En Dolores, el Centro Asistencial Médico de Soriano notó que los adultos mayores no concurrían a los controles anuales, entonces resolvió iniciar atención domiciliaria para los mayores de 65 años que se encontraran en situación de dependencia, y posteriormente incluyó también a menores de 65 con dependencia severa. Esa es una de las 15 muy buenas prácticas que premiaron el Ministerio de Salud Pública y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en un concurso que hicieron en 2018, con el fin de fortalecer la calidad del primer nivel de atención, que es el que requiere menor complejidad tecnológica y brinda mayores posibilidades de prevenir enfermedades y educar en salud. El libro Buenas prácticas en capacidad resolutiva. Primer nivel de atención del SNIS. 2018 coordinado por Wilson Benia y Sandra Moresino– reseña 30 prácticas del sector público y privado, de Montevideo y del interior del país, y su análisis da varias pautas de por dónde se puede mejorar la calidad asistencial.

Algunos de esos puntos se sistematizan en el capítulo 2 del artículo, escrito por siete profesionales, entre ellos médicos, licenciados en Enfermería y un licenciado en Sociología. “Muestran mayor capacidad resolutiva aquellas prácticas de atención que brindan servicios a una población que conocen con cierta profundidad”, afirman, y hablan del conocimiento que los equipos de salud tienen del conjunto de la población, de los vínculos sostenidos en el tiempo entre profesionales y pacientes, y el “espacio-tiempo” para desarrollar una consulta en profundidad para explorar la realidad del paciente, más allá de sus demandas. Se remarca la importancia de que los servicios de salud tengan la capacidad de “contener” al paciente “generando una atención que le satisfaga y no lo empuje a buscar otros servicios” ni a desplazarse del territorio donde vive; destaca la relevancia de tener mecanismos de comunicación e interacción, entre ellos, por ejemplo, que el personal de enfermería entable comunicaciones telefónicas para valorar la evolución de un paciente, o constatar que se concretaron los estudios paraclínicos indicados y que se hagan visitas domiciliarias.

El hecho de tener equipos de salud que involucren a más de una disciplina fue otra de las características de las prácticas premiadas; la mayoría surgió de equipos multiprofesionales integrados por médicos con formación en medicina familiar y comunitaria, y licenciadas en Enfermería con formación específica para el trabajo comunitario, expresa el libro. Otra de las claves parece radicar en la organización de agendas que permitan que la consulta tenga un tiempo adecuado; se subraya, también, la importancia de que los servicios de salud tengan disponibilidad en su planta física, insumos y el equipamiento necesario para el buen desarrollo de la práctica asistencial. Para todo eso, el texto recuerda que la OPS señala la necesidad de incrementar la inversión en el primer nivel de atención.