“Cerca de 4.000 trabajadores en todo el país realizan tareas que no están en el laudo”, reclamó Jorge Bermúdez, dirigente de la Federación Uruguaya de la Salud (FUS), en diálogo con la diaria. Esas nuevas categorías abarcan varios rubros, y a modo de ejemplo Bermúdez mencionó a los licenciados en Psicología, idóneos en farmacia y técnicos en registros médicos. Relató que en el ámbito de los Consejos de Salarios se había acordado crear las nuevas categorías laborales, pero reclamó que todavía no se ha fijado el salario base porque “las empresas plantean que no tienen el financiamiento adecuado para pagar los salarios”. Agregó que eso “contraviene la Ley de Consejos de Salarios”, que pauta que “el consejo define la categoría laboral y el mínimo salarial correspondiente a esa categoría”. Por ese motivo, el viernes la FUS hizo un paro general nacional, medida que también había tomado el 25 de julio. Ahora el asunto parece destrabarse. Bermúdez mencionó que después del paro de julio, se volvió a convocar el ámbito tripartito y el miércoles pasado, en la previa del paro, se creó una comisión que intentará llegar a un acuerdo para presentar en la próxima reunión tripartita, que será el 5 de setiembre. En esa comisión participa la FUS, así como representantes de las cámaras empresariales y de los ministerios de Trabajo y Seguridad Social y de Salud. “Nuestra idea es que el tema se pueda definir en esa o en dos reuniones más”, dijo Bermúdez, dando cuenta de que todas estas conversaciones pueden quedar paralizadas cuando se entre en la última etapa de la campaña electoral. Según el dirigente, “las empresas dicen que solamente el título [de profesionales y técnicos que están en las nuevas categorías] no amerita que tengan un salario diferencial”, y por eso “el discurso de capacitarse para la nueva realidad del mundo del trabajo se cae”, porque se les pide a los trabajadores que se capaciten, “pero tengo que ver después cómo te voy a pagar”.

Bermúdez aclaró que ese no fue el único motivo del paro. “Seguimos atendiendo pacientes que están internados en una emergencia 12 horas antes de que les vacíen una cama para internarse en sanatorios, pacientes que esperan hasta dos meses para que los vea un especialista o que tienen que elegir alguno de los cuatro medicamentos que les recetó el médico porque no les da la plata para todas las órdenes y tickets”. Afirmó que la FUS pide profundizar la reforma del Sistema Nacional Integrado de Salud. “Nuestra crítica mayor es que el gobierno del Frente Amplio no confrontó con sectores empresariales que dominan la salud privada, un sector que deja al año 2.000 millones de dólares, que tiene salarios de más de un millón de pesos por mes en cargos gerenciales, salarios anestésico-quirúrgicos de 600.000, 700.000 pesos por cada uno de los lugares que trabajan, y enormes gastos en publicidad y marketing”. Dijo que “nunca entró tanto dinero al sector privado y los controles son débiles”, y que “si no se confronta con esos sectores es difícil avanzar en la reforma y en la complementación de servicios”, aunque acotó que “enfrentar los sectores corporativos no es sencillo”.

El miércoles, los trabajadores de la FUS del área metropolitana se plegarán de 8.00 a 18.00 al paro general parcial del PIT-CNT, en apoyo al derecho al trabajo y a la negociación colectiva. Bermúdez criticó a “algunos empresarios y otros candidatos a presidente que dicen que el modelo de relaciones laborales debe ser como el de Chile, cuando en Chile no hay negociación por rama de actividad, hay más de cinco sindicatos por empresa y se puede contratar durante huelgas al único efecto de evitar los paros”. Según Bermúdez, la FUS no le dice a nadie a quién tiene que votar, pero deslizó que “no decirles a los trabajadores lo que puede pasar es irresponsable”.