El sobrepeso y la obesidad son dos de los factores de riesgo principales para varias enfermedades crónicas no transmisibles, entre ellas diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer. Uruguay es el país de América Latina “en donde el porcentaje de personas con sobrepeso y obesidad se ha incrementado más rápidamente en los últimos diez años; eso no solamente atañe a los adultos, sino que también se viene extendiendo rápidamente a los niños y adolescentes”, advirtió el ministro de Salud Pública, Jorge Basso. Como es un tema que preocupa a nivel nacional, en noviembre de 2018 se creó por decreto un Consejo Nacional Honorario Coordinador de Políticas para Combatir el Sobrepeso y la Obesidad, con representación de 17 organismos públicos y privados. Tras la última reunión del consejo, Basso anunció a la prensa que se harán “campañas de comunicación social, que de alguna manera van a tratar de impactar en los hábitos y costumbres de los uruguayos”.

El ministro mencionó que el sobrepeso y la obesidad afecta a 65% de los adultos y a casi 40% de los niños uruguayos. Sin embargo, para Basso estas condiciones “no se viven por la población, y particularmente por aquellas personas obesas, como un problema de salud y algo a resolver”. De allí la importancia de crear campañas de comunicación que concienticen sobre los peligros de una mala alimentación al mismo tiempo que alienten las consecuencias positivas de una alimentación balanceada y acorde a cada estilo de vida.

Basso advirtió que al igual que con las campañas contra el tabaquismo, “esto puede generar cierta resistencia”, pero aseguró que el consejo tratará de “minimizarlas al máximo, porque de lo que se trata es que los actores públicos y privados comprendan que hay un bien mayor, la salud, que tiene que incorporarse a la agenda de toda la sociedad: todo se puede hacer minimizando los excesos y disminuyendo esa sobrecarga explosiva de alimentos con contenidos de azúcar, sal y grasas que en realidad no hacen más que terminar perjudicando la salud de la población”.

Poner en práctica

Son varias las instituciones que llevan a cabo acciones para concientizar sobre esta problemática. Una de ellas es la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, en inglés) que junto al Instituto Nacional de Alimentación (INDA) y al Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) preparan el nuevo recetario para centros de primera infancia, con el objetivo de promover la alimentación adecuada, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El recetario incluye comidas específicas para los 480 centros de primera infancia, a los que, en 2018, concurrieron 58.596 niños de uno a tres años. Según el INDA, son “recetas armónicas, diversas, que respetan los hábitos culturales y con proporciones adecuadas a sus necesidades”.

Está previsto que esa publicación comience a distribuirse en los centros a partir de agosto. Mientras tanto están haciendo talleres para probar las recetas y ajustarlas, teniendo en cuenta la cantidad de platos que se deberán elaborar y las necesidades de los niños. Los cocineros de los centros de atención propusieron las recetas y ahora experimentan en diferentes talleres asistidos por nutricionistas de las distintas instituciones, por el Núcleo Alimentación y Bienestar de la Universidad de la República y por el programa Cocina Uruguay de la Intendencia de Montevideo. El último taller se hizo el viernes en el Mercado Agrícola de Montevideo, donde cocinaron galletas de calabaza, arepas y congris, un plato cubano a base de arroz.

Qué es qué

La Organización Mundial de la Salud define la obesidad y el sobrepeso como “una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud”. La forma más simple de medirla es por el índice de masa corporal (IMC), que se calcula dividiendo el peso de una persona (en kilogramos) por el cuadrado de la talla en metros: IMC = peso (kg) / estatura (m2). Cuando el IMC de una persona es igual o superior a 30 es considerada obesa, y con un IMC igual o superior a 25 es considerada con sobrepeso. Los especialistas aconsejan, además, hacer una entrevista personal y acompañar el IMC con otros estudios, como la medición de pliegues, para determinar la obesidad o el sobrepeso.