Delegaciones de la Federación de Médicos del Interior (Femi) y la Sociedad de Medicina Rural del Uruguay (Someruy) estuvieron la semana pasada en la Comisión de Salud del Senado. Plantearon la preocupación por la falta de médicos en el interior del país: “El promedio de edad de los médicos rurales es de 45 años, con una tasa de recambio muy baja, casi nula, por eso calculamos que en diez o 15 años nos vamos a despoblar totalmente de estos médicos”, señaló el presidente de Femi, Gustavo Fernández. El médico de Someruy Ramón Soto destacó “la preocupación y la alerta” porque “los números que trazó el Plan de Salud Rural, en 2009, no se están cumpliendo por la avanzada disminución de la población rural, que es mayor a la planificada en ese entonces”.
Las asociaciones barajan distintas propuestas de solución. Por un lado, plantean que se siga la misma línea que con los maestros rurales, a quienes se les ofrece la vivienda como incentivo: “Esto podría favorecer a que las nuevas generaciones se puedan radicar en el interior profundo, porque el que va tiene que alquilar o comprar para poder trabajar”, señaló Fernández. Los senadores preguntaron sobre la ley de residencias médicas; el presidente de Femi respondió: “Nos facilita muchísimo la pasantía obligatoria por el interior. Es una experiencia muy favorable, pero recién estamos en los primeros pasos y, como no hemos llegado a los diez años de instrumentación, el impacto no lo podemos medir”.
Otro de los posibles incentivos son los cargos de alta dedicación a nivel privado y las funciones de alta dedicación a nivel público. También en esta línea, Fernández comentó que el ámbito de la medicina rural es ideal para la complementación entre servicios públicos y privados. La senadora Mónica Xavier subrayó que es fundamental la complementación de servicios; “esto supone una actitud proactiva por parte de los actores, porque es muy difícil contentar a todos”, dijo, y agregó que “las funciones de alta dedicación son un instrumento probadamente eficaz que supone un costo muy importante, pero que por el momento viene llenando algunos vacíos necesarios para garantizar la asistencia”.
Finalmente, Fernández detalló que la educación permanente es una herramienta fundamental para los médicos pero la distancia muchas veces la impide. La propuesta es impulsar la formación a distancia por medio de videoconferencias. De esta forma, el médico podría capacitarse “sin tener que trasladarse a centros en la capital del país o a capitales departamentales. Esto también podría ser el paso inicial para estimular la radicación de los médicos jóvenes en el interior profundo”.
Los médicos también cuestionaron algunas modificaciones a la ley del Colegio Médico. Fernández explicó que los profesionales del interior se ven perjudicados porque no se puede votar por correspondencia. También quieren cambiar el reglamento para que allí se establezca que “la lista ganadora en las elecciones asuma la presidencia del colegio y que el resto de los cargos se repartan proporcionalmente”, algo que no sucedió en las últimas elecciones.