En Reino Unido, Tailandia, España, Uruguay o cualquier otro país del mundo las enfermeras tienen el mismo problema: falta de reconocimiento a su profesión. Por eso el Consejo Internacional de Enfermeras y la Organización Mundial de la Salud lanzaron el programa Nursing Now, que busca mejorar la salud a nivel mundial al elevar el perfil y el estado de la enfermería y aboga por que haya más enfermeras en posiciones de liderazgo. A diferencia de otros países, uno de los principales problemas en Uruguay es la falta de profesionalización de la tarea: hay cuatro veces más auxiliares en enfermería que licenciados, por lo que el foco a nivel nacional estará puesto en estimular los estudios a nivel universitario. En Uruguay la campaña ya está trabajando aunque será oficialmente presentada a fines de agosto; en ella trabaja la Comisión Nacional Asesora de Enfermería, que está compuesta por diversas organizaciones involucradas en el tema.

En el país hay dos tipos de formaciones en el área: la carrera de auxiliar de enfermería, que es un técnico en el tema, se puede estudiar en cualquiera de las 50 escuelas de enfermería habilitadas por el Ministerio de Educación y Cultura, y no en todas se requiere tener secundaria completa para cursar. En un nivel universitario está el licenciado en enfermería; la carrera está diseñada para completarse en cuatro años y medio y se ofrece en la Universidad de la República y en la Universidad Católica del Uruguay.

Según datos del Ministerio de Salud Pública, a mayo de este año había registrados 27.507 auxiliares de enfermería y sólo 6.739 licenciados. Graciela Curbelo es licenciada en enfermería y forma parte de la Asociación de Nurses de Uruguay. En diálogo con la diaria, la profesional comentó la diferencia entre las dos formaciones: “Las licenciadas en enfermería tienen formación de gestión, incluso varias están a cargo de hospitales. El auxiliar de enfermería tiene que ser supervisado en sus tareas y se limita a los cuidados básicos del paciente, mientras que las técnicas más complejas, los cuidados más elaborados del paciente y la discusión de sus tratamientos están a cargo del licenciado”.

Parte de los objetivos que persigue Nursing Now en Uruguay es brindar asesoramiento y apoyo para que los auxiliares de enfermería “tengan la posibilidad de continuar sus estudios y transformarse paulatinamente en licenciados en enfermería y así poder conformar los equipos con mayor nivel de calidad de atención”, detalló Curbelo. La campaña enfatiza la importancia de generar profesionales universitarios en enfermería e impulsar esta área como elección de carrera en las futuras generaciones. En todos los países suelen citar un informe de 2017 que realizó el grupo de parlamentarios ingleses por la salud mental que sostiene que “aumentar el número de enfermeras y desarrollar la enfermería para que puedan alcanzar su potencial, también tendrá un triple impacto social al mejorar la salud, promover la igualdad de género y apoyar el crecimiento económico”.

Nursing Now se basa en “una necesidad mundial de enfrentar enormes desafíos para garantizar una atención médica de calidad. Los escasos recursos, la creciente carga de enfermedades crónicas y el impacto de los factores emergentes, como el cambio climático, la migración y el envejecimiento de las poblaciones, ponen a los sistemas de salud bajo presión. Además, la escasez global de trabajadores de la salud significa que simplemente no hay suficientes profesionales de la salud para enfrentar estas amenazas”. Desde la organización estiman que se necesitan nueve millones de enfermeras y parteras para 2030, y el mundo está lejos de llegar a esa cantidad.

Condiciones de trabajo

Otro de los puntos fundamentales que impulsa la campaña es mejorar las condiciones de trabajo de los profesionales. Evidentemente, este reclamo es más enfático en lugares del mundo donde las enfermeras comunitarias trabajan en comunidades aisladas en condiciones climáticas exigentes, pero en Uruguay también es válido, aunque, según Curbelo, es el área “que menos apoyo ha tenido para desarrollarse”. Sobre las condiciones de trabajo, aseguró que hay niveles, pero que uno de los puntos a mejorar en Uruguay son los recursos para trabajar: “La enfermera que está en un servicio de salud con un montón de pacientes y sólo tiene una auxiliar de enfermería, y si encima escasean los recursos materiales, va a tener un trabajo muy cuesta arriba”.

Señaló que en Uruguay “el tema de la medicalización es complicado, todo lo que cubre la salud está relacionado con lo hospitalario”. En este sentido, la relación con los médicos sale a flote como un tema a mejorar: “Es una relación difícil, los médicos no aceptan que la enfermera tiene un rol independiente, que es una profesional que puede hacer diagnósticos, tratamientos y que tiene competencias de gestión que los médicos no tienen”, subrayó Curbelo. Agregó que la mayor diferencia está, justamente, en la gestión, porque los licenciados están preparados para gestionar grupos y poblaciones, que implica “desde tener en cuenta lo que cuesta algo hasta la cantidad de gente que se necesita”. Expresó que los licenciados “suelen chocar con los médicos que no tienen esa formación” y que a su entender esto suele llevar a “un no reconocimiento de nuestro rol y al valor que tiene el licenciado en enfermería en cuanto a la calidad de atención en el servicio de salud”.