La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune que afecta al sistema nervioso central y que en Uruguay es la segunda causa de discapacidad entre la población joven, únicamente superada por los accidentes de tránsito. Según explicó a la diaria el neurólogo Carlos Oehninger, esta enfermedad autoinmune se origina porque los linfocitos atacan a la mielina, que es una capa de grasa que rodea y nutre a los axones, prolongaciones filiformes de las neuronas, que conducen impulsos hacia otras células nerviosas. Al quedar desprovistos de la mielina, los axones comienzan a fallar y eso afecta varias funciones: las motoras, el equilibrio, la coordinación, funciones sensitivas y esfinterianas.

“Otros síntomas son los que se denominan ‘invisibles’, como por ejemplo la gran fatigabilidad que ocasiona esta enfermedad. Es una patología muy heterogénea en su sintomatología y, por lo tanto, en los períodos iniciales puede ser de difícil diagnóstico”, afirmó Oehninger. La esclerosis múltiple tiene un impacto muy fuerte en la comunidad porque afecta mayormente a personas jóvenes, principalmente entre 23 y 35 años, y es una patología que se presenta con mayor frecuencia en las mujeres, en una relación de tres a uno. En Uruguay hay algo más de 2.000 personas que padecen esta enfermedad crónica y progresiva, y la prevalencia es la más alta de América del Sur.

“En 80% de los casos la enfermedad se manifiesta en empujes y remisiones, que es la forma más tratable. Cuando hay un empuje y la persona tiene que estar internada durante algunos días, se le suministran corticoides y, en pocos días, la situación se resuelve. Pero después está el tratamiento dirigido al problema de fondo; para eso hay fármacos de primera y de segunda generación, que actúan en forma profiláctica, es decir, preventiva, que tratan de que los próximos empujes de la enfermedad sean menos agresivos, que no dejen secuelas neurológicas”, agregó.

A los fármacos destinados al tratamiento de la esclerosis múltiple se accede únicamente mediante el Fondo Nacional de Recursos, ya que en todos los casos se trata de medicamentos de alto precio. “En Uruguay hay varios medicamentos de primera generación y uno sólo de segunda generación, creado hace tres o cuatro años. Todos ellos están incluidos en el Formulario Terapéutico de Medicamentos. En la actualidad se intenta que el tratamiento de esta enfermedad sea lo más personalizado posible, ya que no hay dos casos iguales. A veces los arranques son muy agresivos y para esos casos sería bueno administrar fármacos más potentes que los de primera generación, pero eso es un problema muy difícil de revertir en un país subdesarrollado como el nuestro. Ese es uno de los grandes problemas”, afirmó Oehninger.

Mañana a las 18.30, en el salón de actos del Instituto Uruguayo de Normas Técnicas (UNIT; Plaza Independencia 812), se llevará a cabo una actividad organizada por la asociación que agrupa a los enfermos y familiares de esta enfermedad, Esclerosis Múltiple Uruguay. Varios médicos especialistas hablarán sobre la situación actual y sobre los adelantos disponibles para el tratamiento de esta patología.