La Red de Sindicatos de Trabajadores de las Emergencias Móviles (REM), que integra la Federación Uruguaya de la Salud (FUS), emitió el jueves 12 un comunicado en el que manifiesta preocupación por las agresiones a las que están expuestas los trabajadores de emergencias móviles y exhorta a la opinión pública a reflexionar sobre la problemática. “Lamentamos que quienes nos agreden no piensen que tal vez ese móvil se dirija en ese momento a atender quizás a un familiar suyo y una agresión impediría llegar a asistir a esa persona o incluso salvar su vida”, plantea la red de gremios.

Victor Muniz, dirigente de la FUS, comentó a la diaria que hace dos semanas un móvil de emergencia privada fue baleado, y que también han sufrido agresiones vehículos de médicos de radio y enfermería domiciliaria. “Estas situaciones no están dentro del protocolo y generan un riesgo”, dijo Muniz. Se refería al protocolo de seguridad que firmaron en 2014 el Sindicato Médico del Uruguay, la FUS, la Cámara de Emergencias Móviles y los ministerios del Interior, Salud Pública y Trabajo y Seguridad Social. Ese protocolo está dirigido a escenarios en los que se desarrollan operativos policiales (los móviles son acompañados por el 911), pero estas situaciones son imprevisibles.

La REM le planteó a la Intendencia de Montevideo la posibilidad de cambiar el sonido de las sirenas y las luces de las ambulancias (que sean verdes) para distinguirlas de los patrulleros en la noche, que es a quien se dirigen muchas veces las balas. “No es negarnos a atender, simplemente tener las garantías”, expresó Muniz.