Más de 80% de los adolescentes escolarizados no llega al nivel mínimo recomendado de una hora de actividad física al día, revela un informe elaborado por dos investigadoras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que fue publicado el 21 de noviembre en la revista The Lancet Child & Adolescent Health. La situación es peor para las niñas: 85% de ellas no accede a la hora diaria de ejercicio físico, mientras que en los varones esa proporción es de 78%, destaca la reseña elaborada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Salvo en cuatro países –Tonga, Samoa, Afganistán y Zambia–, en todos los demás los varones se mostraron más activos, y las mayores diferencias (superiores a 15% entre mujeres y varones) se dieron en Estados Unidos e Irlanda. Constata, además, que en 73% de los países estudiados hubo un incremento de la brecha de género entre 2001 y 2016.

El estudio comprende el período de 2001 a 2016. Los insumos se obtuvieron de una encuesta aplicada a 1.600.000 estudiantes de 11 a 17 años de 146 países.

El informe de OPS enumera los beneficios que aporta a la salud la actividad física durante la adolescencia: mejora de la capacidad cardiorrespiratoria y muscular, la salud ósea y cardiometabólica, efectos positivos sobre el peso; y destaca que “cada vez hay más pruebas de que la actividad física tiene un efecto positivo sobre el desarrollo cognitivo y la socialización”.

Se incluyeron todos los tipos de actividad física: el tiempo dedicado al juego activo, las actividades recreativas y los deportes, las tareas domésticas activas, los desplazamientos a pie y en bicicleta u otros tipos de transporte activo, la educación física y el ejercicio planificado.

Fiona Bull, coautora del estudio junto con Regina Guthold, expresó en la nota de OPS que “el estudio pone de relieve que los jóvenes tienen derecho a jugar y deben disponer de oportunidades para ejercer su derecho a la salud física y mental y al bienestar”, y que con voluntad política y “medidas enérgicas” puede revertirse el hecho de que cuatro de cada cinco adolescentes no puedan disfrutar del ejercicio físico diario. Para mejorar los niveles de actividad física el estudio recomienda “ampliar urgentemente las políticas y programas que han demostrado ser eficaces para aumentar la actividad física de los adolescentes”, y “hay que adoptar medidas multisectoriales que den oportunidades a los jóvenes para llevar una vida activa, en ámbitos como la educación, el urbanismo y la seguridad vial, entre otros”.