El último había sido José Mujica, el 1° de mayo de 2014. Desde entonces, ningún presidente de la República asistió presencialmente al acto central del PIT-CNT por el Día Internacional de los Trabajadores hasta este jueves. Dos períodos de gobierno después, el presidente Yamandú Orsi, junto con la vicepresidenta Carolina Cosse, el secretario y el prosecretario de Presidencia, Alejandro Sánchez y Jorge Díaz, el ministro del Interior, Carlos Negro, el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Rodrigo Arim, y el presidente del Frente Amplio (FA), Fernando Pereira, ocuparon los asientos de la primera fila para escuchar el mensaje de la central sindical.

Algunas sillas atrás se ubicaron la mayoría de los ministros, legisladores del oficialismo, los tres candidatos del FA a la Intendencia de Montevideo y cuatro representantes de la oposición: el senador nacionalista Álvaro Delgado, los diputados Pablo Abdala y Pedro Jisdonian, del Partido Nacional (PN), y la exdiputada del Partido Colorado María Eugenia Roselló.

La presencia de Orsi, para quien se pidió “un fuerte aplauso” desde el escenario, no fue la única particularidad que tuvo el acto del 1º de Mayo. Cuando, tras el Himno Nacional, el público entonó la Internacional –cuyas estrofas acompañaron Cosse y Sánchez, pero no Orsi–, pudo observarse al senador socialista Gustavo González con el puño en alto, cantando a toda voz, apenas una silla delante de Alejandro Ruibal, presidente de la Cámara de la Construcción y cara visible del proyecto Neptuno, quien llegó al acto con Bárbara Mainzer, directora ejecutiva de la Asociación de Bancos Privados.

El proyecto Neptuno fue rechazado por el PIT-CNT desde el escenario. Durante el acto, asimismo, la central sindical ratificó su compromiso con la próxima Marcha del Silencio y con el reclamo de memoria, verdad, justicia y nunca más, lo que fue aplaudido desde la primera fila por Díaz y Pereira. La condena del “genocidio del gobierno de la extrema derecha de Israel contra el pueblo palestino”, en cambio, no cosechó un solo aplauso en la primera fila.

Sobre este tema los dirigentes políticos ya habían sido informados mediante un folleto impreso en blanco y negro que una militante a favor de Palestina repartió entre los primeros asientos en el medio de la oratoria. Otra irrupción que se dio en paralelo al discurso del PIT-CNT la protagonizó el histórico dirigente frenteamplista Alberto Couriel, quien de improviso se arrimó a saludar a Orsi. Apenas lo vio, el ministro del Interior saltó de su silla y le cedió efusivamente su lugar.

Negro, de gorro con visera y lentes de sol, se fue a escuchar el discurso del dirigente sindical Sergio Sommaruga, quien entre otras cosas pidió “coraje para enfrentar a las minorías privilegiadas”, a un costado del escenario ubicado en avenida del Libertador y Valparaíso.

Fernando Pereira aseguró que “el gobierno tomó nota”

Consultado sobre el “coraje” de la actual administración, Pereira dijo a la diaria que “los gobiernos tienen coraje”, porque “cuando el gobierno se plantea la esperanza requiere audacia; decía [Eduardo] Galeano que la diferencia entre esperanza y nostalgia es que la nostalgia no precisa nada y la esperanza requiere audacia”.

El presidente del FA sostuvo que el compromiso del actual gobierno es “cumplir nuestro programa”, lo que no significa que los planteos que expuso este jueves la central sindical no se tengan en cuenta, “pero tenemos que cumplir con nuestro programa, porque luego la gente nos va a medir con eso”.

Pereira agregó que, “contrariamente a lo que dicen los retardatarios”, el PIT-CNT no es lo mismo que el FA, si bien “lógicamente los gobiernos progresistas tienden a tener mayores coincidencias con los movimientos sociales que reivindican cambios, y eso no se puede ocultar”. Dijo que “muchos de los planteos que hoy hizo el movimiento sindical están presentes” entre las prioridades que se fijó la fuerza política y aseguró que este jueves “el gobierno tomó nota”.

Desde el PN, Abdala valoró especialmente las palabras de Sommaruga, quien a su entender hizo “el discurso más de fondo”. “Discrepo con muchas de sus afirmaciones, por supuesto, pero creo que fue un mensaje positivo en cuanto a que miró para adelante y dejó planteada una serie de desafíos que yo comparto, empezando por el de la pobreza infantil”, expresó el diputado nacionalista.

Abdala dijo a la diaria que va a los actos del 1° de Mayo porque, aunque “podrá gustarnos mucho, poco o nada” el PIT-CNT, “es un actor de importancia que incide en la realidad del país y, por lo tanto, es menester tener diálogo con él y construir puentes que nos permitan relacionarnos e interactuar”. No obstante, el diputado nacionalista cuestionó algunas afirmaciones que escuchó en el acto, que, según consideró, “tuvieron un contenido panfletario, como cuando se dijo que el gobierno anterior había practicado un ajuste brutal contra los trabajadores”. “No nos pasaron inadvertidas”, resaltó.

Por su parte, Roselló consideró que el discurso del PIT-CNT “se centró solamente en el gobierno anterior” y no incluyó críticas a la actual gestión, “a pesar de que a 60 días de gobierno ya hubo hechos de dudosa legalidad y omisiones por parte de cargos de confianza del presidente”. La exdiputada colorada dijo a la diaria que “esperaba otro mensaje” de la central sindical. “Me fui un poco sorprendida porque en los actos que fui en estos últimos cinco años se escuchaban muchas críticas al gobierno de turno por parte de los dirigentes que subían al estrado a hacer uso de la palabra, y eso no fue lo que escuché hoy”, manifestó.