Radio Vilardevoz es un medio comunitario integrado por usuarios de salud mental y psicólogos, que funciona desde 1997. Es más viejo que los gobiernos del Frente Amplio (FA) y que el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), tal como dicen en la carta abierta que les escribieron la semana pasada a los candidatos a la presidencia, Luis Lacalle Pou (Partido Nacional) y Daniel Martínez (FA). Nombraron al FA y al Mides para decir que son “usuarios-as, beneficiarios-as y constructores-as activos-as de las políticas implementadas” y que quieren seguir siéndolo.
En la carta se puede ver la asociación entre pobreza y locura. Señalaron que a partir del Plan de Emergencia y otros programas del Mides pudieron salir de la crisis de 2002, y que son usuarios de refugios, de la Tarjeta Uruguay Social, de comedores, y algunos de Uruguay Trabaja y de Uruguay Crece Contigo. Mencionaron que con los impuestos que paga la ciudadanía tienen acceso a la salud pública y gratuita, a actividades socioculturales, a pensiones económicas, al transporte público con pase libre. En el plano cultural, dijeron que tienen las “ceibalocas”, como bautizaron a las ceibalitas que les donaron, e internet para hacer el trabajo comunicacional, y que en estos años se han presentado a varios llamados a proyectos socioculturales del Mides y de la Universidad de la República para cumplir con su objetivo de “poner en la sociedad el tema de la locura, para luchar contra la discriminación y el estigma”.
“Hay mucho por mejorar”, les recuerdan a los candidatos, a quienes les pidieron que se cumpla con el 4% de los cupos para personas con discapacidad a nivel público y privado. Reclamaron que se mejoren las condiciones en los refugios y que “sean de paso” para que “no se produzca la institucionalización de sus usuarios”, y que algunos de ellos “se transformen en soluciones habitacionales como parte de un plan de vivienda progresivo y efectivo”. “No queremos más que los refugios sean lugares para ir a dormir y tengamos que irnos en el día sin importar qué pasa con nosotros-as durante el día”, pidieron, y de paso solicitaron que quienes trabajan en los refugios “se preparen para tratar mejor a las personas”.
Respetar los derechos humanos y la Ley de Salud Mental –con presupuesto para la Comisión de Contralor y un cronograma de cierre “real” de los manicomios– fue otra de las solicitudes.
La carta contiene planteos específicos en el área de la comunicación: que se cumpla la Ley de Radiodifusión Comunitaria –para tener políticas de apoyo– y que se reglamente la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, para que los medios se plieguen a campañas contra el estigma y la discriminación que piden que sean lideradas por los medios comunitarios (por su cercanía con el entorno barrial, pero también con las personas con problemas de salud mental, a quienes suelen integrar). Además, piden que los medios comunitarios dejen de ser “discriminados de la asignación de la publicidad oficial”; plantean que sólo la reciben medios comerciales, lo que catalogan como una “censura indirecta”.
Para asegurarse del cumplimiento de los reclamos planteados proponen crear dos ministerios, uno de Derechos Humanos y otro de “la Poesía, el Arte y la Locura”. “Queremos un gobierno más antimanicomial” y “un presidente que no se haga el loco, en todo caso que lo sea en serio y pueda construir un país en el que los derechos conquistados por diferentes organizaciones y movimientos sociales no sean arrasados”, concluyeron.