El Poder Ejecutivo junto al Congreso de Intendentes puso en marcha el programa Uruguay Impulsa, que fue aprobado la semana pasada por el Parlamento. Entre el 18 y el 25 de agosto se realizarán las inscripciones de quienes estén desempleados y tengan interés en participar a través del sitio www.gub.uy/uruguay-impulsa, y a fines de agosto el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social hará un sorteo que definirá los 5.500 beneficiarios. Habrá un cupo de beneficiarios para cada departamento, atendiendo a criterios que tienen que ver con la población, el mercado laboral y las circunstancias sociales y económicas de cada uno de los departamentos.

El programa continúa la experiencia de los llamados “jornales solidarios” implementada en el gobierno anterior. Las tareas que realizarán los beneficiarios serán definidas por los gobiernos departamentales, con la supervisión del Congreso de Intendentes y del gobierno nacional, que aportará el 80% del financiamiento —aproximadamente 10 millones de dólares—, mientras las intendencias contribuirán con el 20%.

Quienes trabajen en Uruguay Impulsa recibirán un sueldo de 19.728 pesos y trabajarán seis horas diarias. Las madres jefas de hogar con menores de cuatro años a cargo podrán trabajar cuatro horas por día, por la misma remuneración. Los beneficiarios harán entre 20 y 23 jornales por mes, y el programa se extenderá por cuatro meses.

El director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Rodrigo Arim, dijo en rueda de prensa este lunes que la iniciativa consiste en “un programa de empleo protegido desde los gobiernos departamentales con fondos del gobierno nacional, de una manera tal que no solamente atienda la necesidad de trabajo de corto plazo, sino que apueste a la formación”, para “construir caminos para una inserción estable de mediano y largo plazo en el mercado de trabajo”.

Arim destacó que los ingresos del programa “aumentan con respecto al año pasado”, ya que pasan de 13.000 pesos a 20.000 pesos con más jornales (antes eran 12 por mes).

Al mismo tiempo, el programa prevé que una parte de las horas remuneradas se destinen a la capacitación y formación de los beneficiarios, en torno a capacidades que van “desde armar un currículum hasta aspectos vinculares, trabajo en equipo o formaciones específicas en logística o en construcción en seco”, detalló Arim. Se busca de esta forma “colaborar con aquellos que van a ser beneficiarios del programa para que no sigan necesitando este tipo de herramientas”, agregó el director de OPP. “Son herramientas de corto plazo, atienden la necesidad de corto plazo, pero a la misma vez comenzamos a construir mecanismos de salida de largo plazo al mercado de trabajo”, destacó.

Arim señaló que, en la medida en que la iniciativa tenga “éxito”, en el correr del quinquenio se va a “seguir innovando y mejorando este tipo de instrumento de políticas activas de empleo”.