La polémica por el nuevo pasaporte uruguayo estalló el 9 de julio con un tuit del embajador alemán en Uruguay, Stefan Duppel, que advertía que quienes tuvieran la nueva versión del documento uruguayo no podrían entrar a Alemania, “ni siquiera para estancias cortas”, y que tampoco se aceptarían solicitudes de visa con ese pasaporte.
Luego se sumaron comunicados de la embajada de Francia en Uruguay y de la de Japón, y finalmente la controversia desembocó en que el martes, a través de un comunicado conjunto, la cancillería y el Ministerio del Interior anunciaron que, aunque la nueva versión del pasaporte “se encuentra en concordancia con la normativa vigente de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI)”, a partir de agosto “se volverá a utilizar la versión del pasaporte previa a los cambios introducidos el 16 de abril”.
Esta versión incluía el dato de la ciudadanía, tanto para ciudadanos legales como naturales de Uruguay, y eliminó el dato sobre el lugar de nacimiento de la persona. La cancillería y el Ministerio del Interior comunicaron que se continuará “consultando a las organizaciones internacionales competentes, el sistema político nacional, la sociedad civil y otros actores relevantes, para que la futura adecuación del pasaporte cuente con su aprobación, no discrimine debido al instrumento que otorga la ciudadanía uruguaya, y asegure la movilidad, preservando al mismo tiempo la imagen y fortaleza de este documento, que es internacionalmente reconocido por su seguridad y confiabilidad”.
El comunicado destaca que desde que se instrumentó esta versión “no se ha recibido ninguna comunicación oficial de no aceptación de los nuevos pasaportes”, pero sí menciona que “se han reportado dificultades para el estampado de visas de larga estadía por parte de dos países”, en referencia a Alemania y Japón, según supo la diaria, y dejando de lado a Francia, que también este martes comunicó a las autoridades uruguayas que reconocía el nuevo documento ahora suspendido.
Según señalaron fuentes de la embajada de Francia en Uruguay a la diaria, el embajador Jean-Paul Seytre les comunicó en una reunión este martes al canciller Mario Lubetkin y al ministro del Interior, Carlos Negro, que había recibido de parte de las autoridades francesas que el país “reconoció los modelos de pasaporte de las tres versiones: natural uruguayo, nacional uruguayo y ciudadano natural”, por lo que el embajador “iba con una muy buena noticia y recibió otra buena noticia”, ya que en ese encuentro las autoridades uruguayas le informaron que se retomaría la anterior versión del pasaporte.
Desde la embajada mencionaron que esa versión del documento uruguayo “no es que se aceptara o se dejara de aceptar, sino que teníamos que tener el visto bueno de las autoridades francesas”, y señalaron que no tuvieron noticias “de ningún uruguayo que fuera rechazado con ese pasaporte; lo que sí, no podíamos dar visas”.
En este marco, según informaron a la diaria fuentes del Poder Ejecutivo, Lubetkin y Negro llamaron por segunda vez en consulta al embajador alemán “para expresarle su desagrado por el manejo injustificado del proceso”, en particular por el uso de las redes sociales para comunicar la posición del país “en vez de comunicarlo formalmente a las autoridades uruguayas”.
Desde la embajada de Alemania en Uruguay confirmaron que hubo varias reuniones con el Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay y se limitaron a señalar que “se trabaja conjuntamente para solucionar los casos pendientes de visados”.