El viernes pasado se supo la decisión del gobierno de pausar el acuerdo entre la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) y la Universidad Hebrea de Jerusalén para el establecimiento de una Oficina de Innovación y Emprendimiento (OIE) de Uruguay en ese territorio. La medida generó cuestionamientos desde la oposición, y también desde la representación diplomática de Israel en Uruguay, así como una convocatoria a las autoridades de la ANII a la Comisión de Educación de Diputados y la renuncia de uno de los asesores de la oficina, Salomón Vilensky, quien apuntó contra el canciller Mario Lubetkin y lo llamó “judío de mierda”.
Entrevistado por radio M24, el presidente del Frente Amplio (FA), Fernando Pereira, celebró este lunes la decisión de congelar el acuerdo y consideró que “era la mínima señal que el gobierno uruguayo podía dar”. El Secretariado Ejecutivo del FA había solicitado en abril al gobierno que evaluara la suspensión de la oficina de la ANII en Jerusalén, pero recibió la negativa del Poder Ejecutivo en ese momento.
Para Pereira, la OIE no es “tan solo un acuerdo de cooperación tecnológica como se presenta, [sino que] es un símbolo”. Afirmó que comparte “en absoluto” la decisión de suspenderla, en el marco de que Israel “ha pasado todos los límites” y “hay elementos para pensar que estamos ante un genocidio” en la Franja de Gaza.
El presidente del FA cuestionó a quienes critican la medida del gobierno y apuntó: “¿Tienen alguna palabra para evaluar el conflicto de Israel con la Franja de Gaza? ¿No ven lo que está pasando con un territorio derruido, con decenas de miles de muertos, muchos de ellos civiles, inocentes, niñas y niños?”.
Presidente de la ANII: “Es un mal acuerdo, porque no es un acuerdo de cooperación”
El acuerdo genérico para la instalación de la OIE fue aprobado a fines del año pasado -ya en el marco de la transición- por el anterior directorio de la ANII, junto a una transferencia de recursos por 129.688 dólares para el alquiler por un año de la oficina en Jerusalén y la realización de una serie de cursos virtuales para estudiantes universitarios y emprendedores. En estos ocho meses, la oficina no ha funcionado porque no tenía presupuesto previsto y restaba firmarse el acuerdo específico, que ahora, por decisión del actual gobierno, quedó suspendido.
El presidente de la ANII, Álvaro Brunini, explicó este lunes en radio Sarandí que la iniciativa de la OIE no surgió de los equipos técnicos de la agencia, “sino que fue una decisión tomada por presidencia de la República en el periodo de gobierno anterior e implementado a través de la ANII”. Es decir, “el origen no fue técnico, sino que fue político”.
“Considero erróneo que el origen de la iniciativa de instalar una oficina en el exterior haya sido decidido por el presidente de la República y no a partir de un análisis de ANII. De hecho, cuando se llegó a la agencia, había un desconocimiento profundo por parte de los funcionarios y gerentes de ANII con respecto a los detalles de la oficina en sí”, afirmó Brunini.
En ese contexto, señaló que desde el actual directorio de la ANII han considerado que el acuerdo con la universidad israelí “es un mal acuerdo, porque no es un acuerdo de cooperación”. Por el contrario, continuó, “lo que hay es la contratación de una serie de servicios, eso fue lo que se definió en el directorio de diciembre del año pasado. Lo que contrata es una oficina, y se contrata una serie de cursos. No hay proyectos de investigación, no hay proyectos científicos”.
Brunini aclaró que la ANII no contrató asesores para la OIE, sino que el directorio anterior definió la conformación de un “consejo asesor honorario con destacadas personas que se encuentran en Israel, pero no es que tampoco estén trabajando en la oficina en sí”, como era el caso de Vilensky.
Sobre la puesta en pausa, el presidente de la ANII reafirmó que fue una decisión en conjunto entre la agencia y el Poder Ejecutivo. Sostuvo que la consideración que le corresponde y que hizo la agencia fue sobre “las dudas que teníamos con respecto al acuerdo específico en sí”. En ese sentido, afirmó que desde la ANII no se puso sobre la mesa el conflicto en Gaza, porque “no le corresponde a una agencia encargada de ejecución de políticas analizar conflictos en el exterior”, señaló Brunini.
Brunini aseguró que no hay “ningún proyecto concreto” al respecto de los objetivos planteados para la OIE, como intercambio de expertos de Israel y Uruguay o realización de proyectos en conjunto de investigación, innovación y emprendedurismo. “En el plan operativo anual de este año, que fue definido por el directorio anterior, tampoco había ninguna línea de financiamiento para ese tipo de actividades que se menciona”, afirmó.
Acotó que la situación económica de la agencia es “sumamente deficitaria”; de hecho, señaló que, “si la agencia no recibe mayor presupuesto el próximo año, ya no es que va a cerrar una oficina en exterior, sino que la propia agencia va a tener que cerrar”.