Fabio Grill, presidente de la Sociedad de Infectología Clínica del Uruguay, fue categórico acerca de la situación que se vive en el Hospital Español, luego de que funcionarios denunciaran la presencia de una bacteria multirresistente que estaba complicando el normal funcionamiento del centro asistencial, ya que algunos sectores del Centro de Tratamiento Intensivo (CTI) debieron ser cerrados para atender a los afectados. Grill explicó a la diaria: “Hay algunas bacterias multirresistentes que, por sus particularidades, agobian mucho más al colectivo médico, por ejemplo la Klebsiella pneumonie carbapenemasa [KPC]; son resistentes a los antibióticos más poderosos con los que contamos los médicos en Uruguay y en el mundo entero. En este caso que se presentó en el Hospital Español, la bacteria que apareció –que no es la KPC sino la New Delhi metallo-beta-lactamase (NDM), pero tiene un comportamiento similar– no es una bacteria asesina, no mantiene bloqueado al hospital, sino que las autoridades sanitarias tomaron las medidas que habitualmente se adoptan en este tipo de casos”.

En la madrugada del lunes, la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) había emitido un comunicado en el que establecía: “En el Hospital Español se recibió el alerta del laboratorio institucional sobre un paciente colonizado por KPC, por lo que se aplicaron las precauciones de contacto al paciente y todos los internados en el mismo sector del CTI del hospital. Se estableció un sector para la cohorte, con disponibilidad de puesto de enfermería dedicado, y se dispuso no ingresar nuevos pacientes, salvo que sean contactos, o estén colonizados o infectados por enterobacterias productoras de KPC”.

Grill sostuvo que la situación “es un problema, y está bien que sepamos lo que está sucediendo, pero no generando alarmas, porque tampoco estamos ante una situación catastrófica”. “Ese proceder es de una irresponsabilidad tremenda. Además, esto no es un problema del Hospital Español, sino de todo el sistema sanitario, tanto público como privado. La existencia de este tipo de bacterias es inevitable, es algo propio de esta época. Hace 20 años, este tema acá era ciencia ficción. Europa lo empezó a vivir en el año 2000, mientras que en Uruguay los primeros casos se remontan aproximadamente a 2011”, explicó.

Sobre el origen de este tipo de bacterias, el infectólogo dijo que no surgieron por una única razón, pero señaló que uno de los motivos es el uso indebido de los antiobióticos. “Ahora viene el invierno, que es la época en que hay más casos de catarro, resfrío, gripe, y eso genera ansiedad y un nivel de consumo de antibióticos a nivel comunitario que es muy nocivo, porque cada vez que consumís un antibiótico que no fue indicado, las bacterias se van haciendo más resistentes. No hay duda de que dentro de las políticas sanitarias tiene que haber control, aislamiento y prevención, pero los hospitales también deben tener una política de uso de antibióticos; no se pueden utilizar porque sí, como se hacía hasta ahora. Hay una población que lo requiere necesariamente, pero su uso debe estar muy controlado”, afirmó.

Por su parte, César Pisciottano, presidente del sindicato del Hospital Español, coincidió con Grill en que la bacteria está en todos los ambientes sanatoriales de Uruguay, pero afirmó: “Nosotros planteamos que para combatir esa bacteria es fundamental el capital humano. Yo salgo a hacer el reclamo porque hay un déficit de recursos humanos, porque un integrante del equipo de salud que está trabajando con un paciente contaminado con esta bacteria no puede trabajar con los pacientes que no lo están. Considero que no es un tema de alarma pública, pero tuve que salir a denunciarlo en la prensa para que ASSE reaccionara y brindara los medios para que esto quede acá”.