Con sus familiares presentes en las barras, la Asamblea General homenajeó este martes al histórico dirigente del Partido Socialista (PS) José Díaz, quien falleció a principios de julio, a los 93 años.
La apertura del homenaje estuvo a cargo de Gustavo González, senador del Frente Amplio (FA) e integrante del PS. “Hoy no voy a hablar, como dice el poeta, de un hombre común. Voy a hablar de un extraordinario compañero, de una persona absolutamente afable, aun con aquellos con los cuales podía discrepar políticamente”, expresó González en el comienzo de su exposición.
El senador socialista recordó que Díaz, uno de los fundadores del FA en 1971, nació en la localidad de Tupambaé, en el departamento de Cerro Largo, en una familia “nada más y nada menos que de 18 hermanos, y él era el menor”.
Algunos años después, continuó González, “llegará a Montevideo ya con su vocación social y gremial encendida”. En la capital del país, Díaz militó junto con estudiantes universitarios del interior, porque el interior, sostuvo el senador socialista, “era una de las obsesiones”, un “tema que José llevó toda su vida adelante en su práctica política”.
Díaz, que ejerció como abogado laboralista, también fue secretario general del PS cuando el partido fue ilegalizado durante el gobierno de Jorge Pacheco Areco. “El partido tuvo en José Díaz un secretario general extraordinario, porque una cosa es estar a la cabeza de un partido político en la legalidad, y otra cosa es cuando estás ilegalizado, cuando ser socialista era clandestino, aun en democracia”, expresó González.
Padre de tres hijos, “varias veces detenido” y exiliado, primero en Argentina y posteriormente en España, Díaz “vivió todos los tumultos internos del Partido Socialista, pero con una fraternidad extraordinaria con todas y todos sus compañeros”, destacó González.
Con respecto al proceso de creación del Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros, el legislador frenteamplista contó que Díaz “les decía 'los muchachos', [quienes] un día se fueron”. “Hasta hace muy poco antes de morir me hablaba con muchísimo cariño de las luchas de aquella juventud, y me decía: 'Yo tenía diferencias con los compañeros por los métodos de lucha, pero nunca dejaré de tenerles un cariño extraordinario por lo vivido'”, compartió.
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“Por encima de todas las cosas, fue un gran demócrata”
En representación del Partido Nacional, el diputado Pablo Abdala definió a Díaz como “una figura política de destacada trayectoria”. “José Díaz fue un gran demócrata, por encima de todas las cosas, porque tuvo fe en la democracia, siempre apostó por la vía electoral, siempre creyó en el voto, siempre creyó en el combate de las ideas para realizar las transformaciones, impulsar los proyectos políticos, transformar la realidad y realizar los valores de justicia social y de promoción del bien colectivo que todos los partidos políticos en Uruguay perseguimos”, expresó Abdala.
La diputada del Partido Colorado Paula de Armas, en tanto, dijo que Díaz “perteneció a una generación de uruguayos que vivía la política con fuerte convicción y, como tal, militó enérgicamente por aquellas ideas que él entendía que conducirían a la construcción de un país más justo y solidario”. Destacó que la actuación de Díaz fue siempre “dentro de los márgenes del orden público y jamás enfrentando al orden constitucional”.
Por su parte, el diputado del Partido Independiente, Gerardo Sotelo, resaltó que Díaz “supo tener como horizonte a lo largo de su vida pública, en el acierto o en el error, la dignidad de los postergados y de los explotados”.
El pasaje por el Ministerio del Interior y la situación de Palestina
A su turno, el diputado del FA Carlos Varela Nestier recordó el pasaje de Díaz por el Ministerio del Interior, entre 2005 y 2007, durante el primer gobierno de Tabaré Vázquez. “Yo quiero decir que a él le tocó la dificilísima tarea de bajar a tierra la teoría, de confrontar las ideas con la vida, porque llegábamos con un bagaje de concepciones que chocaron contra la realidad y José supo capitanear ese instante, ese momento histórico, y vaya que lo hizo con mano firme y con certezas y seguridades”, afirmó Varela Nestier.
Sobre esta etapa de la vida del histórico dirigente socialista, González agregó: “Recuerdo que él tenía una obsesión: jamás reprimir desde el Ministerio del Interior ninguna movilización de las trabajadoras y los trabajadores; José llamaba antes al sindicato”. Como ministro del Interior, asimismo, “intentó [algo que] para algunos no fue lo correcto, [aunque] para muchos de nosotros sí: humanizar las cárceles, tener esa visión, pensar que la gente puede reconstruir su vida”.
Al cierre de su intervención, el senador socialista contó una anécdota personal: “Unos 15 días antes de fallecer teníamos un acto en Casa del Pueblo [sede del PS] sobre el tema de Palestina, un tema preocupante para la humanidad, si lo hay. Me llamó con mucha angustia y me dijo 'no voy a poder ir, me siento muy mal, pero les voy a mandar un video'”.
González rememoró en la Asamblea General algunas de las últimas palabras de Díaz: “Nunca lo he invocado, pero me siento en la necesidad de hacerlo, como socialista de Patria Grande, como frentista de toda la vida, como fundador del Frente, les pido a todas mis compañeras y compañeros que cerremos filas en una clara definición por Palestina libre, no a la guerra”.
Dicho esto, el senador socialista finalizó el homenaje: “Alguien dijo una vez que los verdaderos revolucionarios sólo descansan cuando mueren... Creo que José cumplió con eso”.