“Una de las ideas rectoras de este libro es dar a conocer las historias y memorias del Departamento 20 (D20), ese nuevo ‘departamento’ virtual jurisdiccional uruguayo que no tiene fronteras ni capital, y posee la mayor diversidad de todo el Uruguay pues lo integran hombres y mujeres de los otros 19 departamentos, y sus descendencias”. Así inicia el prólogo de El Departamento 20 del Uruguay, un libro de Fabián Muñoz Rojo, uruguayo residente en Argentina desde 1973 que actualmente vive en City Bell, La Plata. “Somos cuatro millones”, repite varias veces en el texto.

Este volumen de más de 550 páginas recoge más de 70 testimonios de uruguayos que viven o vivieron en el exterior, incluyendo especialmente a aquellos “que hicieron cosas a lo ancho y a lo largo del mundo para el Uruguay y su gente; y también a los que retornaron poniendo a disposición sus experiencias y recursos”.

En el marco de su presentación, que será entre el 1° de octubre y el 3 de noviembre en Europa, y previo a la realización de un nuevo Encuentro Mundial de Consejos Consultivos en Uruguay (18 al 21 de noviembre), el libro fue declarado de interés ministerial por las carteras de Educación y Cultura, y de Relaciones Exteriores.

También hay una conexión con el sitio somosuruguayos.com, que es “una especie de coletazo en internet del libro y que está recibiendo registros de personas de todo el mundo, georreferenciados”, cuenta Muñoz a la diaria. “Hay muy poco de georreferenciación de los uruguayos que estamos por el mundo y que se sepa –personas, empresas– está bueno”, agrega.

El dato que maneja Muñoz sobre la cantidad oficial de uruguayos por el mundo proviene de la Organización de las Naciones Unidas y de la información “producto de todos los censos de todos los países en que declaran personas nacidas en Uruguay”: 367.100 personas, pero cuántos “hijos y nietos, desconocemos”.

Muñoz explica que “hay un ícono del libro”, la instalación del Institut Pasteur en Montevideo, “que surgió de uruguayos que estaban trabajando en el Institut Pasteur de París a fines del siglo pasado”, y que luego de idas y venidas terminaron consiguiendo el objetivo, incluso con la ayuda de fondos provenientes de Francia. Pero también están los escritores, los cineastas, los comunicadores y “todos aquellos que fui encontrando en cada país”.

El autor menciona que los primeros uruguayos que comenzaron a migrar lo hicieron en la década de 1960, y el principal destino en ese momento fue Australia. Fue una corriente migratoria que buscaba un mejor futuro en lo económico. “Ellos fueron los primeros que mandaron contenedores con materiales para la salud y la educación”. En la década siguiente, el exilio político pasó a ser uno de los principales motivos de la migración al extranjero y se conformaron colonias en Argentina, México, Venezuela, Estados Unidos, los países nórdicos, España, Italia y otros.

Más adelante, la crisis de 2002 motivó otra oleada importante de migrantes uruguayos hacia el mundo.

Pero también hubo retornos, de muchos que volvieron por distintas razones.

Foto del artículo 'Historias de uruguayos en el exterior: los que se fueron, los que volvieron y los que no'

Foto: Alessandro Maradei

Encuentro de Asociaciones de Uruguayos Residentes en el Exterior

Entre el 18 y el 21 de noviembre de 2025 se realizará el 11er Encuentro Mundial de Consejos Consultivos y el 6° Encuentro de Asociaciones de Uruguayos Residentes en el Exterior, en la ciudad de Montevideo. Esta edición llevará el nombre “Exsubsecretaria, profesora Belela Herrera”, en homenaje a la exvicecanciller fallecida en mayo.

“Un consejo consultivo es una reunión de uruguayos y uruguayas que hacen un acta de constitución con determinados objetivos, como mantener el vínculo con Uruguay, organizar actividades culturales junto con Uruguay. Es un lugar donde, de alguna forma, se reproduce la patria en reuniones, en las fiestas patrias. Eso llevó a que se redactara una normativa, que ahora está bastante difusa porque pasaron 20 años desde los primeros y no somos los mismos; hay gente que no está, y creo que está resultando de todo ese desarrollo que no aparezcan hijos y nietos para tomar la posta. Podemos perder esas generaciones, porque no los hemos acercado, no los hemos reconocido”, dice Muñoz.

Obviamente, una de las principales reivindicaciones de los uruguayos en el exterior sigue siendo la posibilidad de votar.

Muñoz dice que en América del Sur los únicos países que aún no han reconocido este derecho son Surinam –que carece de diáspora– y Uruguay. “El último fue Chile, en 2014. En el caso de Uruguay, creo que hay algunos mitos y también falta de información. Hay un trabajo de 2022 en el que se analizan todos los países del mundo; en ese momento había 132 países que reconocían el voto de sus ciudadanos en el exterior. Lo que hay es ignorancia, falta de grandeza, porque es equivocado que afuera hay mayoría de un partido político”, expresa.

El autor del libro aventura una propuesta intermedia, teniendo en cuenta la escasa diferencia de votos que hubo entre los dos candidatos a la presidencia en la segunda vuelta de 2019 (37.000 votos): “Si de mí dependiera, que el voto de los uruguayos en el exterior sea en primera vuelta, en la elección donde se eligen parlamentarios, y no en el balotaje”. Sin embargo, también relativiza los impactos de los votos en el exterior en las segundas vueltas y pone el ejemplo de la última elección presidencial en Brasil, en la que Lula aventajó a Jair Bolsonaro por poco más de dos millones de votos. “Afuera de Brasil votaron 300.000 brasileños. Si eso se le saca a Lula y se le da a Bolsonaro, no modifica el resultado. Es un mito. Hay mitos, hay falta de información y creo que hay falta de grandeza. Somos tan uruguayos como cualquiera. Y además, yo soy jubilado uruguayo, que estoy afuera, y a mí me descuentan lo mismo que a los que viven acá, la mutualista, los impuestos. Esos que dicen que no pagamos impuestos, ¿cómo que no pagamos impuestos? Y eso sin contar los que mandan remesas”, sostiene.

Finalmente, Muñoz menciona que está trabajando en distintos proyectos para los uruguayos en el exterior, entre ellos, la posibilidad de un programa de turismo social que estimule a los residentes en el extranjero a visitar destinos turísticos del país, mediante incentivos, descuentos y facilidades. “Esperamos tener una propuesta para presentar en el encuentro de noviembre”, concluye.

Según sus palabras en el texto, el D20 se resume así: “Nacimos en el Uruguay, donde crecimos y recibimos educación laica y gratuita, y un día emigramos. Donde estamos, vivimos nuestra identidad; allí se viven y se sienten muchas cosas del Uruguay como propias. Algunos volvieron y hoy viven en Uruguay. Otros no pudieron volver, como Artigas, pero sus vidas y sus descendientes los perduran, con sus identidades y con sus ideas. Sus hijos y nietos también. Y son reconocidos por el Estado uruguayo, por leyes y normativas, menos el reconocimiento del derecho al voto; la ciudadanía no se pierde. Cada dos años, en nuestros Encuentros Mundiales, reclamamos nuestro derecho a votar”.

El Departamento 20 del Uruguay, de Fabián Muñoz Rojo. 555 páginas. Edición del autor, 2023.