El viernes, el equipo económico liderado por el ministro Gabriel Oddone inauguró el proceso de tratamiento parlamentario del presupuesto quinquenal en la Comisión de Presupuestos integrada con la de Hacienda de la Cámara de Representantes. Para la diputada del Frente Amplio (FA) Ana Olivera, la presentación fue “totalmente consistente con el proceso de Rendición de Cuentas” correspondiente al 2024, que dibujó un “panorama distinto al que el propio Ministerio de Economía y Finanzas pensaba”.
Entrevistada por la diaria Radio, Olivera dijo que la compleja situación fiscal, dada principalmente por un incremento de más de un punto del PIB en el déficit fiscal proyectado para 2025, conlleva que el presupuesto incluya la generación de mayores ingresos. Señaló que dicho objetivo supone modificaciones de aspectos vinculados a la regla fiscal, el instrumento que fue creado por la anterior administración a través de la ley de urgente consideración (LUC).
“Por más que haya estado en el plebiscito de la LUC, no está firmada en piedra”, consideró la diputada del FA; y señaló que una de las modificaciones es la eliminación del tope de gasto. “El ministro de Economía lo fundamentó de una manera que a mí me gusta. Dijo: ‘Para la izquierda, el gasto no es una mala palabra'”, mencionó Olivera. La legisladora oficialista, actual coordinadora de la bancada del FA, afirmó que el gobierno pasado “superó ampliamente lo que era el tope de gasto expresado”, dado que el presupuesto gastado fue “mucho más que el presupuesto que estuvo asignado en 2024”.
El presupuesto prevé un crecimiento promedio anual del PIB de 2,4%, una proyección que ha sido cuestionada por la oposición y que Oddone defendió en la comisión. A propósito, Olivera señaló que, por fuera del presupuesto, están previstos 800 millones de dólares anuales en inversión pública y público-privada para el desarrollo de obras. Apuntó además que “hay una búsqueda de generar los mejores climas para la inversión” y remarcó que, en caso de aprobarse el impuesto mínimo a la renta global, se recaudarían 200 millones de dólares como mínimo a partir de 2027.
El capítulo impositivo del presupuesto generó las primeras críticas por parte de la oposición. Además del impuesto mínimo a la renta global, que gravaría a las empresas multinacionales instaladas en Uruguay que tienen ingresos anuales iguales o superiores a 750 millones de euros, el presupuesto incluye la aplicación de IVA a las compras desde el exterior mediante el régimen de franquicias y un gravamen para las ganancias de capital en el extranjero. Olivera desestimó que se corran riesgos al aplicar el tributo a las multinacionales, ya que, como ha explicado Oddone, “ha sido conversado con las empresas”.
Con respecto a las expresiones de insatisfacción con los recursos asignados, por ejemplo, en el ámbito educativo por parte de la Universidad de la República (Udelar), Olivera afirmó que “nunca jamás el presupuesto sale como entra”. Sostuvo que la comisión recibirá a todas las organizaciones sociales y, en función de eso, dialogarán con la oposición y con el Poder Ejecutivo para ver cómo se pueden atender algunas demandas “que todos podemos considerar que son justas”. Entre ellas, consideró que el incremento de juzgados y fiscalías vinculados a la violencia basada en género es “insuficiente”, y que el proceso de descentralización de la Udelar “no puede detenerse”.
El viernes, a raíz del caso de violencia vicaria en Soriano, cobró notoriedad que el presupuesto prevé la adquisición de mil tobilleras electrónicas, pero a partir de 2027. Consultada sobre si la muerte de los dos niños en manos de su padre –que tenía medidas cautelares vigentes– podría generar algún tipo de cambio en la partida, Olivera apuntó que “hay que mirarlo, sin lugar a dudas”.
La diputada del FA sostuvo que “el presupuesto está bien rumbeado”, ya que “los objetivos, las cosas fundamentales que nos planteamos, están allí”, aunque reconoció que no con las cifras que se hubieran deseado. Explicó que el presupuesto comenzará a incrementarse en todas las áreas prioritarias en 2027, cuando, por ejemplo, se reciban los ingresos vinculados al impuesto global, entre otros. En ese sentido, mencionó que uno de los puntos a discutir es si hay temas que requieren mayor urgencia, como la violencia basada en género.