo a Ancap, en un predio de Ancap en el que hay espacio para eso. El parque industrial puede funcionar ahí, puede utilizar la energía. Parte de esa energía iría para Ancap y eso va a generar impacto en el parque industrial porque, según creo, no hay en el Uruguay parques industriales que tengan fuentes de energía propias dentro del parque, y también un impacto en los números del pórtland de Ancap, que es deficitario desde hace muchos años. Nosotros tenemos que cuidar las fuentes de trabajo del departamento; es muy importante para nosotros que no se cierre la cementera en Ancap, pero el objetivo final es volver a la construcción de calles, caminos, puentes, volver al hormigón. Yo no concibo que el único departamento que tiene dos cementeras siga haciendo calles de mala calidad con derivados del petróleo.

¿Cómo va a ser la generación de energía en este parque industrial?

No está definido todavía, y nos debemos una larga charla con Ramón, el padrino que tenemos. Él se comprometió y sé que nos va a ayudar, nos dará una mano. Y generó los contactos, porque esta idea se trabajó, hablamos con la presidenta de Ancap [Cecilia San Román]; yo no podía largar ese proyecto sin tener la anuencia de la presidenta de Ancap. Nos dio para adelante; estuvo la ministra (de Industria, Energía y Minería) Fernanda Cardona en Minas. O sea, están alineadas las cosas como para hacerlo. Es un proyecto ambicioso, pero yo creo que es realizable y va a ser “ganar-ganar” para Lavalleja. Sobre todo por los puestos de trabajo. Es una experiencia muy linda que va a empezar la Intendencia de Lavalleja y después van a venir otras intendencias, estoy seguro, las de la región. Porque el pórtland de Ancap es el mejor que hay, con todo respeto lo digo. Las empresas constructoras quieren y trabajan con el pórtland Ancap. El 100% de la producción de Ancap se vende; se la sacan de las manos. O sea, tenemos que ser más eficientes, producir más portland y yo creo que es una buena experiencia que va a empezar con la Intendencia de Lavalleja y ojalá, si no me equivoco, seguramente van a venir otras intendencias.

Uno de los aspectos que ha sido más criticado por años en Lavalleja es el sistema de trabajadores eventuales de la Intendencia, que son casi 500, con empleos precarios. ¿Qué va a hacer al respecto?

Hay que regularizarlo, porque es imprescindible hacer un rediseño institucional, cambiar la forma de gestionar y administrar la intendencia, y los recursos humanos son la parte fundamental de cualquier institución. Nos va a llevar tiempo, no va a ser de un día para el otro, pero vamos a invertir el dinero que haya que invertir para regularizar los eventuales que hace tiempo que están, algunos un año, algunos dos, otros hasta 15 años. La presupuestación va de la mano también con la salida de funcionarios que se jubilan. La intendencia tiene un incentivo de retiro a los 60 años, que es una herramienta que nos va a ayudar, que la vamos a mantener y que nos va a ayudar para generar la regularización de los cargos.

Incluso hay una fuerte protesta de gente de intendencia que ya está jubilada, que reclama que un pequeño beneficio económico mensual que tienen hasta que cumplen 80 años, lo puedan mantener luego de llegar a esa edad.

Todos los candidatos nos comprometimos a mantenerlo más allá de los 80 años, porque la expectativa de vida cambió. La Asociación de Jubilados de Funcionarios Municipales nos decía que a los 80 años se les caía el beneficio y es que muchas veces cuando tenés mayor gasto de medicamentos. Entonces, eso lo vamos a mantener, lo vamos a extender. Fue voluntad de todos, no es exclusivo de esta candidatura.

¿Existe posibilidad de trabajar junto con el PN y con el Partido Colorado en proyectos o temas concretos?

Claro que sí. Yo tengo bien claro que este triunfo que logró el FA fue por una acumulación de muchos años de trabajo de los frenteamplistas que quieren un departamento mejor, pero tenemos que tener bien claro que el triunfo se logró (además) con votos extrapartidarios. Mi candidatura convocó a mucha gente de fuera del partido y eso hay que expresarlo también en el trabajo día a día, en el respeto con que vamos a tratar la oposición. Eso yo lo recalqué el día uno de la campaña. No está definido aún quiénes van a ocupar los cargos. Me parece que uno de los pilares fundamentales para hacer un buen gobierno es no haber hablado de cargos. A mí me apoyaron 13 grupos frenteamplistas y dos grupos, uno de “blancos con Daniel” y otro con colorados, blancos, cabildantes y frenteamplistas, que se juntaron y armaron una lista. A cambio de nada. Nadie, nadie pidió un cargo y yo no ofrecí ni un cargo. Una cosa que a mí me gusta destacar es que los dos grupos extrapartidarios fueron espontáneos. Yo no fui a buscar a ningún dirigente del PN, que muchas veces eso te obliga a dar algo a cambio. Fue gente que se acercó espontáneamente porque quería un cambio en Lavalleja y veía la figura de Daniel Ximénez como un candidato que podía ganar y hacer una buena intendencia, que es lo que quiere la gente.

Algo parecido desde el punto de vista electoral pasó la primera vez que la izquierda ganó a nivel nacional. Tabaré Vázquez en aquel momento en la campaña expresamente pidió el voto a blancos y colorados.

Sí, nosotros de hecho lo pedimos porque yo siempre recuerdo una frase de un dirigente blanco que me decía: “Ustedes los frenteamplistas no piden el voto. Ustedes, los del Frente, esperan que los ciudadanos vayan, se afilien al Frente, vayan al comité, empiecen a militar, y la política no es así. La política departamental es diferente; vos tenés que hablar con los vecinos, tenés que ganarte la confianza del vecino y no tener miedo de pedir el voto. Si te comprometés a trabajar, a ser honesto, a trabajar por tu pueblo, andá y pedilo”. Nosotros fuimos muy cuidadosos porque yo creo que no está bueno horadar la estructura de otro partido, no está bueno para la democracia, porque la democracia precisa partidos fuertes. Esto es como un cuadro de fútbol: si vos te llevás todos los mejores jugadores para tu cuadro y dejás a los otros cuadros sin buenos jugadores, está bueno porque salís campeón todos los años, pero en un momento se termina la liga. Tengo que ser muy cuidadoso con el sistema democrático porque nosotros sufrimos mucho cuando perdimos el sistema democrático, y eso hay que tenerlo arriba de la mesa. Hay que respetar a los partidos, hay que respetar a la oposición, generar vínculos y tender puentes. Yo estoy convencido de que hay que cambiar. Lo dije ayer en la conferencia de prensa: ojalá desde los cerros de Lavalleja pueda crecer una forma diferente de hacer política. No podemos seguir con este sistema, con una campaña política que nunca para, que estamos tirándonos piedras, buscando cuál es la piedra más grande para tirársela a los opositores. Pasan los gobiernos, gobernamos todos y los problemas siguen, los problemas graves que tiene nuestro país siguen estando presentes; muchos de ellos están peor. Pasan los años, nos pasa la vida y nosotros estamos enfocados en una pelea permanente. Tenemos que enfocarnos en trabajar por tener un país mejor y por tener un departamento mejor.