“El derecho a la felicidad terrenal tiene que ver con la distribución equitativa de bienes, pero también con la equidad en el tratamiento y la consideración social de todas las personas, sin diferenciar por motivo alguno, y aceptando las diversidades socioeconómicas, raciales, sexuales, culturales o cualquier otra distinción de los parámetros sociales mayoritarios. Pero si no brindamos condiciones equitativas para el acceso a las condiciones de vida dignas, que nos permitan disfrutar con igualdad estos avances, ellos nos conducirán a mayores episodios de violencia y oscuridad que la historia nos ha demostrado”, leyó la senadora del Frente Amplio (FA) Blanca Rodríguez.

La cita forma parte del cierre del último libro del abogado Daoiz Uriarte, Desigualdad, violencia y derechos humanos en América Latina, publicado por la editorial Fundación de Cultura Universitaria, que fue presentado este martes en el auditorio de la Torre Ejecutiva.

Según la senadora del FA, en el libro de Uriarte “queda confirmada” la hipótesis de que “la desigualdad tiene un vínculo inequívoco con el crecimiento de las violencias en las sociedades latinoamericanas y, por ende, también en nuestro país”. Para reafirmar esto, Rodríguez leyó otro pasaje de la obra: “La desigualdad es una de las causas primordiales, sino la principal, del aumento de la criminalidad”.

Junto con la secretaria de Derechos Humanos, Collette Spinetti, y el abogado argentino César Sivo, quienes también participaron en la presentación, la senadora frenteamplista comentó que en el libro “queda establecida la diferencia entre pobreza y desigualdad, que son dos cosas distintas”. Señaló que algunos países, como China, “han podido combatir la pobreza”, pero “no han logrado mejorar los temas de desigualdad”.

En el caso de Uruguay, Rodríguez indicó que, si bien hay “datos de pobreza que no son los mayores del continente, ni por cerca, [aunque] nos preocupan igual”, de todos modos, “no ha mejorado el tema de la desigualdad”.

La senadora del FA señaló que, al margen del diagnóstico, en la obra de Uriarte también hay propuestas que, a su juicio, deberían ser consideradas “por todos aquellos que están preocupados por algunos datos estadísticos, que, si bien no nos transforman en un país latinoamericano típico, [que] no lo hemos sido, tenemos algunos rasgos preocupantes”.

Durante su intervención, Rodríguez no quiso dar mayores detalles de las propuestas, para no “spoilear” el contenido del libro, algo que sí hizo Sivo. Entre risas, el abogado argentino mencionó que hay propuestas sobre distribución, transparencia, participación social, educación, salud, vivienda, discriminación, infancia y adolescencia, así como también propuestas para fortalecer el sistema judicial.

Sobre esto último, Sivo sostuvo que el Poder Judicial, que en teoría es “el reflejo de la esperanza social”, porque es “el último lugar donde uno va a buscar el cobijo adecuado”, habitualmente “se corre de todo esto” y acaba profundizando la desigualdad existente. “Si el Poder Judicial acompaña, puede evitar que algunas cosas no se consoliden”, afirmó.

Spinetti, por su parte, sostuvo que la desigualdad no responde únicamente a “lo económico”, ya que “hay otras desigualdades”. “La pobreza es violencia, y esto marca el no acceso de tantos niños, niñas y adolescentes a muchos bienes, entre ellos, la cultura, el arte y la educación”, expresó.

La secretaria de Derechos Humanos sostuvo que actualmente hay lugares en los cuales “el Estado se ha retirado”. “Lo vivimos en el Uruguay, donde hay lugares en los que el Estado no está presente, o no estuvo, y estamos intentando que esté”, expresó.

Enrique Iglesias: en Uruguay prevalece “una cierta sensibilidad frente al otro”

También participaron en la presentación el excanciller Enrique Iglesias, el expresidente de la Suprema Corte de Justicia Ricardo Pérez Manrique y el actual decano de la Facultad de Derecho, Gonzalo Lorenzo.

Según Lorenzo, Uruguay “está teniendo hace tiempo serias dificultades para que todas las personas tengan acceso a algunos derechos básicos”, por lo cual “estamos fallando en la igualdad de oportunidades”. En particular, el decano de la Facultad de Derecho mencionó a la educación, en la que “estamos fallando, y fallando gravemente”. “Esto es, a mi juicio, el origen más importante de la violencia”, afirmó.

Por su parte, Pérez Manrique sostuvo que la desigualdad “es una temática absolutamente presente y acuciante en este momento”. “Creo que en muchos estados de la región el retroceso democrático va acompañado con esta cuestión esencial de la igualdad material y, sobre todo, en el sentido de generar igualdad de oportunidades”, expresó.

Quizás con un mayor grado de optimismo, Iglesias consideró que, “en términos generales”, y en comparación “con otras realidades que me ha tocado conocer”, en la sociedad uruguaya todavía existe “una cierta sensibilidad frente al otro”.

“Creo que es un valor que tenemos que proteger, [porque] es un hecho fundamental. Nuestro país es pequeño, pero tiene un grado de solidaridad que tenemos que mantener y defender, porque eso es lo que nos da unidad y, sobre todo, nos da ganas de vivir juntos”, manifestó Iglesias.