El Sindicato Anestésico Quirúrgico (SAQ) reafirmó su conflicto contra el acuerdo firmado la semana pasada por el Sindicato Médico del Uruguay (SMU), la Federación Médica del Interior (Femi), las mutualistas privadas y el Poder Ejecutivo. En el acuerdo se concretó el aumento de tiempo en la consulta médica de policlínica, que pasó de 12 a 15 minutos, y la recategorización de 180 actos quirúrgicos. El SAQ tiene conflictos con ambas resoluciones: por un lado, afirma que la recategorización implica una rebaja salarial para los profesionales; por otro, “no entiende” por qué el aumento de tiempo en la consulta se aplicará sólo en la policlínica, “ignorando a los pacientes quirúrgicos”, según comentó a la diaria el vocero del sindicato, Daniel Montano. Por estos motivos, el SAQ resolvió el miércoles, en asamblea, hacer una serie de paros de 48 horas, los primeros el miércoles 3 y el jueves 4 y los segundos el lunes 8 y el martes 9 de abril, en todas las mutualistas –excepto CASMU–, en la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), en los institutos de medicina altamente especializada, en los seguros privados y en el Banco de Seguros del Estado.

Según Montano, con estos paros esperan modificar el acuerdo firmado en la órbita del grupo 15 de los Consejo de Salarios: “Esa posibilidad existe, pero yo no creo que pase, porque había mucha intención de bajarnos los salarios”. En cambio, el presidente del SMU, Gustavo Grecco, dijo a la diaria que el acuerdo ya quedó firmado por todas las partes, y que la próxima instancia de negociación colectiva será el próximo año.

Si el acuerdo no se modifica, de todas formas el SAQ continuará con las medidas sindicales: “Vamos a mantener el conflicto hasta que las empresas se den cuenta de que es totalmente inviable llevar adelante este acuerdo, porque perfectamente las empresas pueden formar acuerdos bilaterales por arriba del laudo”, aseguró Montano. Esto es lo que hizo la mutualista CASMU, y por eso no está incluida en los paros de abril; el cirujano argumentó: “CASMU tiene un convenio con el SAQ en el que reconoce la representación, por eso estos temas se resuelven directamente con CASMU, sin pasar por el Consejo de Salarios”.

Los paros programados afectan también a ASSE, aunque no tenga ninguna relación con el acuerdo que se firmó. Ante esto Montano detalló: “Fue una decisión de asamblea. Se entendió que al estar el Poder Ejecutivo directamente vinculado a estas decisiones, y al ser ASSE la mutualista del Estado, también teníamos que parar ahí. Estoy totalmente de acuerdo con que ASSE y el Poder Ejecutivo son cosas distintas, pero es una decisión de asamblea, lo que se buscó fue la máxima repercusión a todo nivel”.

Montano comentó que cuando se publicó el acuerdo al que habían llegado el SMU, las empresas y el Poder Ejecutivo, el SAQ “se sorprendió al ver que el aumento de tiempo en la consulta era sólo para las especialidades médicas. Nosotros pensamos que era una cosa general para todos los pacientes, eso no se le pasó a nadie por la cabeza, porque si hablan de mejorar la calidad de atención no se podría pensar que hay pacientes de primera categoría y otros de segunda”.

Ante esto Grecco sostuvo que “el acuerdo firmado es por dos años; el año que viene estaremos de nuevo discutiendo y, felices, compartiremos el reclamo de los colegas anestésico-quirúrgicos porque nos parece razonable y de orden trasladarlo. No se hizo en esta oportunidad porque ellos se negaron a participar en la convocatoria que hicimos al principio de la negociación, por lo que no se prosiguió a incluir a los compañeros en este reclamo”.

Recategorización

Durante tres meses la Sociedad de Cirugía del Uruguay (SCU) trabajó en la comisión de recategorización del acto quirúrgico; la categoría determina cuánto se le paga al médico. Se llegó a un acuerdo en casi 180 operaciones, pero un par de puntos frenaron la negociación. Montano reconoció que se trabajó en base a una propuesta del SAQ, pero dijo que esta fue modificada en la negociación: “La modificaron sin argumentos, rebajando los salarios, y lo peor de todo es que lo hicieron economistas, no cirujanos”.

Por su parte, Grecco aseguró que no se trata de una rebaja salarial, hay cirugías que subieron de precio y otras que bajaron “siguiendo una razonabilidad”. Además, subrayó que “este acuerdo no implica una rebaja salarial, porque los colegas que hoy están trabajando en relación de dependencia tienen derechos laborales adquiridos que preservan su fuente de ingreso”. Sólo se aplicará a los cirujanos que se incorporen a la tarea luego de firmado el acuerdo.